Hasta la más hermosa de las historias tiene un final. La nuestra, la que hemos mantenido ustedes y yo estos ocho años, ha concluido. A veces, el periodismo es una experiencia merecedora de buenos recuerdos.
Desengañado de los hombres, uno busca la lealtad de las plantas y los árboles. Estudio y admiro el reino vegetal. Tengo un bonsái y unos cactus. Jacobo y los hermanos Dalton, así los he bautizado. Me hacen dulce compañía. Son los hijos que no tuve