ELCHE. Alrededor de medio centenar de firmas son las que han recogido vecinos de la Avenida de la Comunitat Valenciana y que tienen enfrente el mercado provisional. Un motivo por el que presentaron días atrás un escrito pidiendo la demolición del inmueble, y en el que aseveran que han firmado también arquitectos y urbanistas que discrepan de que se pueda consolidar en zona verde el edificio. Así lo señalaron también de hecho en sus alegaciones la asociación de Ruskin Coffee, aludiendo por otra parte a una sentencia de una situación similar que falló a favor de mantener la zona verde. En cualquier caso, el alcalde Carlos González se reunirá con los vecinos antes del 15 de julio.
Así se les trasladó hace unos días desde alcaldía, con una reunión que está aún por concretar pero que a priori se fijará antes de la mencionada fecha, a la que acudirá un pequeño grupo en representación de los vecinos. Asimismo, desde el Ayuntamiento se les ha trasladado que hay interés en la reunión, e incluso que podría no haber nada definitivo sobre este asunto, a pesar de que el Consistorio ya ha puesto en marcha la maquinaria para la recalificación de suelo de diversos espacios para poder hacer el encaje en el Plan General que permita consolidar el provisional, rehabilitar el Mercado Central para uso de gastronomía vinculado al ocio y L'Escorxador como uso cultural y no solo dotacional. Un encaje del que ha quedado fuera el suelo para uso hotelero del Convento de la Merced, pero que no desvirtúa este encaje, cuya clave de bóveda es L'Escorxador, a partir del cual se repartiría la proporción de los distintos tipos de suelo en las otras infraestructuras.
Los vecinos, que llevan cabreados bastante tiempo con la gestión de la situación tras conocer la voluntad de consolidar lo que en la oposición el bipartito calificó de "ilegalidad urbanística", y desde su existencia por los olores, quieren tratar varios temas. Pero la principal premisa de quienes han reunido las firmas es recuperar la zona verde, y para ello pidieron la demolición de todo el inmueble, así como de la terraza que el propio Ayuntamiento aprobó echar abajo en la pasada legislatura con el decreto de Urbanismo que quedó detenido en Aperturas. Los firmantes ven inviable la consolidación del edificio en zona verde, también algunos de los arquitectos con quienes han hablado, por la mencionada sentencia. Cabe recordar que el propio permiso que otorgó la Confederación del Júcar para construir el mercado fue precisamente provisional por esa condición temporal.
Por otra parte, el Ayuntamiento a través de la empresa municipal Pimesa, que gestiona ahora el inmueble del mercado, planea actuar antes de la hipotética gran reforma para construir un imbornal que impida el molesto olor de los residuos. Mientras tanto, hasta que no se aprueben las recalificaciones de suelo, ahora atrasadas por haber retirado la votación del anterior pleno por la situación del Convento de la Merced, no se puede abordar el futuro de este ni del viejo Mercado Central.