ALICANTE. El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Alicante, compuesto ahora por sólo seis concejales del PSOE, llega a un año y medio de las elecciones municipales con la caja de caudales repleta y, pese a todo, va a activar la concertación de un préstamo para cubrirse las espaldas y poder ejecutar inversiones. Es decir, que con el presupuesto de 2018 ya aprobado, los socialistas pretenden pertrecharse de hasta tres vías de financiación diferentes.
La primera es el propio presupuesto ordinario, que quedará ratificado en el plazo de un mes, con 10 millones en el capítulo de inversiones. El 50% de esa suma se dedicará a desarrollar actuaciones comprendidas en el proyecto de reurbanización del área de Las Cigarreras, cofinanciado por la Unión Europea como estrategia DUSI. La segunda es el remanente de tesorería: la cantidad provisionada pero no gastada en los presupuestos de 2017. Fuentes de la Concejalía de Hacienda precisaron a Alicante Plaza que el ejercicio económico del año pasado se está cerrando ahora y que la previsión es que ese valor -el del remanente- superará los 40 millones.
En principio, esos recursos pueden tener dos fines: se pueden destinar a cancelar deuda o emplearse en las denominadas inversiones sostenibles (a grandes rasgos, obras que no generen nuevas necesidades de gasto). Eso sí, el Gobierno central debe autorizarlo a través de los Presupuestos Generales del Estado y, hasta el momento, no se ha precisado nada sobre ello, ya que está en duda la propia elaboración de un proyecto presupuestario nuevo para este 2018 ante la falta de apoyos para su aprobación.
La Concejalía de Hacienda ha dado dos semanas al resto de departamentos para que cuantifiquen sus necesidades y, así, poder pedir ofertas a los bancos
De ahí que el gabinete que coordina Gabriel Echávarri haya decidido concertar el crédito que viene sopesando desde 2017. Según fuentes de Hacienda, ya existen peticiones por valor de 7 millones que podrían financiarse a través de esa operación. Se trata de las actuaciones incorporadas en un anexo al presupuesto municipal como compromisos políticos adquiridos con los grupos de la oposición. Y ahora se habría dado un plazo de dos semanas para que todas las concejalías cuantificasen las necesidades para sus propios proyectos. Entre ellos, se dan por seguros las obras de rehabilitación del antiguo matadero de Agua Amarga en un centro para startups de base tecnológica (también solicitado por la oposición); la construcción de un pabellón deportivo en Playa de San Juan y la reurbanización de un último tramo pendiente de la Vía Parque, entre la avenida de Orihuela y el PAU 1.
Con esa lista, el equipo de Gobierno priorizará actuaciones y concretará qué cantidad se pedirá a los bancos. Será entonces cuando se girará consultas con todas las entidades para la admisión de ofertas. En 2016, el Ayuntamiento ya concertó un primer crédito de 9 millones para financiar obras como la reforma del edificio municipal que alberga la Casa de la Festa con dos entidades distintas: BBVA (con un total de 4.069.641 euros al 1,02%) y Banco Mare Nostrum (con dos ofertas de 2.000.000 euros al 0,79% y de 3.000.000 euros al 0,99%).
El problema será, sin embargo, el impulso a la contratación y ejecución de las actuaciones que se seleccionen. Por lo pronto, el equipo de Gobierno ya ha tenido que suspender contratos adjudicados con expedientes iniciados en 2017 que no pueden desarrollarse ya que, con el cambio de año, se habría extinguido de forma automática la partida habilitada en ese ejercicio.