ALICANTE. El retraso en la instalación del alumbrado ornamental de Navidad registrado en la campaña de 2019 en Alicante no debería volver a repetirse este año. Cuando menos, esa es la previsión con la que trabaja el equipo de Gobierno, el bipartito compuesto por PP y Cs, después de que el adjudicatario del servicio haya iniciado ya los primeros preparativos para ejecutar el montaje antes de que finalice el mes de septiembre.
Fuentes municipales consultadas por Alicante Plaza precisaron que la empresa Iluminaciones Ximenez firmó la semana pasada el contrato por el que asume el diseño e instalación del alumbrado ornamental de Navidad, Año Nuevo, Reyes, Carnaval, Hogueras y Fiestas Patronales para los próximos tres años, entre 2020 y 2023.
La compañía, con sede en Córdoba, se convirtió en adjudicataria del concurso el pasado mes de agosto con una oferta de un millón de euros (en torno a 100.000 euros menos del precio de licitación). Ahora, poco más de un mes después, ya trabaja en el refuerzo del cableado eléctrico en algunos emplazamientos del Centro para anticipar la colocación de los arcos de luz.
Las mismas fuentes precisaron que no ha habido ninguna directriz específica por parte del equipo de Gobierno para que el adjudicatario adelantase los trabajos de instalación y se limitaron a apuntar que el contrato es ejecutable desde el mismo momento en el que se produce su firma. Sea como fuere, la anticipación trataría de garantizar que el encendido de las luces pueda producirse con el arranque de la campaña navideña para tratar de estimular las ventas del comercio un mes antes de los días centrales de la celebración, sin la demora que se registró en las navidades de hace un año.
El bipartito licitó el concurso en abril, por tres años de duración y un presupuesto de 1,1 millones
Como informó este diario, en 2019 la iluminación ornamental no comenzó a instalarse hasta el 10 de diciembre, lo que generó críticas de las principales asociaciones de comerciantes de la ciudad hasta el punto de denunciar pérdidas de hasta el 30% respecto a las ventas habituales. Ese retraso llevó a los grupos de la oposición a solicitar la comparecencia del edil de Contratación, Manuel Villar (PP), en el pleno para que explicase las circunstancias que habían provocado esa demora. Villar aceptó la petición y explicó que, a su juicio, gran parte de la responsabilidad en ese retraso residía en el pliego de condiciones del concurso que había elaborado el extinto tripartito en 2017 por su falta de presupuesto, sin llegar a explicar por qué el equipo de Gobierno lo había asumido en 2018 (sin retrasos) y en 2019 sin introducir modificaciones.
En este ejercicio, el bipartito compuesto por PP y Cs decidió impulsar la licitación del contrato de 2020 en el mes de abril, algo que no hizo en 2019 por la coincidencia de la celebración de elecciones autonómicas y municipales en un margen de dos meses. Con todo, incluso con esa anticipación, no evitó que se registrasen recursos frente la convocatoria. No obstante, esas impugnaciones quedaron desestimadas y el concurso quedó despejado en agosto.