ELCHE. El proyecto de nueva depuradora del municipio ilicitano está ahora mismo en el aire. Si bien desde el equipo de gobierno y Aigües d'Elx se había venido trabajando desde hacía tres años, ahora el proyecto ha quedado en stand-by tras el cese del que fuera director de la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (Epsar), Enrique Lapuente. Una decisión que tomó el nuevo consejo de administración a finales del pasado mes de noviembre y que tiene que nombrar en su próxima reunión a un nuevo gerente. Algo que desbarata los planes del bipartito ilicitano: una delegación del mismo tenía pensado hacer una visita a finales de este año a Moraira para conocer su modelo de depuradora como modelo para sustituir la que está situada en la partida de Algorós.
Como ha venido contando este diario, el Ayuntamiento no quiere una rehabilitación de la actual depuradora, sino una nueva que evite los olores de la actual, que llevan siendo motivo de queja vecinal años. Precisamente ese era uno de los ejes determinantes a la hora de visitar la de Moraira, integrada en pleno casco urbano. El quid del proyecto ilicitano residía no sólo en el olor, también en el precio de la reutilización del agua. Lo que paga la Generalitat es la depuración de esta, pero no la reutilización. Se da el caso que por la gravedad y la ubicación en la que está la actual depuradora, los costes operacionales son inexistentes, pero si se trasladase varios kilómetros al sur, sí que habría que cuantificarlos porque hay desnivel y habría que bombear ese agua al norte. Así pues, se entiende que sólo se instalaría al sur si los costes operacionales de la reutilización fueran bajos, por lo que habría que ver también el precio del hectómetro cúbico. En los dos escenarios, si sigue en Algorós o si se desplaza dos kilómetros al sur, como La Hoya o Matola, el escenario que se plantea es una depuradora totalmente nueva.
En ese sentido, el gerente de la sociedad mixta, Javier Prieto, destaca que supone un revés por el trabajo que se venía avanzando desde 2016, "por lo que se han perdido tres años", y añade que con los técnicos salientes se había perfilado un proyecto que apenas supondría olor. Pero los plazos serían otro cantar, podría ser una realidad en cinco años, dado que el plazo para la licitación, permisos medioambientales y demás se contemplaba en dos años y luego la construcción de la misma en algo más, en 36 meses porque es una obra "que puede rondar los 40 millones de euros, muy compleja". Así pues, ahora tanto Ayuntamiento como Aigües d'Elx quedan a la espera de que haya nueva reunión del Consejo de Administración de la Epsar para poder nombrar al sustituto de Lorente. No obstante, Prieto destaca que se ha avanzado en los últimos años la actual planta en eficiencia, ya que de un 16% de autoconsumo en 2014, este año ahora se ha llegado al 35% a través de la cogeneración y el biogas que genera la propia depuradora.
Por otra parte, la sociedad mixta ha quedado excluida en un concurso público de financiación europeo para proyecto como el que tenía ideado Aigües d'Elx para el barranco de San Antón. Suponía una inversión de unos 6 millones de euros de los que Europa podía financiar hasta el 80%, pero no se ha logrado ya que la empresa municipal no ha pasado la segunda fase del concurso. Suponía la laminación de los caudales, porque no es un barranco natural. El barranco termina en el camino viejo de Santa Pola, que antes permitía circular el agua, pero ahora hay mayores volúmenes de agua sin mover, por lo que hacen falta tanques antitormenta que retengan el agua y que esta se pueda reutilizar para riego o crear alguna zona verde, de tal forma que los caudales de ese barranco se aprovechen por los vertidos que recibe. En cualquier caso, al no conseguir la financiación europea, se ha incluido en el nuevo plan director para buscarla en otras administraciones.