ALCOY. La implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en Alcoy supondrá una inversión de hasta 22 millones de euros, con acciones a desarrollar durante una década,según se recoge en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible, uno de los documentos que forman parte de la exposición pública de la ordenanza de peatonalización.
Parte de las actuaciones para la ZBE ya están ejecutadas, teniendo en cuenta que las primeras medidas se implantaron en 2023, como el aparcamiento de La Riba, el carril bici Centro-Ensanche y la centralización semafórica, y se prevén iniciativas hasta el año 2032.
También está ya implantado un sistema de gestión sensorización de diferentes áreas de estacionamiento y de los dos primeros autobuses eléctricos en el servicio urbano, así como la habilitación del paso inferior en la rotonda del acceso norte, como también se ha avanzado en la aplicación del plan de accesibilidad.
A estas hay que sumar actuaciones en las que se está trabajando y pronto verán la luz, como la peatonalización de parte del Centro, que abarca tanto la zona de la calle Sant Llorenç, Sant Josep, Sant Maure, El Tap y Santa Rita, así como la mejora de la accesibilidad en el entorno del Campus de Alcoy de la UPV, junto a la reurbanización del acceso oeste, es decir, la entrada a Alcoy desde Banyeres, donde además se habilitará carril bici.
De cara a los próximos años, las medidas proyectadas pasan por habilitar aparcamientos disuasorios en los accesos a la ciudad, la habilitación de un ascensor que conecte Cervantes con el río, así como diferentes acciones incluidas en la Agenda 2030, como la reurbanización de la Avinguda Hispanitat, una red de aparcamientos vigilados para bicicleta, ampliación de las zonas de carga y descarga, y mejoras en la accesibilidad al río Barxell, entre otros.
Hasta el momento se han conseguido cerca de 4,7 millones de euros procedentes de los fondos europeos Next Generation para la implantación de las Zonas de Bajas Emisiones.