decreto de suspensión de actividad con orden de subsanación 

Urbanismo cierra un restaurante gestionado por la exedil García-Romeu por deficiencias en su licencia 

31/10/2017 - 

ALICANTE. La Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Alicante decreta la suspensión de actividad de otro establecimiento no ajustado a los requisitos establecidos en la normativa en vigor, según los técnicos municipales del servicio de disciplina. Se trata de un restaurante-pizzería que ocupa las tres plantas de un edificio de la calle San Francisco y que, según las fuentes consultadas, abrió sus puertas hace cerca de un mes. Se da la circunstancia de que entre su "equipo directivo" figura, precisamente, quien fuese concejal de Urbanismo por el Partido Popular (PP), además de portavoz del equipo de Gobierno, durante el pasado mandato (2011-2015): la ya exedil Marta García-Romeu, una de las más estrechas colaboradoras de la exalcaldesa Sonia Castedo, ahora apartada de la primera línea de la actividad política. Así consta, de hecho, en el portal web del propio restaurante, en el que se da cuenta de las cuatro personas que impulsan el negocio hostelero, a través de una ficha descriptiva de las funciones y cualidades de cada una de ellas.

En concreto, el epígrafe sobre la exrepresentante del PP incluso da cuenta de su experiencia en el ayuntamiento. "Durante una etapa muy importante de mi vida, tuve la suerte de ser elegida cargo público de mi ciudad, Alicante. Lo que me ha permitido trabajar para hacer una ciudad mejor y mejorar la calidad de vida de los alicantinos y de las miles de personas que nos visitan cada año, gestionando áreas como turismo, fiestas o urbanismo, entre otras", detalla el texto difundido en la página web. "Sin duda, una etapa que me ha permitido dar todo de mi y obtener grandes satisfacciones personales, marcando mi evolución personal y profesional", explica. Y continúa, para precisar cuáles son sus funciones en el negocio: "En estos momentos, formo parte del equipo promotor de un sueño, el sueño americano. La amistad, afinidades personales y la puesta en marcha de un gran proyecto nos ha unido a un grupo de personas complementarias entre las que me encuentro, donde todos aprendemos de todos cada día. En mi caso, aportando un perfil más comercial, de coordinación de equipos y recursos humanos, además de las cuestiones técnicas acordes con mi perfil profesional". 

La sociedad titular del establecimiento codirigido por García-Romeu, Lonely Mountain (domiciliada en El Campello), presentó la preceptiva declaración responsable indispensable para iniciar su actividad el pasado mes de agosto. Esa declaración es un paso administrativo que permite el funcionamiento de todo negocio de manera provisional. En ella, se detalla en qué consiste la actividad que se pone en marcha y se enumeran todas sus características, para que, después, la administración pueda evaluarlas (por turno de presentación) y conceder -o no- la correspondiente licencia. 

La cuestión es que, según las fuentes consultadas, la unidad de disciplina urbanística de la Policía Local giró una inspección al local durante el puente de la Hispanidad, después de que se presentasen varias quejas vecinales sobre las supuestas molestias generadas por el restaurante. En concreto, en esos escritos se denunciaba problemas con la extracción de humos y por el ruido asociado a la emisión de música en el ático del edificio. En esa visita, los agentes confirmaron que en esa planta se había instalado altavoces y que el local funcionaba sin disponer todavía de la licencia de apertura.

A la vista del acta levantada por la Policía y de la documentación presentada por Lonely Mountain, el departamento de control de obras certificó varias deficiencias técnicas que afectaban a la salida de humos, a las medidas de las escaleras, las dimensiones del baño o a la inexistencia de una evaluación acústica en horario nocturno, entre otros puntos. Con todos esos elementos de juicio, los técnicos municipales consideraron que procedía ordenar la suspensión de actividad hasta que se subsanasen esos problemas y se emitiese un informe favorable sobre su licencia de apertura. El concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón (Guanyar), firmó ese decreto a finales de la semana pasada y, según las mismas fuentes, quedó notificado a lo largo del fin de semana. De hecho, el restaurante permaneció cerrado este lunes.

Según pudo confirmar Alicante Plaza, en ese decreto de suspensión de actividad se concede un plazo de 15 días a la empresa titular del restaurante para que subsane las deficiencias detectadas. Es el supuesto habitual que rige en todos los casos en los que se detecta que un negocio en funcionamiento no se ajusta a las condiciones requeridas. Sucedió en septiembre, por ejemplo, con el local de la cadena TGB situado en el Portal de Elche, sobre el que también se dictó un decreto de suspensión de actividad por deficiencias de funcionamiento. Y también con la sala de fiestas situada en el muelle de Levante, Marmarela, después de que la Policía constatase que no se había tramitado la preceptiva licencia después de que la Autoridad Portuaria diese por extinguida la autorización de ocupación de suelo que sus responsables obtuvieron hace tres años.

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