ALICANTE. Las pesquisas de la Policía que han seguido a los graves incidentes que salpicaron el encuentro entre el Hércules y el Atlético de Madrid B ha permitido la identificación de tres aficionados del Hércules, uno de ellos menor de edad, sobre los que va a actuar tanto el club como la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte y la Fiscalía.
Se trata de tres españoles, uno de ellos de 17 años de edad, que la Policía considera ya responsables del lanzamiento objetos (al menos dos mecheros y bolas de papel), saltar al césped (sin llegar a pisar el terreno de juego) y realizar gestos racistas hacia un futbolista del equipo visitante en el transcurso del encuentro correspondiente a la jornada décima en Primera Federación, disputado en el estadio Rico Pérez de Alicante la noche del 26 de octubre.
El citado comportamiento fue recogido en el acta por parte del árbitro del encuentro (aunque solo parcialmente: no hizo constar los gestos racistas), lo que llevó ya al Juez Único de Competiciones No Profesionales de la Real Federación Española de Fútbol a sancionar al Hércules con una multa de 3.000 euros y un apercibimiento de cierre total del estadio, después de calificar los hechos como alteración del orden de carácter grave.
Ahora bien, la Policía tiene su propia línea de actuación y los funcionarios de la Comisaría Provincial de Alicante ya han dado parte tanto a la Oficina Nacional de Deportes (el órgano del Cuerpo Nacional de Policía que trabaja en coordinación con la Comisión Antiviolencia) como a la Fiscalía del resultado de una investigación que se inició la misma noche de los hechos y en la que ha colaborado activamente el Hércules.
Al menor de edad (pero imputable) se le investiga por la presunta comisión de un delito de odio (el atestado se ha remitido al Ministerio Fiscal, estando por ver si este lo denuncia pidiendo la aplicación del Código Penal o de la Ley reguladora de la responsabilidad penal de los menores), pues se le considera autor de los gestos racistas que fueron captados por las cámaras de televisión. El mismo se encuentra ahora mismo en libertad bajo custodia de sus tutores legales y se expone (la Justicia tendrá en todo caso que pronunciarse; ahora mismo no se ha superado la fase de investigación) incluso a una pena privativa de libertad.
A los otros dos aficionados se les imputan sendas infracciones de la Ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, concretamente el lanzamiento de objetos y la invasión del césped, que conllevarán la imposición de fuertes multas y prohibición de acceso a recintos deportivos por parte de Antiviolencia.
El Hércules, por su parte, les ha incoado expediente disciplinario y puede imponerles, entre otras sanciones, la pérdida de la condición de abonados de acuerdo con el Reglamento de Régimen Interior.