ALICANTE. El debate sobre la propuesta presupuestaria planteada por Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs) al frente del Ayuntamiento de Alicante quedará postergado finalmente hasta la celebración de las próximas elecciones municipales. Cuando menos, así lo volvió a apuntar este viernes el alcalde, el popular Luis Barcala, en el transcurso de la comisión de Hacienda previa al pleno correspondiente al mes de febrero, que se celebrará el próximo jueves, al volver a dar por hecho que no habrá un reposicionamiento por parte de ninguno de los seis partidos representados en la corporación, pese a las reuniones emprendidas por el edil de Urbanismo y candidato de Cs a la Alcaldía, Adrián Santos Pérez, con representantes de los grupos opositores.
En esta línea, fuentes consultadas apuntaron que el primer edil no contempló la posibilidad de que el resultado de esos encuentros pudiese deparar cambios en la configuración de las cuentas. De hecho, en sus últimas comparecencias públicas ha venido defendiendo que la propuesta presupuestaria es la que es, sin que exista posibilidad de reformularla desde cero; que la responsabilidad de elaborarla le corresponde al equipo de gobierno y que si otra formación pretende plantear un presupuesto nuevo, debe ganar unas elecciones. Además, también ha venido incidiendo en que las cuentas defendidas por PP y Cs no contemplan ningún planteamiento ideológico inasumible por el resto de fuerzas políticas. En todo caso, en esa ronda de contactos del candidato de Cs con los grupos opositores, solo se habrían planteado propuestas sobre partidas concretas por parte de Compromís para que se tuviesen en cuenta al menos parte de las inversiones que viene reivindicando desde el inicio de mandato sin tener que confiar en compromisos a futuro de que puedan quedar incorporadas a través de los remanentes. Como mínimo, los representantes de la coalición valencianista fueron los únicos que plantearon requisitos no estrictamente políticos como condición para respaldar las cuentas del bipartito en el encuentro mantenido con Santos Pérez.
Como ya ha informado este diario, en su encuentro con el edil de Urbanismo, Unides Podem EU insistió en la retirada de la ordenanza de convivencia cívica y en la exigencia de que el presupuesto fuese presentado ante el Consejo Social y ante las Juntas de Distrito. Y el PSOE solo se mostró abierto a un pacto para respaldar una posible modificación de crédito sobre las cuentas de 2022 -ya prorrogadas de forma automática desde el inicio de 2023- con el fin de dotar las partidas que resultasen necesarias para ejecutar las obras de transformación urbana ya en marcha o en proceso de contratación que cuentan con cofinanciación de la Unión Europea (UE) para que no se corra el riesgo de perder esos fondos. Por el momento, la cita pendiente entre Santos Pérez y los representantes de Vox no se ha llegado a celebrar, después de varios aplazamientos.
Sea como fuere, según fuentes consultadas, el primer edil apuntó, este viernes, que los supuestos avances alcanzados en esos encuentros unilaterales desarrollados por Santos Pérez no habrían aportado ninguna novedad, puesto que el equipo de gobierno ya venía trabajando "desde hace dos semanas" en una propuesta de modificación de crédito que permita cubrir la ejecución de esos proyectos subvencionados por Bruselas. Hasta ahora, no se ha llegado a cuantificar el importe global de las partidas que deberían suplementarse, pero, según las mismas fuentes, sí se habría comenzado a cuadrar agendas con los responsables de cada área para cerrar las sumas necesarias en cada proyecto.
Por lo pronto, el desenlace de la comisión de Hacienda permitió certificar, una vez más, que la negociación del presupuesto se ha convertido en un pulso electoral. Ya no solo entre el centro-derecha y el eje progresista, sino también entre los dos partidos que conforman el bipartito: PP y Cs. Tanto es así que, en el turno de ruegos y preguntas de la comisión de Hacienda, al contestar a la pregunta formulada por el portavoz de Unides Podem EU, Xavier López, Barcala llegó a asegurar que entendía que Santos Pérez pudiese tener interés en ganar protagonismo tras haber sido designado como alcaldable de Cs, pero insistió en dejar claro que el acuerdo negociado con el PSOE sobre la modificación de crédito no era una solución ideada por Santos Pérez ni por los socialistas, sino que ya estaba en planificación en la Concejalía de Hacienda.