ALICANTE. El inicio del nuevo curso político tras el descanso vacacional relanza la agenda del pacto de cooperación entre el Partido Popular (PP) y Vox en el Ayuntamiento de Alicante. Esa circunstancia se puso de manifiesto en la relación de acuerdos adopatados por los populares en la primera reunión de la Junta de Gobierno Local del mes de septiembre, celebrada este martes, en la que se refrendaron dos de las iniciativas reivindicadas por los voxistas el pasado mes de diciembre como condición ineludible para facilitar que se aprobasen los presupuestos municipales de 2025. Se trata, en primer término, de la modificación de la ordenanza fiscal reguladora del cobro del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) para introducir una primera rebaja, y de la licitación del proyecto para acondicionar un aparcamiento de vehículos junto al mercado de Babel con el propósito de facilitar el acceso de los clientes.
El impulso de los dos acuerdos vendría a confirmar la solidez de la alianza -pese a que no existe integración en el equipo de gobierno- que se viene estableciendo entre las dos formaciones políticas del eje del centro-derecha desde el pasado mandato, a partir de la comunión de intereses que volvió a evidenciarse precisamente en el arranque del verano, cuando el PP cerró un nuevo acuerdo con Vox para garantizarse la aprobación del Plan Económico Financiero (PEF) -lo que se conoce coloquialmente como un plan de ajuste- que quedaba obligado a poner en marcha después de que el informe de liquidación presupuestaria de 2024 conocido en junio hubiese constatado el incumplimiento de la regla del gasto.
La primera propuesta de plan de ajuste que la Concejalía de Hacienda puso sobre la mesa entonces recogía el bloqueo a la posibilidad de que se llevasen a cabo rebajas impositivas adicionales. Es decir, se abogaba por mantener las disminuciones y bonificaciones que se aprobaron en 2018 (cuando el PP recuperó la Alcaldía con la dimisión del socialista Gabriel Echávarri), pero se cerraban las opciones de dar cumplimiento a la reducción del importe de los recibos del IBI que exigía Vox. A partir de ahí, se desencadenó la escenificación de un nuevo plante por parte de Vox. Sus cuatro ediles volvieron a presionar al PP mediante un documento de exigencias en el que, además de la reiteración de esa rebaja impositiva, se incluyó el cese o dimisión del ya exconcejal de Hacienda, Toni Gallego.
Y no solo eso.También incluyeron la modificación de la ordenanza de Ocupación de Vía Pública y el ajuste de las condiciones previstas en las Zonas Acústicas Saturadas (ZAS) del Centro y del Casco Antiguo para flexibilizar los límites sobre la actividad de la hostelería, además de otros acuerdos de corte ideológico como el registro de una declaración institucional para instar a la Generalitat a incluir a Alicante como zona de predominio lingüïstico castellano, en detrimento de su reconocimiento actual (todavía en vigor) como área de predominio lingüístico valenciano.
Esa iniciativa política sobre la cuestión lingüística prosperó en el pleno del pasado mes de junio, después de que se hubiese precipitado la renuncia de Gallego al acta de concejal -como exigía Vox, además del resto de fuerzas políticas del eje progresista- para no entorpecer la aprobación del plan de ajuste, aunque todavía no ha tenido ninguna aplicación real, a la espera de que Vox pueda elevar a les Corts la exigencia del cumplimiento de esa manifestación política, a través de una Proposición de Ley en la que habrían comenzado a trabajar desde finales de junio. Hasta ahora, tampoco se han materializado avances respecto a la modificación de la ordenanza de Ocupación de Vía Pública o las ZAS. Pero el PP sí ha querido abrir el nuevo ciclo político tras el paréntesis vacacional dando cumplimiento a la rebaja del IBI reivindicada por Vox y al proceso de contratación para habilitar el aparcamiento anexo al mercado de Babel.
Rebaja del 1,20% en el tipo impositivo
¿En qué consisten en concreto esos dos acuerdos? El primero de ellos comprende el inicio de la modificación de la ordenanza fiscal que regula el cobro del IBI con el propósito de promover una primera rebaja del 1,20%, en función del entendimiento alcanzado con Vox. Con ello, se estima que la recaudación global se reducirá en 1,1 millones que el ayuntamiento dejará de ingresar por ese impuesto. Se trata de un reducción que se suma a la del 5% que se aplicó en 2019 con la que el tipo impositivo pasa a ser del 0,61985 por 100 frente al preevisto hasta ahora, del 0,62042.
