ALICANTE. No habrá cambio de planes en el desarrollo del concurso de fuegos artificiales organizado por el Ayuntamiento de Alicante entre el 25 y el 29 de junio como colofón habitual a las fiestas de Fogueres. Así lo ha confirmado este martes la edil de Fiestas y coportavoz del equipo de gobierno, Cristina Cutanda, en la comparecencia informativa en la que se da cuenta de los acuerdos alcanzados en Junta Local, a pesar de que el servicio provincial de la Dirección de la Costa y el Mar haya confirmado la finalización de los trabajos de regeneración de la playa del Cocó. Es decir, el punto en el que se viene organizando ese certamen de forma tradicional.
Cutanda ha señalado al respecto que la decisión de desplazar ese concurso ya estaba adoptada y se mantenía firme, de forma que los fuegos artificiales se dispararán desde la pasarela volada del dique de Levante, en la conocida popularmente como Zona Volvo, toda vez que su desarrollo se había concertado por contrato con esas condiciones. Además, ha recalcado que ya se había convenido con la Autoridad Portuaria esa reubicación.
Así, ha lamentado que Costas no hubiese informado con carácter previo sobre los plazos reales que se manejaban para la conclusión de las obras de regeneración del Cocó, ya que, según ha argumentado, "de haberlo comunicado con antelación, se podría haber promovido la contratación de otro modo", ha lamentado, después de recordar que el Ayuntamiento disponía de una autorización concedida para el uso del espacio del Cocó por un plazo de cuatro años.
Como ha informado este diario, las obras de recuperación de ese tramo del litoral de Alicante, en el extremo norte de la playa de El Postiguet, se han dado por concluidas este martes, cerca de un mes antes de la fecha prevista, en función del plazo de seis meses del que se disponía para su ejecución. Las obras, realizadas por Poiser Managment por un importe de 653.400 euros, han consistido en la eliminación del espigón preexistente, construido en 1993, y su sustitución por uno nuevo, de 178 metros (frente a los 160 del precedente), para el que se debía procurar una orientación corregida que permitiese consolidar un ancho de arena estable en ese punto del litoral, de forma que se evite su arrastre por la acción de la corriente marina.
En último término, se pretendía conseguir un aumento de la superficie arenosa en un rango de entre 205 y 240 metros cuadrados, frenando la perdida de arena y asegurando la estabilidad de la playa a largo plazo, sin que se produzcan arrastres hacia la bocana del Club de Regatas, situada a 500 metros al norte. Además, como también ha informado este diario, el proyecto recoge el aislamiento de la playa del vertido de aguas pluviales y residuales del desagüe del Cocó, con el propósito de asegurar la calidad de las aguas para el baño y mejorar la tasa de renovación de las aguas en la zona, evitando así la ocurrencia de episodios de eutrofización de las aguas.