ALICANTE. Alicante concreta sus planes para ordenar la implantación de alojamientos turísticos. Lo hace nueve meses después de promover una moratoria en la concesión de nuevos permisos con el impulso, ahora, de una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) vigente -la número 52- que todavía puede tardar en aprobarse y resultar ejecutiva cerca de un año, a la vista del proceso administrativo que tiene por delante. Este martes se aprobó la exposición al público de la propuesta por un plazo de treinta días durante el que se permitirá la presentación de alegaciones. Después, tendrán que resolverse antes de pasar a debate en comisión informativa y pleno. Y, por último, de prosperar (el equipo de gobierno requiere del apoyo de al menos uno de los cuatro grupos que ejercen funciones de oposición), quedará en manos de la Conselleria de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras como administración responsable de darle el visto bueno definitivo. En cualquier caso, la continuidad del blindaje frente a la concesión de nuevos permisos está garantizada hasta enero de 2027, una vez superado el requisito indispensable de presentación de la propuesta de ordenación, sin la que esa moratoria habría decaído dentro de cuatro meses, como regulaba el propio articulado del acuerdo de suspensión de licencias. 

Los ejes centrales de esa nueva propuesta de ordenación para racionalizar el sector se anticiparon este mismo martes. Comprende la aplicación de un índice máximo de 0,187 plazas turísticas por habitante como umbral límite que determina la consideración de zonas saturadas, en sintonía con los planes anticipados por el equipo de gobierno hasta ahora. Se trata de un coeficiente a aplicar por cada uno de los barrios o distritos censales, y no sobre el conjunto de la ciudad, en el que se relaciona el número de plazas turísticas y la cifra de residentes existentes en cada zona. En la actualidad, el índice global del conjunto del término municipal es de 0,0733 y se dispone de 26.299 plazas turísticas. En principio, según fuentes consultadas, en la propuesta de ordenación no se ha llegado a estimar un máximo general de plazas turísticas para toda la ciudad, puesto que la filosofía de la medida es evitar la saturación por barrios, y favorecer una redistribución de la oferta alojativa, ya que no se da la misma situación en cada zona del término municipal.

De este modo, una vez aprobada la modificación de planeamiento -si se aprueba- no se darán licencias para pisos turísticos aislados (VUT) o en bloque completo en aquellos ámbitos o distritos censales en los que se supere ese nivel de concentración de 0,187 plazas turísticas por habitante. Eso sí, se trata de un techo variable, toda vez que la situación de cada distrito se reevaluará año tras año para concretar si los que exceden de ese máximo en la actualidad, han dejado de superarlo 365 después. Bien por el cese de actividad de negocios turísticos preexistentes, o por el incremento del número de habitantes. En esa hipótesis, ese distrito censal dejaría de considerarse zona saturada, de modo que quedaría habilitado para asumir nuevos proyectos que conllevasen la creación de nuevas plazas turísticas. De igual forma, el procedimiento de revisión anual también daría cabida al supuesto contrario, en el caso de que se comprobase que una zona que ahora no está saturada pueda llegar a estarlo transcurrido ese plazo. tras la implantación de nuevas actividades turísticas que hasta entonces sí se permitían en ese distrito. Eso sí, la propuesta no tendrá efectos retroactivos, por lo que no conllevará cierres ni retirada de licencias de las actividades ya asentadas (salvo que se constaten incumplimientos graves), a pesar de que se encuentren en zonas consideradas saturadas.

¿Qué distritos se considera saturados en la propuesta inicial que se tomará como punto de partida? En primer término, figuran los distritos ya identificados como espacios de concentración en los estudios previos encargados por el ayuntamiento tanto a la cátedra de Turismo 'Ciudad de Alicante' como a la consultora Eosa. Se trata, fundamentalmente, del Centro Tradicional y del Casco Antiguo-Santa Cruz. Pero también figuran otros ámbitos como el entorno del Mercado Central, parte de San Blas, parte de San Gabriel, El Palmeral, Urbanova, Benalúa, Renfe, Rocafel, Carolinas Altas, Carolinas Bajas, Altozano, Campoamor, parte del barrio del Pla (las calles del Pla del Bon Repós), sectores concretos del distrito de Playa de San Juan (en los cuadrantes conformados por la calle Britania, Avenida de las Naciones, Países Escandinavos y avenida de Costa Blanca); o Juan XXIII, como se aprecia en el mapa adjunto.

La inclusión de algunos de esos sectores se justifica en la existencia de oferta hotelera o de vivienda turística y baja densidad de población, lo que eleva la ratio y supone que se supere el límite máximo de 0,187 plazas por habitante. Es lo que sucede, por ejemplo, en el caso de Juan XXIII, o con los casos de los barrios de El Palmeral y San Gabriel, en el que computan las plazas del Hotel Daniya, o del Hotel Ibis y del Travelodge Alicante Puerto, por ejemplo.

Excepciones sobre hoteles de gama alta

Además, entre las medidas propuestas, figura la excepción de ese límite para los proyectos que pretendan promover la construcción de hoteles de 4 y 5 estrellas. Es decir, sí se concederán licencias para su construcción, a pesar de que se trate de instalarlos en zonas consideradas saturadas, ya que el objetivo es promover el crecimiento de la planta hotelera de gama alta. En esa línea también se encuadra la determinación de un índice especial para los hoteles de 3 estrellas. En ese caso, se concederán licencias para implantarse en zonas que no superen el límite de 0,32 plazas turísticas por habitante (un techo superior al de aplicación general).

Por lo demás, entre las condiciones más relevantes incluidas en la propuesta, se establece que las viviendas turísticas aisladas, ubicadas en edificios residenciales, deberán contar con acceso independiente, con el fin de no generar molestias a sus vecinos y, de este modo, no perturbar la convivencia. Y, además, se prohíbe se prohíbe la implantación de usos turísticos en plantas bajas en los viarios estructurantes (las principales avenidas de la trama urbana de la ciudad, que pueden apreciarse en el plano anexo), ejes comerciales y ejes cívicos. Se trata de una disposición con la que se pretende favorecer la implantación del comercio de proximidad en esas avenidas.

¿Qué acogida tiene la propuesta, a partir del contenido que se conoce hasta ahora? Por el momento, la Asociación Provincial de Hoteles y Alojamientos Turísticos de Alicante (APHA) ha mostrado cautela hasta conocer la regulación en profundidad y ha mostrado su disposición a la búsqueda del consenso. Hasta el momento, no ha habido pronunciamiento expreso por parte de la Asociación de Apartamentos Turísticos de la Comunitat (Aptur CV): uno de los actores que más tiene que decir al respecto, toda vez que ya ha interpuesto un recurso contencioso administrativo contra la suspensión de licencias. 

Y en el plano político, al menos los representantes de los tres grupos del eje progresista que ejercen funciones de oposición, PSOE, Compromís y Esquerra Unida Podem (Vox no llegó a pronunciarse este martes), han considerado que la regulación, aunque positiva, llega tarde. Y que, además, debe acompañarse de otras medidas ya anunciadas, como el refuerzo de los controles y la asunción de las competencias sancionadoras para acordar la imposición de multas o acordar cierres de aquellos pisos turísticos que estén operando al margen de la legalidad, sin cumplir las condiciones requeridas para su funcionamiento.