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posibles propuestas de pp y pspv-psoe, pendientes de madrid

Cs 'se deja querer' para gobernar en Alicante: ¿salvar o hundir al PP?

29/05/2019 - 

ALICANTE. El escrutinio de las elecciones municipales del 26 de mayo deja a Ciudadanos (Cs) sin ninguna Alcaldía de referencia en la provincia de Alicante. Sin embargo, lo coloca en la envenenada tesitura de poder decantar varias de ellas. En algunas operaciones, hasta puede ser el partido que las ostente. El caso más relevante que está en juego es el de la propia capital, en una operación en la que Cs se enfrenta realmente a la decisión de salvar o hundir al PP: tiene a su alcance la posibilidad de sustentarlo, o de laminar su poder territorial, bloqueando su acceso a los gobiernos del Ayuntamiento de Alicante y de la Diputación. 

Para ello, le bastaría cerrar un hipotético acuerdo con el PSOE, que ya ha mantenido contactos informales con dirigentes autonómicos de Cs, con los que los socialistas trasladan al partido de Albert Rivera toda la presión sobre el futuro del PP. Y, de paso, también desestabilizan a los de Pablo Casado en la Comunitat. 

La realidad indiscutible es que los cinco concejales conseguidos por Cs en Alicante pueden ser determinantes (que no definitivos) para decidir la identidad del próximo alcalde. Por lo pronto, si Cs quiere, podrá gobernar. Tiene sobre la mesa dos ofertas: una del PP y otra del PSOE. Y en este caso, la decisión complicada no es solo aceptar o rechazar, sino -en el caso de aceptar-, con quién y cómo gobierna. 

En estos momentos, existen hasta tres aspirantes con posibilidades más o menos reales de convertirse en alcaldes. Y los tres dependen fundamentalmente (que no exclusivamente) de la posición que adopte Cs sobre esas ofertas oficiosas que ya están sobre la mesa. Esos tres nombres en liza son los de Luis Barcala (PP), Paco Sanguino (PSPV-PSOE) y la propia candidata de Cs, Mari Carmen Sánchez.

Barcala puede tomar la Alcaldía como candidato de la lista más votada, sin necesidad de pactos de investidura. De hecho, en la noche electoral ya descartó la opción de negociar un acuerdo de gobierno a tres bandas en el que se incluyese a Vox, lo que le permitiría garantizarse una mayoría absoluta de 16 concejales (PP, 9; Cs, 5 y Vox, 2). Con todo, sí ofreció a Cs la posibilidad de constituir una alianza para compartir competencias. Juntos sumarían 14 concejales, a uno de la mayoría absoluta (15 ediles de 29 posibles). Si no se da una alianza alternativa que alcance esos 15 representantes, el actual alcalde en funciones tendría su reelección asegurada.

La cuestión es que sí existen intentos para conformar esa alternativa, como la que trata de impulsar el PSPV-PSOE con Paco Sanguino. Sus opciones pasan necesariamente por un pacto con Cs. Pero, además, debería contar con el apoyo de otro concejal. PSPV-PSOE y Cs también sumarían juntos 14 concejales, de modo que les faltaría uno. La noche del 26-M, Sanguino habló de abrir una ronda de contactos con los partidos de centro izquierda para formar gobierno, lo que obligatoriamente incluiría a Cs. En esa línea también se pronunció la ejecutiva local de los socialistas, reunida este lunes en Alicante, y el comité ejecutivo nacional del PSPV, presidido por Ximo Puig, también reunido el lunes en València.

CS PREVÉ CONSTITUIR ESTE MIÉRCOLES EL COMITÉ DE PACTOS REGIONAL QUE ELEVARÁ INFORMES DE CADA SITUACIÓN AL COMITÉ NACIONAL 

En principio, el primer escenario planteado por los socialistas sería sumar con Cs para investir alcalde a Sanguino, con los votos prestados de Unides Podem EU (cuenta con 2 concejales) o de Compromís (que también dispone de otros dos). Sin embargo, en la reunión de la dirección nacional del PSPV-PSOE presidida por Puig se trató de darle una vuelta de tuerca a esa oferta para tentar aún más a Cs con un posible acuerdo por el que le cedería la Alcaldía de Alicante. Su candidata, Mari Carmen Sánchez tomaría la vara de mando, siempre que, después, Cs facilitase la investidura de un presidente de la Diputación Provincial de Alicante del PSOE (cuya identidad todavía no se habría concretado).

