el sur del sur / OPINIÓN

Ábalos y el hospital de Elche

18/11/2018 - 

Por si alguien tenía dudas, quedan todas despejadas: la agrupación socialista de Alicante está bajo control de la calle Ferraz. Se le dio una oportunidad por ella misma, y no la ha sabido aprovechar. Tuvo el PSPV la delegación de arreglarlo, y tampoco lo ha hecho. El mismo politburó del president Puig, todo hay que decirlo que falló en los tiempos del relevo de Gabriel Echávarri al frente de la Alcaldía, ha vuelto a fallar ahora. Descartado el rector Manuel Palomar como mirlo blanco, los socialistas valencianos tampoco han sabido buscar un candidato para no caer en las manos de siempre. Y al igual que con la caída de Echávarri, Puig ha esperado hasta el final de los tiempos hasta que se ha conformado con una tripleta de candidatos que era inaceptable -por las puyas que se iban a dar-. Así que Ferraz no quiere caer en el mismo error que viene pecando el president, de dejar las cosas para última hora y ser sobrepasado por las circunstancias, y ha tomados los mandos de la operación. Da igual las primarias. Pedro Sánchez está haciendo todo lo contrario lo que dijo en el pasado: ahora se trata de salir lo más airoso posible, y si es posible motivar a la tropa socialista. 

El milagro de Etelvina Andreu es difícil que se repita, por ello lo más honroso, de cara a la galería, y a la militancia es optar por un perfil conocido -sólo hay que ver que ha hecho el PP en Alcoy- y que genere el menos rechazo posible. Pero sobre todo, hay que optar por un alto grado de conocimiento del candidato. Los sanchistas querrían que fuera, además, hombre o mujer de partido, que los hay. Visto lo ocurrrido, y la singularidad de la agrupación alicantina, lo que queda meridianamente claro es que la mayoría no es ejemplar porque no quiere al mejor, quiere al más maleable. Es triste decirlo, pero es así.

Hay poco que elegir, y que quiera asumirlo. Aquí algunas sugerencias: la consellera Ana Barceló, con grado de conocimiento y de partido, que gestó su trayectoria profesional en Alicante capitalla diputada Sandra Martín, con menos protagonismo, pero del partido; el abogado Juan Antonio Román, del partido y además con el añadido de que fue el hombre que lideró el rechazo al plan Rabasa. Si el bloqueo de Ángel Franco está vencido, como parece, lo mejor sería jugar con estos nombres y alguno más -de los ya anunciados como José Asensi o Eva Montesinos o el propio secretario general Miguel Millana- y encargar una encuesta para tener una justificación de su elección. Buscar un elemento externo, y además de prestigio, se antoja a día de hoy una empresa hartocomplicada: nadie arriesgaría su buen nombre para tener que luchar en ese avispero. La decisión tiene que venir de arriba, desgraciadamente, porque así se lo han ganado todos. 

El hospital privado y el PP de Elche

De manera, inesperada, y como dice Ximo Puig el mismo día que el Álvaro Pérez El Bigotes declarada por iniciativa propia en la causa de la Fórmula 1, el PPCV hacía público un auto del 16 de octubre por el que se citaba a declarar a cuatro ex regidores del PSPV de Elche, a una de Compromís y a dos funcionarios consistorio ilicitano. La razón: las posibles irregularidades en el proceso de venta de una parcela del parque empresarial de Elche a la empresa HospiElche, que posteriormente construiría un hospital privado en esa zona. Y todo ello, ligado a las posible conexión de una supuesta financiación irregular del PSPV que se investiga en Benidorm y en la que aparece otra empresa del grupo por un pago en la campaña de Agustín Navarro en 2007. La denuncia ha sido presentada por la número dos del PPCV Eva Ortiz.

En el caso que nos trae, no se aporta ninguna prueba nueva de una hipotética financiación de los socialistas valencianos. Se habla de un posible "plan urdido entre concejales y funcionarios" para adjudicar esa parcela a esa empresa bajo la convicción de que como esa parcela procedía del Ayuntamiento de Elche debía haberse subastado. Bueno, verdaderamente no soy experto en la materia y no sé que procedimiento se debió aplicar, pero lo que sí es verdad es que Pimesa siempre ha vendido sus 750 parcelas de la misma manera, de forma exitosa y hasta el día de hoy nadie en el seno de la sociedad ilicitana había cuestionada a la empresa municipal promotora de suelo industrial, y su gerente, Antonio Martínez, ha estado con el PSPV y con el PP. Y nadie lo ha hecho porque no hay ningún antecedente de mala praxis, que sepamos.

Y por eso es extraño que el candidato a la Alcaldía de Elche, Pablo Ruz, se tire en plancha a cuestionar no ya un proceso -el juez dirá si algo se hizo mal- sino un proyecto, como el del Hospital de Imed de Elche, que los populares siempre han defendido y que hubieran puesto el grito en el cielo si la empresa finalmente no hubiera escogido Elche para su ubicación. Es curioso, además de que se nos notifique el auto del día de la declaración de El Bigotes, que se trate de un caso que pasó hace casi 10 años, sin relación alguna -al menos, no hay pruebas- con la financiación irregular del PSPV. Sea cual sea su desenlace si hay a alguien que no le interesa hurgar en ese tema es a Ruz, pues los intereses del PP de Elche, ahora, son muy diferentes a los del PPCV, y en concreto a su cúpula. Ruz necesita mensajes en positivo, construir un mensaje, defender su gestión en el pasado, como la creación de un hospital privado, que inauguró cuando él estaba en el gobierno; Bonig y Ortiz necesitan tensión, otra cosa son el sustento de los hechos. A veces, no por dar más ni más fuerte, se acierta. 

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