VALÈNCIA (EP). La ciudad de València pone en marcha una experiencia piloto para analizar los efectos que la semana laboral de cuatro días puede tener en aspectos como la salud y el bienestar de sus vecinos, el medio ambiente, y la economía, en especial en el ámbito del comercio, la hostelería y el ocio. El Ayuntamiento va a analizar estos ámbitos sin entrar en cuestiones laborales y en la negociación de estas.
La prueba se lleva a cabo durante un mes al aprovechar, entre el 10 de abril y el 7 de mayo, cuatro lunes festivos. La finalidad de esta iniciativa, de la que se prevé publicar datos en julio, es conocer su repercusión en "aspectos ciudadanos" y no empresariales, financieros o de administración pública solo como se ha hecho en otros países, insisten desde el consistorio.
No se trata de una reducción de jornada, dado que "el cómputo anual de horas trabajadas no se va a ver reducido. "No se trata de un programa de reducción de jornada. Eso no es cuestión nuestra, eso es de la patronal, de los trabajadores y de la negociación -en este ámbito-. Se trata de hacer una prueba, una experiencia" dentro de un "eje de innovación" que está "pensada para las personas", en palabras del alcalde de València, Joan Ribó.
El responsable municipal defiende un modelo de innovación dirigido a "beneficiar a toda la sociedad valenciana": "Trabajamos en cosas que benefician directamente a las personas, muchas de ellas cuestiones organizativas, de organización de la sociedad".
Con esta iniciativa, València se convierte en "la primera ciudad del mundo en hacer un proyecto piloto sobre una jornada laboral de 32 horas durante un mes" con un enfoque ciudadano y no empresarial.
De este modo, la experiencia se lleva adelante a partir de la festividad de hoy, 10 de abril, Lunes de Pascua; del 17 de abril, San Vicente Ferrer; del lunes 24 de abril, al que el consistorio ha trasladado el día festivo de San Vicente Mártir que tuvo lugar el 22 de enero; y el 1 de Mayo, Día del Trabajo.