ALICANTE. El Ayuntamiento de Alicante y la Cámara de Comercio negocian los primeros planes concretos para procurar la existencia de un centro formativo de primer nivel en el edificio actualmente ocupado por la escuela de negocios de Fundesem, en la hipótesis más que probable de que el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) consume su desalojo por el impago del alquiler, en los próximos meses.
Esos planes de futuro, a los que se podría sumar el propio Ivace, se sustanciarían en dos acuerdos esenciales. El primero: el traslado de la sede de la entidad cameral -ahora situada en la calle del Teatro, frente a la plaza de Ruperto Chapí- al inmueble ocupado por FBS, en la calle Deportistas Hermanos Torres del distrito de Playa de San Juan. Y el segundo: la puesta en marcha de una nueva entidad (está por ver bajo qué fórmula concreta) encargada de poner en marcha otra escuela de directivos para mantener la labor que hasta ahora viene desempeñando Fundesem Business School (FBS).
Ese es el esqueleto del planteamiento con el que ya han comenzado a trabajar el alcalde de Alicante, Luis Barcala, y el presidente de la Cámara, Carlos Baño, en un encuentro de trabajo celebrado esta misma semana para encontrar una salida al uso del edificio, condicionada a que acabe produciéndose el desahucio de Fundesem. Con esa propuesta, la Cámara lograría un espacio apropiado en el que poder prestar sus servicios de asesoramiento y, además, mantener la formación que ya venía ofreciendo en parte de las instalaciones de la escuela de negocios, tras el acuerdo alcanzado con la propia Fundesem en septiembre de 2020, como informó este diario.
Y, además, se garantizaría la disponibilidad de un centro dedicado a la formación de directivos y empresarios que impartiese cursos y masters de marketing digital, dirección comercial, MBA, así como formación financiera y sobre las claves necesarias para emprender un proyecto empresarial. Es decir, el objetivo fundamental perseguido tanto por el Ayuntamiento de Alicante como por la Conselleria de Economía que se puso de manifiesto en la reunión celebrada entre Barcala y el conseller del área, Rafael Climent, con la que ambos se conjuraron para facilitar una última oportunidad a la permanencia de Fundesem.
La Cámara de Comercio sería la encargada de coger el testigo, una vez agotada esa última opción sin que Fundesem llegase a presentar el triple plan de viabilidad exigido por el departamento autonómico, en el que se le reclamaba un primer plan con garantías para que pudiese cubrir, a corto plazo, el pago de 600.000 euros de los 1,65 millones adeudados por las rentas del alquiler. En lugar de ello, Fundesem optó por acogerse al concurso voluntario de acreedores con el fin de blindarse ante reclamaciones de otros proveedores de servicios y, así, ganar tiempo para renegociar un plan de pagos aplazado para el conjunto de su deuda en el que se pudiese concertar alguna quita.
Ese movimiento ha conducido ya a Economía a reactivar el acuerdo de desalojo -ya notificado a Fundesem- que había quedado en suspenso a la espera de evaluar la propuesta que se requirió para procurar su continuidad. Ahora, con el planteamiento esbozado entre el Ayuntamiento y la Cámara, Economía no tendría que verse abocada a buscar otro actor para que se hiciese cargo de la labor formativa en las instalaciones del Ivace.
Todo, eso sí, en el supuesto de que se abogue por renovar el convenio de cesión de la parcela de titularidad municipal sobre la que se asienta el inmueble. Hasta ahora, el Ayuntamiento sigue manteniendo que el plazo de 30 años de cesión de esos terrenos se extingue este mes de noviembre. Además, con la particularidad adicional de que el acuerdo queda ligado a una cláusula en la que se establece la presencia expresa de Fundesem y, que por tanto, dejaría de tener validez en el momento en el que se produzca su desalojo, como informó este diario.
Por su parte, la Conselleria de Economía interpreta que el vencimiento del plazo de cesión no se producirá hasta 2024, al considerar que los 30 años comenzarían a contabilizarse desde el momento en el que concluyó la construcción del edificio, promovido, entonces, por el Impiva.
En todo caso, ahora o dentro de dos años, debe producirse la reversión de la cesión en favor del Ayuntamiento, con lo que la administración local recuperará el uso de los terrenos y asumirá la titularidad del inmueble costeado por la Generalitat, salvo que se alcance un nuevo acuerdo para prorrogar la autorización de uso de la parcela municipal. Así, según fuentes consultadas, en último término sería el Ayuntamiento el que tendría la última palabra para decidir el futuro del edificio.
Sea como fuere, lo cierto es que el interés de la Cámara de Comercio por posicionarse en el edificio de Fundesem no es nuevo. Al margen del acuerdo concertado para poder impartir sus cursos de formación en parte de sus instalaciones, el mismo presidente de la Cámara, Carlos Baño, se encargó de solicitar abiertamente al conseller de Economía -en el transcurso del acto de su proclamación al frente de la entidad- que frenase la llegada de la Universidad Europea a la sede de Fundesem (una de las alternativas negociadas por su directiva para tratar de obtener liquidez con la que cubrir su deuda) para que el edificio, sufragado con dinero público, no se destinase a un centro privado, sino a potenciar la formación de talento para las empresas de la provincia.
"Hay que mantener las condiciones del convenio con Fundesem que permitieron en su momento un acuerdo con la Cámara para impartir formación", recordó Baño. "Lo que necesitamos es más formación adaptada a las empresas y no más universidades que vengan a competir con las nuestras", añadió.
El Ivace se queda el edificio de Fundesem y le reclamará los 1,65 millones; ¿sede de la Cámara?