ALICANTE (EFE). Lluís Planagumá se ha convertido en el decimoséptimo entrenador que ha sido destituido de su cargo con contrato en vigor en el Hércules desde que el empresario Enrique Ortiz pasó a ser el máximo accionista de la entidad hace casi dos décadas.
El preparador catalán toma el relevo de Claudio Barragán, el anterior técnico que fue fulminado antes de finalizar su contrato hace dos temporadas, en un curso muy convulso en el que también abandonó el banquillo antes de lo previsto el argentino Gustavo Siviero.
El primer entrenador despedido bajo la gestión del máximo accionista, quien ha tenido, según las etapas, mayor o menor influencia en la parcela deportiva, fue Manolo Jiménez, en su segunda etapa en el club, durante la fase de ascenso a Segunda de la temporada 1999/00.
A pesar de que en los últimos años ha permanecido alejado de la gestión del día a día, su socio, Juan Carlos Ramírez, y los directores deportivos que han pasado por la entidad en los últimos años no han disminuido el ritmo de despidos de los primeros tiempos.
Tras el técnico de Benidorm fueron destituidos, con mayor o menor margen de confianza en el banquillo, Miquel Corominas, Álvaro Pérez, Felipe Miñambres, Josip Visnjic, Carlos Granero, José Bordalás, Yosu Uribe, Esteban Vigo, Juan Carlos Mandiá, Quique Hernández, José Rojo 'Pacheta', Manuel Herrero, Luis García Tevenet y los mencionados Claudio y Siviero.
Como curiosidades, Visnjic, en su primer etapa, llegó a ser destituido sin haber comenzado la pretemporada del curso 2003/04, mientras Mandiá ha sido el único preparador que fue despedido en dos ocasiones (2005/06 y 2012/13).
A estos entrenadores se unen otros más que finalizaron la temporada como medida de emergencia por unos meses y luego no continuaron en el club, como Miroslav Djukic, Slavisa Jokanovic y Vicente Mir y técnicos vinculados a la casa que firmaron de forma eventual, como Carlos Luque, Francisco Escudero 'Paquito', Ernesto Llobregat o Joaquín Carbonell.