Cine

'Morir no siempre sale bien': Claudia Pinto se lanza a la comedia con una historia de clases

  • Un momento del rodaje de Morir no siempre sale bien.

VALÈNCIA. Claudia Pinto, ganadora del Goya a Mejor Documental por Mientras seas tú. El aquí y el ahora de Carme Elías, cambia de registro y se sumerge en la comedia con Morir no siempre sale bien. La directora asume el reto con una historia que, según sus palabras, es "una comedia muy en serio".

"Vaya lío en el que me he metido", bromea Pinto sobre su salto al género. Lo hace desde el Puerto de València, donde ayer rodaron y atendieron a los medios de comunicación. "Mis tres películas anteriores son drama, pero cuando me ofrecieron este guion, lo leí y me divertí mucho. Lo que más me atrajo fue que, más allá del humor, vi una historia humana de dos familias que, en una especie de locura colectiva, deciden cruzar ciertas líneas rojas".

El filme, escrito por Luis Moreno y la propia Pinto, cuenta la historia de una familia obrera, desesperada por su situación económica, que decide secuestrar el cadáver de su antiguo jefe y pedir un rescate a su viuda adinerada. "Es una película sobre la felicidad y sobre las líneas rojas que eres capaz de cruzar para alcanzarla", explica la directora. "Es ese el fin justifica los medios con el que nos saltamos pequeñas normas constantemente. Aquí llevamos esa idea al extremo".

El tono, sin embargo, quiere ampliar las posibilidades de una comedia española que se ha estancado cuando mira al gran público, con películas muy conservadoras y clónica. El tono es la gran preocupación del elenco y de la propia Pinto, porque se ha convertido en el terreno más resbaladizo del cine español. "Desde el título ya jugamos con esa mezcla entre la risa y el drama, que es un reflejo de la vida misma. Entré en la escritura cuando ya había un material muy trabajado por Luis Moreno, y mi labor fue afinarlo, llevarlo a mi terreno y encontrar el equilibrio entre la ironía y la emoción". El tono.

Ana Wagener, que interpreta a Inés, la viuda del empresario fallecido, destaca cómo el humor surge de la propia tensión de la historia. "El punto de partida me parece una genialidad. Desde el primer momento el espectador se pregunta qué está pasando, y eso genera un juego narrativo muy rico. Lo que me atrapó del guion es que cada personaje tiene su propia historia, todos aportan algo a la trama y eso hace que el ritmo sea muy ágil". Para Wagener, lo más interesante es que "el conflicto en sí no tiene nada de gracioso, pero las situaciones que se generan a partir de él sí lo son. Esa combinación entre drama y comedia es lo que hace que funcione". El tono.

  • Foto de familia en el rodaje de Morir no siempre sale bien. -

Para Daniel Pérez Prada, que da vida al inspector Rapino, la clave de la comedia en esta historia es su conexión con la realidad: "Cuando leo un guion de comedia, siempre busco personajes miserables o situaciones miserables, porque de ahí nace el humor más interesante. En Morir no siempre sale bien todo surge de lo cotidiano, de malas decisiones y de situaciones que cualquiera podría leer en un periódico. No es una parodia, es una historia con una verdad absoluta que la hace divertida y trágica al mismo tiempo".

Pinto, por su parte, reconoce que ha sido un reto equilibrar todos estos elementos. "Yo creo que esta es una comedia muy en serio. Hay thriller, hay drama social, hay humor, y encontrar el tono exacto ha sido el gran desafío del proyecto. Pero al final, la vida es así: un equilibrio constante entre el llanto y la risa".

Dos familias, dos clases

El filme enfrenta a dos mundos completamente opuestos: una familia adinerada y una familia obrera en crisis. A través de sus personajes, la película explora las tensiones de clase desde la ironía y el absurdo.

