ALICANTE. Con la redacción de un nuevo Plan General todavía al ralentí, para el que no se esperan avances significativos respecto a la planificación estructural al menos hasta el final del actual mandato, el Ayuntamiento de Alicante opta por buscar fórmulas ágiles que permitan atender la demanda de suelo apto para la instalación de empresas, sin necesidad de tener que completar largos plazos de tramitación (y de recabar autorización autonómica), como los que conllevaría una recalificación urbanística de una zona de suelo rústico que permaneciese en desuso.
Para ello, la Agencia Local de Desarrollo y la Concejalía de Urbanismo han puesto en marcha un primer mecanismo de identificación de suelos disponibles a partir de una actuación coordinada entre ambas áreas con la que se pretende encontrar soluciones de urgencia. Se trata de la contratación de un estudio sobre alternativas de emplazamiento a lo largo de todo el término municipal en los que exista la posibilidad de asentar el desarrollo de actividades económicas, toda vez que se habría puesto de manifiesto un creciente interés -sobre todo, por parte de operadores del sector logístico- por tomar posiciones en la ciudad. Así se ha podido constatar con el despegue del polígono del Llano del Espartal (en el que han recalado la estación de Amazon, la colmena de Mercadona o las instalaciones de Integra2), o en el Puerto (mediante la implantación del gigante alemán Dachser).
La contratación de dicho estudio de búsqueda de localizaciones se ajusta al Objetivo 24 de la Estrategia Territorial de la Comunitat Valenciana (aprobada en 2011) por el que se establece que debe procurarse "suelo para la actividad económica en cantidad suficiente y adecuada". Una aspiración que ahora no puede quedar satisfecha, en la medida en que "los polígonos industriales" distribuidos en la ciudad "se encuentran prácticamente colmatados" y no cuentan apenas con "posibilidad de crecimiento", siendo además "necesaria la creación de suelo industrial para albergar industrias de gran tamaño", según se argumenta en la memoria justificativa con la que se fundamentó la licitación.
De hecho, en paralelo, la Agencia de Desarrollo y la Concejalía de Urbanismo también tratan de avanzar en el proyecto de ampliación del área empresarial de Las Atalayas sobre suelos propiedad del Sepes (al margen del impulso de una primera actuación que permita completar la urbanización de calles con fondos inconclusos). No obstante, todo parece indicar que esa expansión requiere aún de un largo proceso de tramitación y ejecución de obra. De ahí que el equipo de gobierno compuesto por Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs) se haya decantado por explorar otras posibilidades que permitan atender necesidades a corto y medio plazo.
De este modo, el concurso para disponer de esa herramienta prospectiva en la que se identifique superficie industrial vacante se puso en marcha el 14 de febrero. Y el trabajo se acaba de adjudicar ahora al gabinete Arvum Consultoría & Proyectos SL, que asume la tarea con un precio de 45.393,94 euros (impuestos incluidos), después de que la suya fuese considerada la oferta más ventajosa para los intereses municipales frente a la segunda propuesta en liza (la de una UTE conformada por Sonia Miralles Mud y Arturo Calero Hombre).
A partir de ahora, Avrum contará con un plazo de siete meses para confeccionar y aportar ese estudio, en el que se detalle qué bolsas de suelo podrían albergar la llegada de empresas interesadas en posicionarse en la ciudad. En concreto, en las bases del concurso se establecía que dicho estudio debe precisar "sobre la cartografía facilitada por el Ayuntamiento, la delimitación de los crecimientos para suelo de actividad económica, según los límites de ocupación facilitados por la Dirección General de Política Territorial y Paisaje de la Conselleria (Servicio de Planificación Territorial) para suelo de actividades económicas, con identificación de los usos que se prevén para cada zona y la filosofía del tejido urbano que se propone".
La misma memoria señala que en la Estrategia Territorial de la Comunitat Valenciana (ETCV) identifica el entorno urbano Alicante y Elche "como un área funcional de territorio que cuenta con un potencial extraordinario para convertirse en el gran nodo de centralidad y dinamismo del sudeste peninsular y para ello resulta prioritario el desarrollo de nuevas actividades económicas basadas en la cualificación del territorio y la innovación". Al tiempo, se concreta que en la ETCV se especifica la existencia de dos áreas concretas susceptibles de convertirse en nodos de actividades económicas: el entorno del Puerto y el área comprendida entre los polígonos del Pla de la Vallonga, Las Atalayas, y el espacio de que media entre ellos y el Parque Científico de la Universidad de Alicante (UA).
De igual modo, en la memoria se concreta que el estudio prospectivo deberá ajustarse a las posibilidades de creación de suelo industrial previstas en la propia ETCV, en la que se precisaría que la ciudad de Alicante podría generar un máximo de 1,3 millones de metros cuadrados de suelo dedicado a la implantación de actividades económicas en el periodo 2011-2030.
Y, por último, entre las condiciones del estudio, se establece que debe aportarse una evaluación previa sobre la situación actual del municipio, analizando sus debilidades y fortalezas, "con respecto a su actividad económica y posicionamiento" en su contexto metropolitano, en el marco del área funcional Alicante-Elche y en su contexto regional.
En la búsqueda de esos suelos podría volver a jugar un papel protagonista las parcelas industriales situadas entre el cementerio y la carretera de Ocaña, la UA 6 y la UA 7, desarrolladas entre los años 2005 y 2008, que el Ayuntamiento de Alicante ya ha tratado de reactivar con el fin de subsanar las obras de consolidación pendientes, después de un intrincado litigio con sus urbanizadores, como ya ha informado este diario.
Al margen de ello, como también informó Alicante Plaza, el departamento de Urbanismo también pretende recurrir a una segunda herramienta para generar suelo industrial adicional: la fórmula del "remate de trama urbana", incluida en la Ley de Ordenación Territorial, Urbanismo y Paisaje (Lotup), por la que se posibilita ampliar o recalificar suelo para completar zonas de suelo industrial inacabadas o muy próximas a zonas empresariales actuales.
Se trataría de agrupar las bolsas de suelo limítrofes detectadas en los bordes de varias zonas industriales que podrían desarrollarse bajo la figura del remate de trama para completar manzanas o, incluso, para incorporar parcelas colindantes de suelo rústico. Con ello, se ganaría suelo industrial adicional sin que esa nueva superficie obtenida llegue a computar como volumen a restar en el límite de expansión a tener en cuenta para la redacción del futuro PGOU.
La puesta en marcha de esos instrumentos de localización de suelo para el desarrollo de actividades económicas se hace coincidir, además, con el refuerzo de la Oficina de Atracción de Inversiones, ahora identificada bajo la marca Alia, como herramienta para captar, orientar y canalizar el aterrizaje de empresas nacionales e internacionales interesadas en extender su presencia en el arco mediterráneo.