ELCHE. Desde el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex) se ha elaborado un estudio de alternativas a la restauración integral del Vinalopó que a su vez servirá como base dentro de un conjunto de estudios para crear un plan integral de restauración y rehabilitación del río y en el que deberían estar implicadas todas las administraciones, tanto Estado como Ayuntamiento o Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente, desde la que señalan que pueden asumir una parte de este proyecto. Entre ellas, se propone eliminar el hormigonado del cauce y aumentar la sección del mismo a entre 40 y 56 metros, además de otras actuaciones.
Se ha realizado el estudio en toda la cuenca del Vinalopó aunque se ha centrado en el curso principal del mismo, si bien es cierto que estas medidas son extrapolables al resto de la cuenca, como explica el técnico que ha coordinado el estudio, Francisco. M. Cortés. El plan establece que la cuenca está lejos de su estado óptimo y que hay un desequilibrio importante entre el recurso disponible —subterráneo— y el que se utiliza. Se está utilizando el doble de los 48 hm3 que tiene de capacidad. "Sería una situación peor si se explotaran todos los derechos concedidos", explica. De ahí que la Confederación Hidrográfica del Júcar planteara hace unos días que Elche debe reducir por ejemplo su consumo de agua de esta cuenca.
Precisamente en lo que respecta al municipio ilicitano, una de las presiones destacadas sobre el río son las canalizaciones, que surgen en la segunda mitad del siglo XX para actuar contra inundaciones y evacuar rápidamente aguas no depuradas para evitar malos olores. De ahí las secciones revestidas de hormigón y el canal de flujo preferente "que impide el desarrollo de vegetación y hábitats acuáticos y rivereños", señala. Esta presión enlaza con las obras transversales en el tramo alto de la cuenca, con gran cantidad de azudes —muchos de alto valor patrimonial— con mucha presencia también en el tramo medio y bajo.
Así, destaca el estudio las dos presas "de indudable valor patrimonial" en el cauce, que no cumplen las funciones para las que fueron concebidas. Por otra parte, también se identifican en multitud de obras transversales "inadecuadamente dimensionadas o con un incorrecto mantenimiento, ya que obstaculizan el paso de sedimentos de agua". En Elche además, el tramo urbano tras la canalización es un trazado en planta recto y desviado.
Ante esta situación y en la batería de propuestas referidas al caso ilicitano, se propone la renaturalización de los tramos urbanos y periurbanos. Es una medida transversal que se ha aplicado en Elda y que se pone como ejemplo. A grandes rasgos, se plantea eliminar la canalización existente, tanto defensas laterales como solado. "Eso implicaría que para tener la anchura equivalente de la capacidad de desagüe que ahora tiene el cauce hormigonado, habría que aumentar la sección del cauce a unos 40-56 metros". Apunta que se ha analizado y es posible; "está bien detallado en el informe", aclara.
Asevera que se han realizado actuaciones similares en municipios cercanos de la cuenca como Novelda. No obstante, especificó en la presentación que estas actuaciones requieren de un estudio concreto de la intervención, y que en cualquier caso, esa ampliación de la sección depende también de otros factores como el estado de los taludes. Aunque otra alternativa sería extender esa sección del cauce en áreas sin limitación por las edificaciones, como en determinados meandros que funcionen como zonas de amortiguación.
En cuanto al tramo de desembocadura, ha cambiado totalmente con las distintas ramificaciones que tenía en 1929 a un cauce recto y estrecho. No obstante, también se han planteado actuaciones distintas simulando restauraciones hidráulicas por toda su trayectoria dependiendo de las márgenes donde hay edificabilidad y cultivos. Se podrían diseñar y activar distintos brazos para la desembocadura en momentos de inundación para evacuar al agua, con "resultados perfectamente detallados". Por último en lo referido a Elche, también se plantea dentro de la mejora de las sustancias químicas de la depuradora, implantar un tratamiento para eliminar el nitrógeno en la de Algorós. Una EDAR que se planteaba antes de la pandemia sustituir por una totalmente nueva. Aunque ya había quedado parada ante la destitución del director de la Epsar.
Por otra parte, cabe resaltar que hace tan solo un par de meses Margalló-Ecologistes en Acció presentó su propia propuesta de renaturalización del Vinalopó. Desde el equipo de gobierno mantuvieron recientemente una toma de contacto para conocer el proyecto, aunque de momento siguen su propia agenda, destacando la conexión del Pantano con el Hondo con un corredor. En cualquier caso, el alcalde cerró el acto destacando tres puntos del estudio: la renaturalización del tramo urbano, la vigilancia de vertidos no controlados y los deslindes legales.
En cuanto a los objetivos genéricos para la recuperación del río, se plantea alcanzar el uso sostenible de los recursos hídricos de la cuenca, mejorar el estado ecológico del sistema fluvial que forman el Vinalopó y sus afluentes; mejorar la calidad química de las aguas superficiales de las cuencas, recuperar el territorio y continuidad fluvial en el eje longitudinal, transversal y vertical; así como mejorar el conocimiento de la sociedad de este medio y recuperar de forma adaptativa el proceso de recuperación ambiental y socioeconómico.
Para lograr estos retos, se planten distintas actuaciones. Entre ellas destaca por ejemplo reducir la diferencia entre volumen disponible y concedido y revisar concesiones concedidas o priorizar demandas —se ha demostrado efectivo en el Duero—. También redefinir el régimen de caudales ecológicos que se realizan en el Júcar; "esencial conocerlo en el Vinalopó para gestionar el recurso". También aumentar la vigilancia y la colaboración entre administraciones. En cuanto a la flora, revisar la flora existente en las riberas y revegetación con especies adecuadas, pues las especies de cabecera son totalmente diferentes a los tramos medios y bajos del río.
A este respeto, habría que controlar especies exóticas y otros como la caña común, retirándola o cubrimiento con geotextil, evitando la quema de estas formaciones vegetales, puesto que favorece las cañas. O deslindes legales para que el río recupere se territorio de forma natural sugiriendo nuevos tramos, algo que también se está haciendo en el Júcar. También eliminar los mencionados elementos transversales que no tengan valor y obstaculicen el paso del agua, o el retranqueo de las mismas.
Otra de las presiones advertidas es la cantidad de vertidos a cauce y a terreno de las estaciones depuradoras. Los más destacados la Edar de Villena, del Valle del Vinalopó y Novelda/Monfort del Cid. Lo que resta calidad a su agua, y a lo que hay que sumar que los alivios de los tanques de tormenta sin depuración previa, aguas residuales o pluviales liberan contaminantes y sustancias flotantes que quedan atrapadas en la vegetación y otras superficies, lo cual agrava la imagen de degradación.
También vertederos no controlados que no esperaban, con residuos de grandes dimensiones cerca del Vinalopó y su cauce, desde aparatos electrónicos a elementos de construcción y alto potencial de contaminación de las aguas e impacto de paisaje. Entre Especies halóctonas como la caña común o el aumento de otras especies como algunas especies de cactus invasoras, o cangrejo rojo y galápago de Florida en la fauna, así como trucha arcoiris. Ocupaciones del espacio fluvial con sus roturaciones.