FINESTRAT. La Cala de Finestrat cuenta a partir de ahora con una nueva plaza frente a la playa. Las obras de este espacio donde estaba ubicado el antiguo edificio Ánfora ya han terminado y el alcalde, Juan Francisco Pérez, visitó el resultado este miércoles, donde explicó la importancia de estos trabajos para la localidad ya que "solventa uno de los problemas históricos de la Cala de Finestrat".
De esta forma, el primer edil recordó que estuvo ocupado durante décadas por un "edificio en ruinas". El Ayuntamiento invirtió 460.000 euros en su demolición que recientemente ha encontrado su uso: habilitar una plaza para el ocio y disfrute de vecinos y turistas. "A partir de ahora contamos con este espacio abierto al aire libre, en primera línea de playa y donde podremos celebrar actividades lúdicas y culturales para toda la ciudadanía", afirmó Pérez.
El alcalde aprovechó esta visita para das gracias al Gobierno de España por hacer posible esta actuación. “Con una inversión global de 2'5 millones de euros representa una de las mayores inversiones del Gobierno en la recuperación de la fachada marítima de la provincia de Alicante ”, señaló el alcalde. De esos 2'5 millones, 1.598.000 los sufragó el Estado y 460.000 el propio Ayuntamiento de Finestrat.
En cuanto a los trabajos de estos últimos cuatro meses han consistido en rehabilitar y urbanizar la parcela que quedó tras ser demolido el edificio Ánfora en el año 2010. Y crear un espacio agradable para el ocio y el esparcimiento, con pérgola, bancos, iluminación, mobiliario urbano, jardinería y rampas de acceso hasta un mirador, situado a media altura, con vistas panorámicas a la Cala de Finestrat. Esta obra ha sido ejecutada por TRAGSA a través del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente y su presupuesto ascendió a 289.971,05€,
Por último el alcalde avanzó la intención de dar continuidad a este proyecto “y conectar la nueva plaza con el paseo marítimo, logrando así un espacio unitario, de calidad, que siga consolidando a nuestra Cala como destino de vacaciones en la Costa Blanca”.
Hay que recordar que el edificio demolido estaba situado a en primera línea de costa, y el Ayuntamiento consiguió echarlo abajo 31 años después de que la estructura fuera levantada. El problema radicaba en que invadía parte del dominio marítimo terrestre y, por tanto, estuvo en una situación de ilegalidad que lo dejó sin terminar durante más de 30 años.
