Una idea que puede resultar paradójica pronunciada por un psicólogo, ya que parece estar alentando a los consumidores y consumidoras de su libro a ser sus propios profesionales de la salud mental, prescindiendo de intermediarios como el propio Santandreu. Compara la situación con "estudiar inglés yendo a clase o por cuenta propia; se puede aprender de ambas formas. Sin embargo, resulta más fácil con un profesor porque te obliga a hacer deberes y te lo da más mascado. Pero si aprendes a hacerlo por tu cuenta, podrás llegar tan lejos como quieras", anima.
El libro, dividido en tres apartados -Todo lo que debes saber, Todo lo que debes hacer y Psicología conductual y mindfulness-, proporciona herramientas para, por ejemplo, "combatir la necesititis, la enfermedad del siglo XXI, la creencia de que necesitamos mucho para estar bien: pensamos que nos hace falta tener un buen trabajo, un piso en propiedad, pareja, hijos, ser extrovertidos, muchos amigos, ser delgados, estar en forma y mil cosas más... Y si fallamos en alguno de estos atributos somos un fracaso, ¡un gusano!", muestra el miedo de la sociedad a quedarse corta, a no ser suficiente.
Tras el éxito de otras obras escritas bajo su misma firma como El arte de no amargarse la vida, Ser feliz en Alaska o Las gafas de la felicidad (libro de autoayuda más vendido en 2014 y 2015), llega esta especie de tutorial guiado desde la distancia, el cual pretende colaborar en esa suma de más de un millón de ejemplares vendidos en todo el mundo entre todas sus creaciones literarias. Nada es tan terrible lleva como apellido La filosofía de los más fuertes y felices, debido a que "la fortaleza emocional se basa en una serie de valores y creencias que apuntalan tu vida. Por ejemplo, que necesitamos muy poco para ser felices, solo el agua y la comida del día; no un gran trabajo ni mucha seguridad ni siquiera salud. Pero has de meterte esos principios a fuego en la mente", reitera el método.
Garantiza, además, que "la gente más fuerte y feliz no terribiliza jamás. Es decir, está convencida de que suceda lo que suceda, podrá hacer cosas valiosas por sí misma y por los demás. Así pensaba Stephen Hawking, el científico en silla de ruedas que, ese a no poderse mover, fue un gran físico y una persona muy feliz", ejemplifica. Son las "exigencias hacia uno mismo y hacia los demás, las obligaciones y las tensiones del mundo loco que creamos los humanos" -considera el autor- las que han provocado un aumento en la cifra de personas que padecen ansiedad, la que se ha llegado a catalogar como la epidemia silenciosa del siglo XXI. "Nos quejamos de lo que presuntamente nos falta en lugar de disfrutar de las comodidades infinitas que nos ofrece la vida moderna", exalta la sensación constante de querer más.
Y es que el libro también proporciona herramientas para tratar de reducir los ataques de ansiedad: "Tenemos que aprender a dialogar con nuestra mente, convencerla de que no nos mande mensajes erróneos porque no ocurre nada grave; no hay ningún tigre ahí afuera. La mente a veces se equivoca y envía ansiedad para que te protejas de un peligro que no existe", acusa. Y argumenta en favor del cuidado de la salud mental y de las visitas a terapia -lo que resulta un tema tabú- que "asociamos la ansiedad o la depresión a la esquizofrenia, es decir, a la locura. Y no tienen nada que ver. Todos tenemos episodios de nervios o tristeza y aprender inteligencia emocional no tiene relación con la locura, sino con ser más feliz y amar más la vida", sentencia Santandreu.