SAN VICENTE DEL RASPEIG. El drama socialista en San Vicente no hace más que acentuarse. Poco queda ya de una visión de grupo en el actual PSOE, que se aleja de la unión partidista para dejar paso a nombres propios. A estas alturas, ya es más que latente la fractura en dos bandos -no igualitarios-, uno liderado por el alcalde, Jesús Villar, y otro por el que fue portavoz del grupo socialista, José Luis Lorenzo, que fue cesado hace unas semanas junto a la jefa de prensa y secretaria general de Joves Socialistas, Ana Belén López. Así como también es evidente quién juega en cada equipo. Y jugar, aquí, significa sacar la artillería pesada, las amenazas, las tácticas propias de una relación tóxica, los victimismos estratégicos y las conspiraciones -no tan- silenciosas.
Fuentes políticas han confirmado a Alicante Plaza la existencia de, al menos, dos grupos de WhatsApp paralelos en los que únicamente tenía presencia la parte lorencista del grupo socialista, formada por 8 ediles de los 10 que tiene el PSOE en San Vicente , excluyendo de ellos al alcalde y a Asunción París, la edil que se mantiene de su lado en la corporación municipal. En estos canales de comunicación selectivos -bautizados como Copenhague y Ágora Papis- se tomaban decisiones al margen del primer edil y secretario general del partido y se filtraban documentos de forma reiterada, como actas de los órganos municipales, expedientes y otras informaciones que se deben tratar con el grupo al completo.
Unas filtraciones ordenadas por Lorenzo, quien estableció el nuevo modus operandi: enviarlas primero a estos grupos de WhatsApp y, una vez tuvieran el ok colectivo, mandarlas por email al resto, asegurando que "todo lo que se comparta en este grupo será para el progreso del equipo". La afirmación resulta irónica si se tiene en cuenta que había dejado al margen a ciertos miembros. Si bien al principio no todo el mundo veía claro este tráfico de documentos -ya se había recomendado no enviar actas por WhatsApp-, Lorenzo despejó las dudas llamando al pensamiento propio y afeando el "alguien me dijo hace tiempo. Lo de hace tiempo ha quedado soterrado y bajo llave. Piensa; no estamos en Corea del Norte".
Palabras con las que instaba a la libre reflexión y al falso pensamiento propio, dentro de un contexto en el que él decidía la manera de gestionar. Y parecieron surtir efecto, ya que, en adelante, cargos como el de la jefa de prensa, Ana Belén López, o el de la asesora del grupo municipal, Verónica García, enviaron la documentación conforme a las órdenes del exportavoz socialista. Pero esos grupos no se quedaban solamente en la app de mensajería, sino que se materializaban con una reunión semanal a la que el alcalde tampoco estaba invitado. Una especie de Gobierno paralelo para debatir asuntos y decidir estrategias al margen del líder socialista en San Vicente.
Dentro de estas conversaciones a las que ha tenido acceso Alicante Plaza no han faltado las descalificaciones a Villar, tachándolo de "sinvergüenza", "vomitivo" o "capaz de vender a quien se le ponga por delante", que también han salpicado a Asunción París, acusándola de ser la "bulldozer" del alcalde. "Guerra" y "venganza" han sido dos términos a la orden del día clamados por el tándem Lorenzo-Gadea, donde el apoyo de este último ha quedado retratado oficialmente, al dar órdenes y decidir el rumbo de ciertos asuntos, con el privilegio que le aporta ser un histórico del partido, el ex concejal socialista que en 2001 suscribió una moción de censura contra un alcalde del PSOE.
Además de la filtración de documentos y las reuniones 'secretas', las conspiraciones contra Villar traspasan el límite de las amenazas. La traición de los cargos de confianza fue tal que la exjefa de prensa llegó a reconocer en uno de los grupos que lo que le "pide el cuerpo es cortarle el cuello a Jesús Villar y a todos sus seguidores y enterrarlos en lo más profundo de estas nuestras tierras del Raspeig". Acto seguido, aseguraba que guardaría sus "ganas de matar en un cajón" si se decidía una estrategia en favor de "no dañar la imagen. Matarlo ahora sería hacerlo un pobre mártir; lo tiene todo hilado para eso".
Cuando se cumplía un año desde la toma de posesión, Lorenzo quiso hacer balance antes de despedirse como portavoz del grupo municipal socialista y ceder el testigo a Jesús Arenas. En este vistazo al recorrido político concluyó no estar satisfecho con algunos y algunas ediles, acusándoles de "no cumplir" con sus expectativas y de "vivir de las rentas de otros miembros", haciendo suya la que denomina como "táctica villarista, la ley del mínimo esfuerzo". Pero no es precisamente la falta de iniciativa el mayor fastidio de Lorenzo, sino la falta de implicación en la purga contra Villar: "Estoy cansado de andar junto a concejales dóciles con comportamientos pelotas, porque en el fondo no saben o no quieren enfrentarse a Jesús Villar o a Esquerra Unida".
Un "acompañadme en esta guerra a la que yo os he traído", en la que, dice Lorenzo, lamenta el "nivel tan bajo de concejales, porque al final refleja mi nivel, ya que yo fui quien os llamó a formar parte de esto". Además, critica que ciertos ediles "hagan suyas las propuestas del veterano de guerra Bevià" (socio en el gobierno por parte de EU) o "entren a las videoconferencias de Jesús Villar para hacerle el caldo en reuniones totalmente estériles". Y no pasa por alto en esta dedicatoria la oportunidad de remarcar el poco empuje: "Algunos no hacen ni el huevo y se aprovechan del trabajo de otros concejales. Otros atufan a dóciles jóvenes valencianizados que, con tal de entrar a una ejecutiva nacional, prefieren no confrontar y no mancharse de barro, no vaya a ser que se trunque su carrera".
Como consecuencia de esta falta de iniciativa, el edil alienta al grupo a buscarse otro portavoz, evitándose así "persuadir o engañar a la gente sobre la gestión. Lo de que Josete (José Luis Lorenzo) no lidera, no hará falta que lo digáis más. Buscaos otro oráculo, porque vuestra dependencia ideológica no la voy a poder colmatar yo". Entre esta lluvia de halagos también aconseja cambiar el nombre del grupo de WhatsApp por CBSF, o como él explica, "Concejales Bienquedas Sin Fronteras".
El que fue teniente de alcalde, portavoz del grupo municipal socialista y responsable de las áreas de Presidencia, Gobernación y Administración General es ahora un concejal con voto, pero sin competencias, al retirárselas Villar hace ahora dos semanas. Casi un año antes, en mayo de 2020, Lorenzo ya dejó constancia del desencanto que sentía al formar parte del equipo de gobierno, rechazando al primer edil y manifestando ser "copartícipe de esta mentira de proyecto que encabeza una alcalde en el que no creo y que cada vez va a peor. Siento que estamos engañando a la ciudadanía".