ALICANTE. La ONG WWF en España, junto a Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace y SEO/BirdLife solicitan, en un comunicado, "coordinación entre administraciones ante el vertido de pellets del buque Toconao, que está llegando a las costas de Galicia y del Cantábrico. Es necesario tomar medidas urgentes y rigurosas por la gran dispersión de estos microplásticos y su potencial impacto sobre la biodiversidad, especialmente al existir indicios de toxicidad, tal como ha comunicado la Fiscalía de Medio Ambiente afirman en su nota de prensa.
Según las organizaciones ecologistas, "millones de gránulos de plásticos de menos de cinco milímetros (pellets) llevan semanas llegando a la costa gallega y ya han llegado a la costa asturiana. El buque de bandera liberiana Toconao perdió el pasado 8 de diciembre un contenedor que transportaba 1.050 sacos de 25 kilos de este producto frente a la costa portuguesa de Viana do Castelo".
En este caso, añaden que "la nueva crisis ambiental que vive la costa gallega llega en este caso en forma de microplásticos. Los pellets de plástico PET son pequeños gránulos (menos de cinco milímetros) que se usan como materia prima para la producción de plásticos. Millones de estos pellets llevan semanas llegando a la costa gallega, extendiéndose el problema, en estos momentos, a Asturias, mientras que Cantabria y País Vasco se encuentran en estado de prealerta y han activado ya sus planes de emergencia".
Se conoce la llegada de estos pellets plásticos desde el 13 de diciembre de 2023, mientras que la Xunta activó el Plan Territorial de Continxencias por Contaminación Mariña Accidental (CAMGAL) el pasado 5 de enero, y no ha sido hasta hoy (9 de enero de 2024) cuando ha elevado la situación al nivel de emergencia que requiere la situación. Los protocolos están para aplicarse cuando se dan las circunstancias. Dada la dispersión de los pellets, así como la dificultad y urgencia en retirarlos, valoramos positivamente que se puedan reforzar los equipos de limpieza con el nuevo nivel de alerta tal y como ha hecho Asturias. Se debería haber activado urgentemente el plan de contingencia por contaminación marina accidental ante las primeras noticias del accidente del buque y la aparición hace casi un mes en los primeros días de tales volúmenes de microplásticos en las playas gallegas.
Las organizaciones ecologistas observan con preocupación la reacción de la Xunta de Galicia ante el vertido, que recuerda amargamente a la que tuvo con la marea negra del Prestige en 2002 y 2003 y la falta de coordinación con el Gobierno central. Las organizaciones piden a la Xunta rigor científico y transparencia. El Gobierno gallego debe contar con el asesoramiento de los prestigiosos grupos de investigación de contaminación marina implantados en Galicia. Las organizaciones ecologistas pedimos que no se haga un uso partidista de la catástrofe y se unan fuerzas para luchar contra el impacto a largo plazo del vertido, depurar responsabilidades y reforzar la normativa en la producción, transporte y consumo de plásticos.
Si las operaciones de limpieza no se realizan adecuadamente según el tipo de hábitat afectado, el impacto en el medio puede agravarse como se han visto en muchas otras catástrofes por contaminación marina. El CAMGAL prevé la recogida y regulación de la actuación del voluntariado en las tareas de respuesta, diferenciando entre el voluntariado profesional del mar y el voluntariado no profesional en las operaciones en tierra. Los equipos de limpieza tanto profesionales como voluntarios deben estar bien coordinados, supervisados por expertos en descontaminación y seguir las recomendaciones establecidas.
El daño de este vertido en el ecosistema se suma a otras muchas presiones ambientales que sufren las aguas gallegas. Debemos tener en cuenta las lecciones del Prestige y otras catástrofes ambientales, asegurando un seguimiento adecuado a largo plazo de la presencia e impacto de estos gránulos en el ecosistema y su vida salvaje; así como identificar posibles actuaciones necesarias para la restauración de los hábitats.
Actuaciones como la monitorización de playas para identificar presencia de plásticos (para lo que existen recursos como la App Marnoba) o de fauna orillada (que puede recogerse en la App ICAO), así como realizar necropsias sistemáticas a la fauna orillada, deberían implementarse de forma sistemática para poder contextualizar adecuadamente estos problemas. Además es importante a la hora de valorar el daño ambiental causado y posibles indemnizaciones por parte de las empresas responsables del vertido.
Las organizaciones ecologistas valoramos positivamente la apertura de diligencias por parte de la Fiscalía de Medio Ambiente ante los indicios de toxicidad y posible delito ambiental. La empresa armadora propietaria del buque portacontenedores Toconao, con bandera de Liberia, no puede quedar impune ante este presunto delito ambiental y como mínimo debe hacerse cargo de los costes de restauración bajo la premisa “quien contamina paga”.
Las organizaciones ecologistas calificamos la situación grave para el medio ambiente, y ahora que las cuatro comunidades autónomas afectadas, tanto la Xunta de Galicia que ha activado el nivel 2 del Plan de Contingencias en Galicia (Camgal), así como Asturias, Cantabria y País Vasco que han activado los suyos, solicitamos colaboración entre las administraciones para resolver el problema ambiental y que no se repita una pesadilla en la gestión de una crisis ambiental.
La nueva crisis ambiental tendrá consecuencias aún por determinar pero ilustra el problema global causado por la dependencia a los plásticos y muestra la urgencia de la aprobación del Tratado Global contra la Contaminación por Plásticos, que está en estos momentos en negociación por el Grupo de Trabajo de Naciones Unidas.