ELCHE. Las aguas vuelven a su cauce con el inmueble de Nuevos Riegos El Progreso. La Conselleria de Cultura ya ha resuelto el recurso de alzada interpuesto por los propietarios del inmueble tras la suspensión cautelar de la licencia de demolición que el Consistorio les había otorgado. Ahora se estima parcialmente dicho recurso, que coincide con una de las alegaciones que hizo en su momento el Ayuntamiento, quien defendió en todo momento que había actuado acorde a la ley. Con esta resolución, por tanto, Cultura autoriza la demolición del edificio, condicionada a que antes se realicen catas arqueológicas en la zona.
Así pues, el centro de Elche volverá a vivir una situación similar a la del Mercado Central, aunque a pequeña escala. La Dirección General de Cultura y Patrimonio autoriza a la propiedad del centenario inmueble, en cuyo interior se encuentra la histórica sala de venta de agua, a su demolición para su ulterior construcción de un edificio de oficinas. Sin embargo, antes se tendrán que realizar catas arqueológicas en el espacio de la sala de venta de aguas. A pesar de que el tripartito no logró sacar adelante la ampliación de protección arqueológica como le encomendó la Conselleria, porque la oposición se abstuvo en la votación, la realidad es que la administración autonómica lo está aplicando de facto: para realizar obras que impliquen remoción de tierras, Cultura ha de dar el permiso y supervisar la actuación. En ese sentido, el inmueble se encontraría dentro de ese nuevo perímetro, el Núcleo Histórico Tradicional.
De momento aún no hay plazos porque la resolución es reciente, y serán los propietarios del inmueble quienes decidan a quién contrataran y cuando para realizar las catas, ya que son los interesados en la construcción del inmueble. Poco más se sabe de estos plazos, pero hay que tener en cuenta que posiblemente unas excavaciones podrían suponer de nuevo la paralización del tráfico en Filet de Fora, una de las arterias del centro, ya que la vía atraviesa la ciudad de norte a sur, lo que supuso numerosas quejas vecinales y comerciales por el cierre del tráfico. Puede que sea pronto porque no se puede alargar más de dos meses la suspensión cautelar de la paralización de la licencia de demolición.
En el caso de que se encuentren restos, se tendrá que poner en conocimiento de la Dirección General de Patrimonio y si son relevantes actuará y decidirá sobre los mismos y el futuro del proyecto. Asimismo, sigue la interposición del recurso contencioso administrativo, tras el silencio autonómico sobre requerimiento municipal previo. Hay que recordar que el Ayuntamiento otorgó la licencia de demolición sin la realización de las actuaciones arqueológicas previas, porque consideró que en la ubicación de la sala de venta de aguas no tiene la consideración de Bien de Relevancia Local (BRL). Es una de las diferentes perspectivas que se tienen sobre el asunto, ya que Urbanismo sostiene que la fachada del inmueble ya no está incluida en el Catálogo de Edificios Protegibles de 1998 —sí lo estaba en el de 1986—, algo interpretable según denunciaron varios colectivos.