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tribuna libre / OPINIÓN

XXII aniversario del palmeral como Patrimonio Unesco, nada que celebrar

1/12/2022 - 

Como cada año por estas fechas, nuestro alcalde y algunos concejales desempolvan la carpeta sobre el Palmeral que tienen guardada en el fondo de un cajón para, mediante emocionantes discursos, elogiar este maravilloso “bosque de palmeras”, de belleza extraordinaria y señal de identidad ilicitana, único en el mundo, etc, etc.

Pero, así como el año pasado nos congratulábamos todos de haber conseguido que Les Corts aprobasen la nueva ley de Protección del Palmeral, este año no se nos ocurre nada para celebrar este aniversario.

Seguimos con la ficha en la misma casilla del parchís, sin que se hayan producido avances significativos. No se ha finalizado el tan prometido Plan Especial del Palmeral (documento indispensable para cualquier espacio ambiental de la importancia de nuestro palmeral), del plan de Uso y Gestión no se ha escrito ni una línea y el nuevo Patronato aún no se ha constituido.

Bien es cierto que se han empezado las obras de reconstrucción de la casa del Hort del Gat (pero ¿en qué le beneficia al Palmeral alojar en ella un Casal Fester?, en nada, al contrario) y la del Hort de Pontos (que aún no se sabe muy bien para qué va a servir, probablemente haya cola entre los cientos de asociaciones de todo tipo que hay en Elche para cedérsela, como se ha hecho con otras casas tradicionales del Palmeral). Y no olvidemos “La Regeneración del Hort del Rastoll” (o sea, un nuevo jardín en el Palmeral y con más hormigón que tierra) y el proyecto de huerto urbano de Travalón (no hay dinero para terminar el de Felip y ya proyectamos uno nuevo, esperemos que aquel tenga más fortuna y consigan acabarlo). Por último, ha salido a licitación la realización del inventario de los bienes a proteger por la ley del Palmeral, más vale tarde que nunca, el último censo de palmeras ya pinta canas.

Sin timón ni brújula, nuestro Palmeral, con sus miles de palmeras (elevadas cimeras vigías perennes), solo pide que reconozcamos que durante 1.200 años ha sido el proveedor de alimentos, riquezas y prestigio de esta ciudad, que merece más que palabras y promesas. Este Palmeral necesita que se vuelvan a poblar sus bancales con el trajín del agricultor/a, con el zumbido de las abejas y abejorros, con el trinar de los pájaros y los gritos de los niños/as.

El sábado pasado, en la I Festa del Palmeral, que se celebró en el Hort urbà de Felip, hubo un sentimiento de felicidad generalizado, el magnífico entorno y las actividades que se realizaron, todas en relación con la cultura de las palmeras, nos enriquecieron y alegraron.  Las asociaciones que participamos en la Festa tuvimos la ilusión por un día de que es posible, que entre todos se puede reactivar el Palmeral, darle vida, que se puede mejorar la nefasta gestión actual del mismo en términos mediambientales, agrícolas y turísticos. 

Somos conscientes de que es necesario conseguir también que el sector empresarial y los agricultores se sumen, que unos se sigan animando a dar nuevos aprovechamientos a los productos derivados de las palmeras y otros colaboren en la activación agrícola del Palmeral. 

Pero todo este esfuerzo no servirá de nada mientras nuestros políticos no abandonen el papel de “perro del hortelano”, y no sean conscientes de la enorme lista de Servicios Ecosistémicos que nos ofrece ya el Palmeral y que nos puede ofrecer aún; unos económicos, otros de regulación del entorno y del clima, por supuesto culturales, tiempo libre y ocio, pero también para la mejora de la biodiversidad y de la salud de los/as ilicitanos/as.

El Palmeral de Elche es un regalo, no una carga, pero en el gobierno municipal aún no lo saben, prueba de ello es la pobre presencia del Palmeral en los planes para la capitalidad verde Elche 2030. Lo que va a diferenciar a Elche de las otras candidaturas no serán los autobuses eléctricos, la recogida selectiva de basuras o los carriles bici, lo que nos daría ventaja sobre ellas es tener un Palmeral bien gestionado.

Es necesario, es imprescindible que los huertos de nuestro Palmeral histórico se abran a proyectos de desarrollo agrario, que la colaboración público privada, hasta ahora utilizada para usos hosteleros (parques municipal y deportivo) o festivos (parque multiaventura), participe activamente, ofreciéndolos, cediendo el Ayuntamiento el uso de los huertos públicos para el desarrollo de proyectos agrícolas, en concordancia con los criterios de autenticidad señalados en la declaración de Patrimonio Mundial de la UNESCO y con lo establecido en la Ley del Palmeral. Ese sería el Palmeral vivo, el paisaje real, no fosilizado, que desde Volem Palmerar pensamos que hemos de dejar a las próximas generaciones.

*Susi Gómez Vives, en nombre de Volem Palmerar, asociación que preside

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