ALICANTE. Ordenación en marcha sobre el sector de los alojamientos turísticos en Alicante, tras la suspensión de licencias acordada en enero. El equipo de gobierno, del Partido Popular (PP), ha aprobado este martes, en la reunión semanal de la Junta Local, el inicio del expediente para disponer de una nueva regulación urbanística específica sobre el sector con una modificación de planeamiento (la número 52) por la que se establecen zonas saturadas, así como un índice máximo de 0,187 plazas turísticas por habitante. Se confirma, así, el planteamiento anticipado por el equipo de gobierno, a través de la edil de Urbanismo, Rocío Gómez, por la que se apostaba por una regulación zonificada. Además, esa propuesta -pendiente de aprobación en pleno, primero, y de validación por la Conselleria de Territorio, después- prohíbe la implantación de nuevas plazas turísticas en aquellas zonas saturadas urbanísticamente, es decir, en las que se supera el índice máximo establecido, con excepciones específicas para hoteles de 3, 4 y 5 estrellas.
De igual modo, prohíbe la implantación de usos turísticos en las plantas bajas de los principales viarios comerciales y establece un acceso independiente como condición a la concesión de licencias de alojamientos turísticos ubicados en edificios residenciales. Por último, el acuerdo comprende un proceso de actualización con una periodicidad anual, de modo que se revisará la situación de saturación en cada distrito para concretar la situación real en cada momento. Con ello, podría darse la posibilidad de que una zona saturada pudiese dejar de estarlo, en el supuesto de que cesase la actividad de las VUT. Además, la propuesta incluye una graduación respecto a los distintos niveles de saturación delimitada para cada distrito censal. ¿Cuáles son esos distritos considerados zonas saturadas? A grandes rasgos, se concentran en el Centro Tradicional, Casco Antiguo, puntos concretos de Playa de San Juan, Benalúa e incluso distritos censales de la Zona Norte, como el de Juan XXIII.
"Alicante avanza hacia un modelo de ciudad de barrios, con un turismo urbano sostenible, buscando el equilibrio entre la vida cotidiana de los residentes y la actividad turística", ha destacado el alcalde de Alicante, Luis Barcala, a través de un comunicado, respecto a la adopción del acuerdo, que llega solo un día después de que anticipase novedades en esa regulación, tras participar en la presentación del festival TAC! en Casa Mediterráneo, y menos de dos semanas desde que el vicealcalde, Manuel Villar, anticipase la presentación de la nueva ordenación, durante el desarrollo del pleno de septiembre.
"La ciudad pretende atraer visitantes, pero garantizando su sostenibilidad: sin comprometer su modelo de ciudad, sin desbordar la capacidad del territorio ni expulsar a la población local, garantizando que los residentes puedan seguir viviendo en sus barrios, el acceso a la vivienda en sus diferentes modalidades, al trabajo y a los servicios y espacios públicos", ha apuntado el primer edil. "La apuesta por la excelencia turística y la diversificación resulta clave en este objetivo, atraer calidad frente a cantidad, reduciendo así la presión en el espacio público e impulsando una actividad turística regulada que genere empleo de calidad, reposicionando la marca turística hacia un modelo más sostenible y fomentando los hoteles de 3, 4 y 5 estrellas", ha añadido Barcala.
Modificación Puntual Nº52
Fuentes municipales han señalado, a través de un comunicado, que la regulación se articula a través de la modificación puntual Nº 52 del PGOU, que ha iniciado el trámite de evaluación ambiental estratégica y el consiguiente sometimiento del Borrador y el Documento Inicial Estratégico de la modificación puntual a las preceptivas consultas a distintos organismos. Esa regulación queda expuesta ahora al trámite de información pública durante un plazo de 30 días, lo que dará paso a la resolución de alegaciones que puedan presentarse en ese periodo. Posteriormente, la modificación puntual tendrá que ser aprobada por el pleno del Ayuntamiento de Alicante para su aprobación inicial, que supondrá la entrada en vigor de la normativa que contiene.
La unidad elegida para establecer las zonas saturadas a nivel urbanístico y las que no lo están es la sección censal, y la situación en la que se encuentra cada zona se revisará cada año. En las zonas no saturadas se podrán autorizar nuevas plazas turísticas, con controles que garanticen que no se supere el umbral máximo establecido. Además, se establece la excepción para los hoteles de 4 y 5 estrellas, que no se verán afectados por el límite establecido para el indicador de saturación, aunque la zona en la que se ubiquen haya alcanzado el umbral máximo permitido.

- Panorámica del casco urbano de Alicante. -
Del mismo modo, para los hoteles de 3 estrellas se dicta un régimen especial que les permite superar el límite general fijado, estableciendo un límite de 0,32 plazas turísticas por habitante a la hora de conceder licencia para este tipo de establecimientos en una determinada zona. Esta excepción responde a la apuesta por un modelo de excelencia turística que priorice la calidad frente a la cantidad, incentivando una oferta de alojamientos que genere empleo estable y de mayor valor añadido, al tiempo que atraiga un perfil de visitante menos estacional que responda a un turismo más diversificado y respetuoso con el entorno urbano.
Bajos comerciales y accesos independientes
Por otro lado, se prohíbe la implantación de usos turísticos en plantas bajas de viarios estructurantes, ejes comerciales y ejes cívicos, para favorecer el comercio de proximidad, que constituye un elemento clave para la vitalidad urbana y la cohesión social. Esta medida busca proteger la red de comercio de barrio, asegurando un modelo de ciudad de proximidad, cohesión social y continuidad urbana, evitando que el uso turístico sustituya a los servicios cotidianos indispensables para los residentes, según concretan las mismas fuentes.
El incremento de actividades de alojamiento turístico, especialmente en planta baja, puede desplazar a las actividades comerciales tradicionales, dado que las primeras suelen presentar una mayor rentabilidad económica, según señala la nota pública. Este fenómeno conlleva el riesgo de pérdida del tejido comercial de barrio y de vaciamiento funcional de los espacios urbanos. Así, según las mismas fuentes, la nueva normativa urbanística busca garantizar que el uso turístico no sustituya al uso comercial y de servicios de proximidad, particularmente en planta baja, donde por razones de accesibilidad, carga y descarga, visibilidad y relación con el espacio público, deben concentrarse principalmente los locales comerciales y de servicios básicos.
Por último, la nueva regulación implica que los establecimientos turísticos en edificios con uso residencial deberán contar un acceso independiente y exclusivo y garantizar que no interferirán en la vida comunitaria del resto de residentes ni compartirán espacios comunes. Con esta medida se actúa para garantizar la seguridad y tranquilidad de los residentes, separando los flujos de turistas, evitando que compartan recorridos interiores y reduciendo al mínimo la interacción en zonas comunes.