Por el momento, el equipo de gobierno no ha llegado a traducir en cifras reales en qué se sustanciará esa rebaja en el importe de los recibos que se pasen al cobro a la ciudadanía. Hasta ahora, se ha especulado de manera extraoficial que podría conllevar una reducción media de entre 3 y 4 euros por recibo, aunque la portavoz del grupo municipal de Vox, Carmen Robledillo, señaló este martes -después de que la Junta de Gobierno aprobase el acuerdo- que la rebaja podría alcanzar al menos los 20 euros por contribuyente en el momento en el que se materialice el pacto suscrito con el PP en su integridad.
Lo cierto es que en él, se preveía que se producirían disminuciones en el tipo impositivo por el mismo porcentaje durante tres ejercicios: desde 2026 a 2028 (ambos incluidos). El impuesto se pasa al cobro entre el 15 de marzo y el 30 de junio, por lo que para que esa rebaja pueda ser de aplicación, la modificación de la ordenanza debe quedar aprobada antes de fin de año. De ahí que se haya iniciado ahora su tramitación, de forma que la propuesta se eleve a una próxima comisión de Hacienda para su aprobación provisional en pleno. Después, quedará sometida a alegaciones antes de su aprobación definitiva.
El segundo de los acuerdos tiene un alcance más limitado en término de repercusión sobre la ciudadanía. Se trata de la licitación de los trabajos necesarios para acondicionar el solar anexo al emplazamiento del mercado de Babel un aparcamiento en superficie con control de acceso, que quedará situado entre las calles Asilo, Miguel Hernández y Pardo. El concurso parte con un presupuesto de licitación de 129.917 euros y un plazo de ejecución de dos meses. El proyecto comprende la creación de 53 plazas para automóviles, 4 plazas para motocicletas y 2 plazas para personas con movilidad reducida, además de adecuar el entorno de la calle Asilo para mejorar la accesibilidad urbana y seguridad de los usuarios.
Además, según precisaron este martes fuentes municipales, a través de un comunicado, en el caso de la zona de estacionamiento de mercadillo ya existente, con acceso desde la calle Pardo Gimeno, se han proyectado 64 plazas para automóviles, 10 plazas para motocicletas y 2 plazas para personas con movilidad reducida (PMR). "El proyecto de acceso al aparcamiento de los usuarios del mercado municipal se controlará a partir de un doble acceso desde la calle Asilo con barreras automáticas electromecánicas. Está previsto mantener también el acceso para comerciantes desde la Calle Pardo Gimeno, así como los actuales accesos peatonales. Además, el aparcamiento se organizará mediante un flujo circular y ordenado, cerrando la salida existente situada en el extremo noreste actual hacia la calle Asilo mediante un parterre con césped artificial y bolardos de caucho", concretaron las mismas fuentes. Es más, la edil de Mercados, Lidia López, resaltó que "con estas obras también se mejoran las infraestructuras donde se instala el mercadillo de abastecimiento de productos básicos de Babel, los jueves y sábados, con el repintado de los límites entre los diferentes puestos según la reorganización y el refuerzo de firme".
Con todo, no solo el PP trató de atribuirse el mérito de la puesta en marcha de ese concurso. También lo hizo el edil de Vox, Juan Utrera, en una comparecencia pública en la que se felicitó del cumplimiento de otro de los puntos incluidos en el pacto presupuestario alcanzado con el PP el pasado diciembre al que ahora se daba cumplimiento "gracias a Vox". "Es un ejemplo más de que Vox ha venido a trabajar por los ciudadanos", aseguró, con la intención de rentabilizar la propuesta ante la ciudadanía. Todo, en un escenario en el que todavía deben cumplimentarse otras de las exigencias planteadas por los voxistas, a un trimestre de que concluya 2025, y de que se continúe elucubrando sobre la posibilidad de que se convoquen elecciones generales, con PP y Vox en plena disputa ideológica por crecer en electorado.