Alicante

Los exdueños de La Escandella reflotan el Hotel de La Albufereta de Alicante como resort de gama alta

La compañía que compró el edificio inacabado a la Sareb aborda la limpieza y desescombro previo a la remodelación, con planes para que el complejo escale a una categoría comprendida entre las tres y cinco estrellas

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  • El edificio del Hotel de La Albufereta, en fase de reforma.
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ALICANTE. La nueva vida del hotel inconcluso de La Albufereta comienza a despejarse. La compañía que compró el inmueble propiedad de la Sareb en 2023, Cerámica Román Brotons (una sociedad creada por los expropietarios de la firma de materiales cerámicos para la construcción La Escandella), acaba de iniciar los preparativos previos para abordar las obras de finalización del inmueble, con su limpieza interna y la realización de una nueva fase de desescombro. Se trata de un trabajo que podría prolongarse durante más de un mes y que resulta imprescindible para afrontar el reflote del edificio, al que ahora se le pretende dar un nuevo impulso como complejo de gama alta.

La propuesta inicial planteada por Cerámica Román Brotons, que trascendió menos de un año después de que se convirtiese en nueva propietaria, comprendía su transformación en un apartahotel con 65 estudios provistos de cocina interior a disposición de los huéspedes. Sin embargo, ese planteamiento quedó desechado a principios de 2025. Entonces, el proyecto se reformuló: se eliminó la disposición de cocina interior para ganar amplitud en las estancias con el propósito de configurar un hotel que, en principio, debía quedar encuadrado en la categoría de dos estrellas.

Con todo, ese tampoco será su concepto definitivo, ya que la intención de la compañía es dar el salto a otro nivel, para que quede reconocido como establecimiento de un mínimo de tres y un máximo de cinco estrellas. Por lo pronto, fuentes conocedoras del proyecto consultadas por Alicante Plaza indicaron que el complejo cumple con las condiciones requeridas para optar a posicionarse en los grados superiores de la clasificación turística, tanto en lo que respecta a sus condiciones arquitectónicas como en la provisión de servicios. De hecho, el proyecto primigenio comprendía el desarrollo de un hotel de cuatro estrellas, aunque solo 47 habitaciones. Con todo, la decisión definitiva depende ahora de las últimas evaluciones internas, según las mismas fuentes.

En todo caso, el complejo acabará manteniendo sus características esenciales contempladas en el proyecto original con la salvedad de que acabará contando con 64 habitaciones: una menos de las previstas de forma inicial, ya que se ha incorporado una habitación doble. Además, dispondrá de piscina con zona de spa, un gimnasio, una terraza comunitaria, un salón multiusos y estacionamiento con capacidad para 34 vehículos, al margen de tener garantizadas las vistas a la bahía de Alicante por su disposición sobre las faldas de la Sierra de San Julián, a la altura de la glorieta de La Isleta.

Diecisiete años después

La sociedad promotora del nuevo hotel logró licencia para finalizar la construcción del edificio el pasado junio, lo que puso fin a un expediente bloqueado desde el año 2008, cuando se paralizó el proyecto hotelero precedente como consecuencia de los problemas económicos que afectaron a su promotora inicial, primero, y del hallazgo de disparidades en cuanto a la volumetría autorizada en la licencia original, después. En ese momento, ya se había ejecutado en torno al 75% de la obra prevista.

No obstante, su conclusión supondrá ahora una inversión superior a los 5,7 millones, ya que el inmueble ha sufrido un importante deterioro a causa del abandono y de la acción del vandalismo. Y, además, queda sujeta a remodelaciones y adaptaciones para cumplir con los nuevos requisitos de accesibilidad y al desarrollo normativo incorporado en el Código Técnico de la Edificación, en el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios o en la Certificación Energética de Edificios. 

De ahí que el desarrollo de los trabajos pendientes requiera de plazos prolongados, todavía no definidos en un calendario definitivo. Por lo pronto, todo parece indicar que la reforma propiamente dicha podría demorarse hasta principios de 2026. Y que su duración pueda prolongarse como mínimo hasta finales de ese próximo ejercicio. Máxime si se tiene en cuenta que en la concesión de la licencia quedó supeditada a que la promtora urbanizase la calle que da frente al acceso a la parcela, Sierra de San Julián 3-5, dotándola de las acometidas a los servicios públicos, alumbrado, aceras y firme adecuado para la calzada. 

 

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