ELCHE. El pasado 5 de abril el equipo de gobierno declaraba desierto el concurso para la licitación de dos enclaves emblemáticos que en los últimos años han acogido restauradores para dinamizar la zona a nivel turístico y económico: el del Parque Municipal y el del Parque Deportivo. Sin embargo, la Junta Local de Gobierno aprobará el viernes la adjudicación de este último, la restauración del Parque Deportivo, a Bar Restaurante by Parres, el nombre de la sociedad que gestiona el conocido bar Nóu Nobel de Elche en la calle Vicente Blasco Ibáñez.
El Nóu Nobel se trata de uno de esos bares de toda la vida, y será quien se encargue finalmente de gestionar un restaurante en un importante enclave, en pleno centro, frente al Parque Municipal, cuyo inmueble ha quedado abandonado como el del Parque Municipal, tras la quiebra del emblemático Dátil de Oro y su concurso de acreedores. Un problema menos para el equipo de gobierno, ya que según indican, el pasado 24 de mayo los propietarios del conocido bar mostraron su interés en la adjudicación de la concesión demanial y su conformidad con las condiciones de licitación. Y sin duda, un gran reto para los propietarios, que dan el salto de un bar-cafetería tradicional a un restaurante con mucha proyección turística en pleno centro.
Así pues, antes de que el equipo de gobierno haya tenido que reiniciar la licitación planteando otros términos, la sociedad propiedad de Natalia Vicente se queda la gestión con las mismas condiciones: los dos primeros años tendrán que abonar un canon de 3.413 euros (un 75% del canon final), en la tercera y cuarta anualidad se pagarán 6.826 euros (el 50%) y en el quinto y sexto años 10.239 euros (el 25%). Su canon a partir del séptimo año será de 13.600 euros hasta los 25 años de concesión que estableció el pliego de condiciones presentado en febrero de este año. Además, la mercantil acredita su solvencia con una garantía de 6.781 euros y aporta un seguro de daños a terceros y responsabilidad civil de 600.000 euros.
Con todo, aún queda pendiente la adjudicación de la joya de la corona, el restaurante del Parque Municipal, del que incluso el alcalde envió una misiva a la patronal del sector —a 30 asociaciones y a 170 consultorías— para estimular al empresariado local a asumir la gestión, pero el esfuerzo fue en vano, a pesar de que hubo interesados en su gestión. Precisamente hace unos días el edil de Promoción Económica y Turismo, Carles Molina, señalaba que habría que pensar en fórmulas distintas para abordar la nueva licitación de este importante enclave, en pleno corazón del palmeral. A finales de la legislatura, el primer edil planteó crear una mesa conjunta con Aete —que ya se había ofrecido para asesorar en la licitación— para elaborar una plica que tuviera en cuenta también otros servicios, por ejemplo el ocio o actividades culturales. No es el único servicio de restauración que ha quedado desierto, también la cafetería del Centro de Congresos, hoy forrada con grandes paneles turísticos exteriores para disimular la nula actividad en su interior.