¿Cuál es la situación de la institución provincial? A falta del recuento definitivo, el PSOE dispone de 14 diputados provinciales, los mismos que el PP. Cs cuenta con 2 y Compromís, con 1. Con la oferta mejorada del PSPV, como mínimo Cs debería abstenerse y permitir que el diputado de Compromís quedase incorporado al nuevo gobierno de la Diputación. La hipótesis que baraja el PSPV es que, además, con esa concesión a Compromís, se facilitaría que los dos ediles de la coalición valencianista en el Ayuntamiento de Alicante apoyasen la toma de posesión de Sánchez como alcaldesa. Con todo, por ahora no parece que esa sea una posibilidad real, a tenor de la posición defendida por Compromís en Alicante.


La realidad es que, hasta ahora, ningún dirigente del PSPV-PSOE ni de Cs ha defendido públicamente la existencia de esa propuesta (Alcaldía por Diputación) que la propia Sánchez llegó a tildar de "globo sonda" y de "cambio de cromos". También la descalificó la actual portavoz municipal del PP, Mari Carmen de España, quien la consideró "irresponsable" por tratarse de un intercambio de instituciones. 

Como mínimo, la propuesta parece arriesgada porque requiere de una conjunción de decisiones poco viables. Y, además, difícilmente justificables, a tenor de los perfiles mantenidos a lo largo del mandato que acaba de finalizar y por el desarrollo de las dos últimas campañas: la de las generales y autonómicas del 28 de abril y la de las municipales del 26 de mayo. Por citar dos ejemplos, Cs se ha referido al PSPV como el PSC valenciano y ha acusado a Compromís de adoctrinar a los niños desde las escuelas. 

Además, de prosperar esa oferta -de momento oficiosa, en un fugaz encuentro entre Puig y Toni Cantó-, los socialistas quedarían retratados por su desinterés hacia Alicante. Podría trasladarse la imagen de que no les importa la ciudad, con tal de ganar poder político con el gobierno de la Diputación. Es decir: daría munición al resto de partidos para acusarles de usar la Alcaldía de la capital como moneda de cambio.

Ahora bien, sí podría actuar como estrategia socialista para desestabilizar tanto a Cs como a PP. A Cs se le traslada que esta es la única oportunidad que tiene de manejar una Alcaldía de peso, la de la segunda ciudad de la Comunidad. De lo contrario, no tendría escenario al que subirse para tener exposición pública. 

Además, se le ofrece la posibilidad de apartar al PP de la Diputación, lo que podría reportar pingües beneficios tanto a Cs (que apartaría del foco a los populares) como al propio PSPV, que conseguiría el control de la última gran institución que todavía se le resiste. Como mínimo, es indiscutible que la mera oferta consigue promover el nerviosismo en las filas populares. Este martes ya se anticiparon los primeros movimientos con el descarte de César Sánchez como posible aspirante a presidir la Diputación.           

¿Qué piensa hacer Cs? Hasta ahora, el partido de Albert Rivera se limita a dejarse querer a la espera de que se despejen dos circunstancias. La primera, que el escrutinio electoral se eleve a definitivo, tanto en la ciudad de Alicante como en el conjunto de los municipios de la provincia. De este último dato, depende el reparto de representantes en la Diputación. Cs podría juzgar mejor en función de lo que suceda con el diputado en disputa en Villena, adjudicado provisionalmente al PSOE este lunes. Y la segunda circunstancia, que el comité de pactos constituido por la dirección nacional para estudiar cada situación -sin vetos a PSOE ni a Vox- evalúe la situación de Alicante y cuáles los escenarios posibles. Por lo pronto, está previsto que Cs constituya este miércoles un comité de pactos regional, que será el encargado de emitir informes sobre cada caso concreto para elevarlos al comité nacional en Madrid, que es quien tiene la palabra válida.

Así, la única conclusión que parece clara es que no se adoptará ninguna decisión definitiva sobre el futuro de la Alcaldía de Alicante al menos hasta la próxima semana. Si se tienen en cuenta los antecedentes, tras las municipales de 2015, Cs adoptó una decisión hasta cierto punto salomónica: votó a favor de la investidura de un alcalde socialista en el tripartito de Alicante (pese a que no era estrictamente necesario) y apoyó la toma de posesión del popular César Sánchez como presidente de la Diputación, tras fijar ciertas condiciones (la primera que la institución no la presidiese José Císcar).

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