TRIBUNA LIBRE / OPINIÓN

Una oportunidad para Elche

27/02/2022 - 

ELCHE. Desde que en junio de 2019 visitamos en su totalidad el antiguo Convento de la Merced y constatamos, con estupor, el lamentable estado de conservación que presentaba, nuestra obsesión ha sido salvar el edificio, sin duda el mayor tesoro artístico arquitectónico de nuestra ciudad.

La herramienta elegida para ello fue la concesión administrativa para implantar un uso hotelero en este venerable monumento como medio idóneo para revitalizar el centro histórico, generar la afluencia de un turismo de calidad vinculado a la cultura, la historia y al patrimonio de Elche (el hotel se tematizaría con los patrimonios de la humanidad que la ciudad posee), implementar una oferta de ocio y eventos culturales de un calado desconocido hasta la fecha y permear el interior del edificio para que sus partes más relevantes sean de libre acceso a la ciudadanía. 

Propuestas similares se pueden encontrar actualmente en innumerables enclaves históricos por todo el territorio europeo. En estos años de intenso trabajo, hemos pulsado la opinión de empresarios, comerciantes, partidos políticos y ciudadanía en general, recibiendo un gran apoyo, lo que nos condujo el pasado octubre a presentar finalmente la propuesta, acompañada de un sólido estudio de viabilidad.

Hace pocos días se acordó en sesión plenaria, proponer elevar a bien de interés cultural (BIC) el convento o, al menos, las partes del mismo dignas de tal cobertura. Es una gran noticia ya que es una asignatura pendiente de nuestra ciudad. Si finalmente no prosperara nuestra propuesta, al menos habrá provocado elevar el grado de protección del edificio. Es alarmante que haya que tenido que ser la iniciativa propositiva de un grupo de preocupados ilicitanos el detonante de este acuerdo.

Desde el principio trabajamos con la hipótesis de que existía de facto ese grado de protección haciendo compatible con él nuestra propuesta. Los espacios y elementos más relevantes serán estrictamente preservados restaurándose a su estado original y se mantendrán íntegros su valor y su contenido. De hecho, la elección del uso hotelero, se debe a su parecido con el uso original. 

Todo convento posee una morfología muy similar al de una hospedería, dispone de amplias zonas de convivencia, claustro, refectorio, jardines e iglesia, normalmente en planta baja, asimilables a restaurantes, jardines y salas de eventos en un hotel moderno. En plantas superiores se sitúan baterías de celdas unidas por largos pasillos. El hotelero es, sin duda, el uso más adaptable a la morfología original del edificio, el menos destructivo y el más respetuoso con su necesaria protección.

Jardín interior del convento, con canalizaciones para recibir agua de la Acequia Mayor. FOTO: PEPE OLIVARES

Leímos hace poco, en importantes medios de comunicación, la ruidosa opinión de los habituales grupos de presión, opinión conformada en tertulias de café y redes sociales, fuertemente ideologizada, opuesta de manera contundente a cualquier tipo de actuación que suene a concesión administrativa, bien engastada filosóficamente, alejada del sentir de la mayoría ciudadana y cuya propuesta alternativa sería ver caer, en glorioso y romántico estruendo, el patrimonio arquitectónico. 

Sorprendentemente, a pesar de su encono, no tendrían inconveniente en asistir a tal derrumbe desde la cómoda mesa del magnífico restaurante del hotel de 5* ubicado en el antiguo Convento de los Capuchinos en Segovia o desde el antiguo refectorio del monasterio de Santa María de Retuerta, donde se engalana bajo hermosa tracería gótica el restaurante del gran hotel de 5* que lo alberga. Pero claro, esta propuesta es en Elche, esto nos toca de cerca, no en alguno de esos “exóticos” lugares como Segovia o Valladolid.

No obstante este ruido, pasan de puntillas los explícitos y contundentes comunicados de apoyo de importantes asociaciones de empresarios, comerciantes y turísticas de nuestra ciudad, como por ejemplo AESEC, CEDELCO, ACYSE, ACCE y AETE, representantes de muchísimos más ciudadanos que los grupos de opinión antes mencionados, mucho menos ideologizados y mucho más cercanos al pulso real de la ciudad.

Es también sorprendente la férrea oposición que últimamente expresa el Partido Popular. Observamos en medios escritos y en debates televisivos esta notoria beligerancia, alineada de manera inverosímil con opiniones y partidos fuertemente alejados de su espectro ideológico. Se repite desde su portavocía hasta resultar doloroso el término “privatizar”, más aún cuando hasta hace poco aborrecían su uso cuando se utilizaba en contra de la concesión administrativa propuesta por ellos para el Mercado Central. En fin, este procedimiento no es en absoluto una privatización y es uno de los principales modelos utilizados en España y Europa para la preservación del patrimonio sin cargar (aún más) de impuestos, a los ciudadanos.

Este feroz antagonismo resulta aún más llamativo sabiendo que, cuando les presentamos personalmente la propuesta hace un año y medio, fue recibida con entusiasmo. Solo hace apenas cuatro meses pero con absoluta claridad, se nos comunicó que se opondrían, aunque nos dieron solemne palabra, algo que agradecemos sinceramente, de que se abstendrían en la (posible) votación para la modificación puntual del PGOU, necesaria y previa a cualquier avance.

En breve conoceremos las decisiones municipales al respecto, pero debemos ser conscientes de la gran oportunidad que se abre para la ciudad. Sabremos, en definitiva, si se propicia el avance cualitativo y necesario en la dirección correcta que permita situar a Elche donde se merece en pleno siglo XXI.

* Francisco Rodríguez Navarro y Francisco Sanmartín Sánchez son promotores del proyecto a través de WEL Hoteles

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