ALICANTE. La concesionaria de las terminales de contenedores, graneles y pasajeros del puerto de Alicante, Terminales Marítimas del Sureste (TMS), ha encontrado al mejor aliado para su negocio en Tempe, la firma que fabrica el calzado, bolsos y complementos del Grupo Inditex y que (al contrario que el resto de empresas el imperio textil creado por Amancio Ortega) tiene su cuartel general en Elche, al ser propiedad, en un 50%, de la familia local de empresarios García Peralta.
Hasta el año pasado, Tempe usaba varias 'puertas de entrada' para abastecerse de la materia prima que emplea en sus procesos. Sin embargo, desde 2022 la firma con sede en Elche Parque Empresarial ha decidido concentrar todo su tráfico de importación en el puerto de Alicante. Una decisión que se traduce en que por la terminal que explota TMS pasan 17.000 contenedores al año con el código de barras de Inditex, un volumen que TMS esperaba alcanzar en 2025 y que ha llegado tres años antes, tal como se recoge en la memoria de las cuentas anuales de la concesionaria correspondientes al último ejercicio, consultadas por Alicante Plaza.
Esta decisión estratégica de Tempe, que se explica no solo por la cercanía del puerto al destino de dichos contenedores (el operador con el que trabaja la empresa zapatera es Maersk, que también tiene como principal cliente en el puerto a la rama ilicitana de Inditex), sino por la satisfacción del cliente final con el funcionamiento de dicha terminal. "Este cliente ha mostrado su extraordinaria satisfacción con los servicios que le presta TMS, hasta el punto de que han desviado todos los tráficos por Alicante", indica la memoria de 2022.
Este cambio en la cadena de suministros de Tempe ha beneficiado enormemente a TMS, como se desprende de la memoria, pero no es el único viento de cola. La concesionaria de las principales terminales de mercancías de Alicante también rentabiliza la mejora de los tráficos de Boluda (antiguo accionista), así como el desvío de JSV (que construye su propio nudo logístico en el puerto) de los tráficos de Barcelona por vía ferroviaria hacia Alicante, lo que ha elevado un 40% el volumen manipulado en 2022 respecto a los años prepandemia.
Todo ello se ha conjugado para que el volumen de negocio de TMS, que en 2021 se quedó (y ya con una importante recuperación) en 14 millones de euros, se disparase el último ejercicio hasta los 20 millones de euros, casi un 50% más. Y eso que en 2022 no hubo Operación Paso del Estrecho desde Alicante por la crisis con Argelia, con lo que perdió los importantes ingresos que genera el ferry. Así lo recogen las cuentas de 2022 consultadas por este diario.
En cualquier caso, la notable mejora en la facturación no impidió que la empresa volviese a cerrar el año con pérdidas, concretamente, de 1,3 millones (2,75 millones de pérdidas en 2021). La culpa es, fundamentalmente, de su carga financiera, pues el resultado de explotación es positivo.
En todo caso, TMS cuenta con el respaldo financiero del fondo de inversión australiano IFM Investors, que adquirió la rama de concesiones de OHL en 2017. Un respaldo clave si se tiene en cuenta que, pese a haber marcado un nuevo récord en volúmenes movidos en el puerto, TMS sigue con un patrimonio neto negativo tras acumular pérdidas por 66 millones en los últimos años, según el balance.