Ana Wagener encarna a Inés, la viuda del empresario fallecido. "Inés pertenece a una familia bien posicionada, con prestigio y privilegios. Pero en un momento clave de la historia, se encuentra en una situación límite y tiene que tomar decisiones drásticas", adelanta. La actriz destaca la transformación de su personaje a lo largo del film: "Es una mujer que está en la delgada línea de la inestabilidad emocional. Claudia y yo lo fuimos descubriendo en ensayos, viendo cómo podía evolucionar su comportamiento".

En el otro extremo está el personaje de Juan Carlos Vellido, que representa a la familia obrera. Un matrimonio con una hija, un cuñado y su hijo, todos viviendo en el mismo piso. "De repente, nos encontramos en una situación económica desesperada que nos lleva a hacer algo impensable. No hay mayor drama que perder tu vivienda. Pero la película consigue darle un giro de humor a ese desastre", destaca.

Jorge Motos, por su parte, interpreta a Álvaro, el hijo de Inés y Jesús. "Es un chico que ha crecido bajo la sombra de su padre y ha sufrido una represión brutal", señala. "Tiene un mundo interior complejo, y esa lucha interna es lo que me pareció más interesante del personaje". Paula Muñoz, por su parte, da vida a Meli, su hermana, la otra cara de la moneda de la familia burguera: "Meli es ambiciosa y con mucha determinación. Cuando su padre muere, asume su rol y se convierte en la cabeza de la familia. Es un personaje con una moralidad ambigua, y eso le añade un punto de tensión a la historia".

Pau Durà, que interpreta al abogado de la familia adinerada, resalta el tono de la película: "No es una comedia de chistes ni de gags, sino una historia que se apoya en el conflicto. Aquí todos los personajes sufren, y cuanto más sufren, más cómico se vuelve todo". Para él, la clave está en "cómo el espectador se sitúa en relación con los personajes y sus problemas".

Daniel Pérez Prada, desde su papel de inspector de policía, es "el espectados": "Rapino está en medio de las dos familias. No solo las observa como sospechosos, sino como dos mundos excéntricos. Los ricos viven en una burbuja y los otros, aunque sean más cercanos a la realidad, también son personajes pintorescos". Según el actor, la película "habla del clasismo más que de la lucha de clases".

Pinto también está en medio de esas familias, pero en este caso para retratarlas: "Hay un juego de espejos. A pesar de sus diferencias, los dos grupos terminan reflejándose el uno en el otro".

  • Equipo de rodaje de Morir no siempre sale bien. -

Talento valenciano en el elenco

El rodaje de Morir no siempre sale bien se ha desarrollado en València y sus alrededores (en la capital, en el Instituto Lluís Vives; y también fuera de ella, en Sagunto, en Parque Alcosa, o en el Puerto de València), con un equipo en el que el talento valenciano tiene un peso significativo. Además de contar con actores como Ana Wagener, Juan Carlos Vellido y Tamara Casellas, la película apuesta por intérpretes locales como Pau Durà, Carmen Arrufat, Paula Muñoz, Raúl Prieto, Roberto Hoyo y Jorge Motos.

"Es un orgullo que estemos representando el talento valenciano", afirma Paula Muñoz. "Ojalá cada vez se ruede más aquí y haya más presencia de actores y actrices de la Comunidad Valenciana". Muñoz destaca el crecimiento de la industria en la región y la importancia de que se valore el talento local: "Siempre ha habido muy buenos profesionales en València, pero daba la sensación de que estábamos en un segundo plano. Ahora, cada vez hay más actores valencianos con visibilidad nacional, y eso es algo que hay que reivindicar".

Claudia Pinto también celebra el vínculo de la película con la ciudad. "Llevo más de 20 años viviendo en València y me hacía muchísima ilusión rodar aquí", confiesa. "Rodamos en lugares con mucha identidad, como el Parque Alcosa, y nos encontramos con una comunidad muy acogedora. La gente se volcó con el rodaje, y esa energía se nota en la película". La directora subraya que la presencia de actores valencianos en el reparto no es una cuota, sino una decisión artística: "Buscábamos a los mejores intérpretes para cada personaje, y el talento valenciano está a un nivel altísimo. Es un lujo contar con ellos".

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