Los veladores de los locales instalados en el Casco Antiguo.ALICANTE. El segundo contencioso por el conflicto del ruido asociado a la hostelería interpuesto por un particular residente del Casco Antiguo queda visto para sentencia tras la presentación de los correspondientes escritos de conclusiones ante el Juzgado de lo Contencioso número 2. La titular del juzgado deberá dirimir ahora si estima las pretensiones planteadas por el recurrente y también conmina al Ayuntamiento de Alicante a acordar la declaración del Casco Antiguo como Zona Acústica Saturada (ZAS), como ya ha sucedido en respuesta a la demanda formulada por la Asociación de Vecinos del Centro Tradicional en una resolución ahora recurrida por el equipo de Gobierno (PP y Cs) ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJCV).
De hecho, fuentes consultadas por Alicante Plaza precisaron este lunes que el informe de conclusiones, presentado por el recurrente el pasado día 5, se apoya en esa primera sentencia favorable a los intereses vecinales, hasta el punto de reproducir los fundamentos jurídicos que se recogen en esa resolución por lo que concierne a la vulneración de derechos fundamentales de los vecinos.
Además, se alude expresamente al informe pericial elaborado en relación a ese primer juicio por un perito independiente (designado por el propio juzgado) sobre los mediciones captadas en el Centro tradicional y en el Casco Antiguo, a partir de la red de sonómetros instalados por el Ayuntamiento de Alicante en 2017. En ese informe se reflejaba que, en el conjunto del ámbito de ambos barrios analizados a lo largo de 2018, se habían registrado hasta 972 superaciones del nivel máximo de 65 decibelios que permite la Ley de Prevención contra la Contaminación Acústica para el horario diurno.
Así, al margen de solicitar la declaración de una segunda ZAS, el recurrente confirma las peticiones registradas en el momento en el que interpuso la demanda y reclama que se anule el nuevo marco regulatorio aprobado en agosto de 2018, a través de la última modificación del Plan Especial del Casco Antiguo (PECA), por la que se amparaban nuevas modalidades de locales hosteleros con ambientación musical.
En esta línea, también reitera su petición para que se inste a la administración a realizar comprobaciones de licencia de los locales ya existentes en cuanto se produce una transmisión y que se contemple la posibilidad de revocar los permisos concedidos en caso de que se constaten incumplimientos. Por último, el recurrente exige que se restrinja las autorizaciones de terrazas interiores en los patios internos de varios edificios.
Los vecinos denuncian la suspensión de funcionamiento de la red de sonómetros municipal durante el pasado fin de semana
El cierre de este segundo contencioso ha coincidido, además, con otra nueva queja manifestada por los residentes del Casco Antiguo respecto al cese de funcionamiento de la red de sonómetros municipales que se habría registrado a lo largo de todo el fin de semana, entre el viernes y el domingo. Según pudo constatar este diario, en ese periodo no se volcó ningún dato en enlace habilitado a través de la página web municipal para conocer en tiempo real el nivel de emisiones sonoras que se alcanzan en puntos especialmente conflictivos de ambos barrios. Este diario también pudo constatar que el sistema volvió a estar operativo a partir de este lunes.
Por lo pronto, tras conocer la suspensión en la publicación de las mediciones, el portavoz del grupo municipal de Compromís, Natxo Bellido, recurrió a la ironía para expresar su confianza en que "la primera medida para aplicar la sentencia de la ZAS no sea la de apagar los sonómetros". "En cualquier caso instamos al bipartito de derechas a poner remedio a esta situación y no dejar pasar las fechas navideñas, donde se produce una contentración de la actividad de ocio, para poner remedio a esta situación", concluyó.
