ALICANTE. La librería 80 Mundos de la ciudad de Alicante ha iniciado el proceso para llegar próximamente (aunque sin saber todavía cuándo) a la 'nueva normalidad'. Han levantado la persiana, aunque en la mayor parte del tiempo siguen sus puertas cerradas. Y es que atienden a sus clientes como entienden que mandan las autoridades sanitarias: con cita previa y sin entrar al establecimiento si no es imprescindible. “Hemos estado dando turnos cada quince minutos para que la gente no se acumulara en la puerta”, explica Carmen Juan, una de las socias de la librería alicantina. Durante esta semana de Fase 0 se perderá esa parte romántica de contacto con los libros y ojeándolos in situ. “No se pueden tocar los artículos que no se vayan a llevar”, explica.
En todo este tiempo, la librería 80 Mundos ha cerrado su página web y no ha estado haciendo pedidos a domicilio, sino que llevaron a cabo un proyecto solidario de crowdfunding. Pusieron a la venta varios packs que sus clientes pudieron comprar por adelantado y que ahora podrán canjear. La gente quería hacer pedidos, así que decidieron que esa sería la manera más práctica y la estrategia no les ha ido nada mal, porque ya llevan acumulados casi 18.000 euros procedentes de más de 350 mecenas. El primer objetivo se fijó en 6.000 euros, pero fue superado rápidamente, así que se subió posteriormente hasta los 10.000 euros. Esta cifra también fue alcanzada en pocos días, por lo que el tercer reto ahora es alcanzar los 21.000 euros. Cuando acabe la campaña en la plataforma Verkami, para lo que quedan aproximadamente quince días, entonces se podrán canjear esos packs adquiridos.
Hasta este mismo domingo por la tarde no sabían cómo procederían, ya que no se había publicado el decreto especificando todas las medidas que se debían adoptar. La misma incertidumbre les surge ahora con el nuevo proceder que se ha de implantar a partir del 11 de mayo, cuando se dará inicio a la Fase 1 en la que se espera que ya sí puedan entrar a la librería más clientes. Eso sí, limitando el aforo. “Costará llegar a la 'nueva normalidad', porque ya nada será como antes”, sentencia Carmen Juan, quien desea poder retomar cuanto antes las actividades presenciales que les llevaron a obtener el premio Librería Cultural 2019 por ser una "referencia" en la ciudad. Un galardón que entrega la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL) en colaboración con el Ministerio de Cultura y Deporte.
Mascarillas, guantes, gel hidroalcohólico, pantallas protectoras individuales y en el mostrador, limpieza constante y desinfección. Esas son algunas de las medidas más visibles en todas partes, aunque hay quien improvisa otras acciones. Detroit Llibres, en Alcoy, ha hecho una especie de barrera restrictiva con mesas en la entrada de la librería, marcando el lugar donde deben esperar sus clientes. Ellos no abrieron el lunes sino el martes, ya que la tardía publicación del decreto no les permitió adecuar a tiempo el establecimiento con las debidas medidas de seguridad que ahora ya sí que incluyen. "Dedicamos el lunes a acondicionar el espacio y a comprar los materiales que nos hacían falta", explica Felip Pineda, periodista y gerente de esta librería alcoyana.
A lo largo de estos cincuenta días de encierro han ido vendiendo cheques regalo y han ofrecido al público la posibilidad de hacer socios de la librería, con el objetivo de obtener algunos ingresos con el que costear los gastos del cierre. "Hemos recibido un montón de pedidos y ahora estamos organizando citas, que es algo nuevo para nosotros, para poder atender a todos", explica. El público sabe que son circunstancias excepcionales y por eso colabora con su paciencia y complicidad, según explica. "Estamos en servicios mínimos, pero era necesario hacer ya algo; lo que fuera", sentencia.
Detroit Llibres recibió Premio 2019 a la Librería Innovadora atorgado por la Generalitat Valenciana a través de la conselleria d'Educación, Cultura y Deporte. Desde que naciera hace justo ahora tres años, ha ido acumulando un público muy fiel. Por eso el anuncio de la reapertura en sus múltiples canales ha llevado consigo un aluvión de peticiones. "Estamos percibiendo mucho interés y ganas de comprar, demostrándonos que están ahí para echar una mano, aunque preferimos no lanzar las campanas al vuelo porque esto es algo que se verá a largo plazo", matiza. La semana que viene prevén que la situación pueda mejorar ya que las condiciones de trabajo y atención se flexibilizarán un poco más, aunque siempre con escrupulosas medidas de seguridad. "Por suerte tenemos un local muy grande en el que se puede mantener la distancia de seguridad", explica.
Con las dificultades que todo esto entraña, también levanta la persiana la librería Códex de Orihuela, quien consiguió en 2018 el premio a su trayectoria con motivo del Día del Libro Valenciano, que organiza la Generalitat Valenciana. "Abrimos en un horario reducido de tres horas por la mañana y dos horas por la tarde, entregando cita previa para atender a todos los clientes que nos han hecho reservas de libros durante este tiempo", explica Vicente Pina, gerente de este establecimiento y a su vez es presidente del Gremio de Libreros Independientes de las Comarcas de Alicante. "Como mucho atendemos a un cliente en el mostrador y a otro en el interior de la librería", describe. A sus clientes les insiste además en que no pueden tocar los objetos que no se vayan a llevar.
Durante el confinamiento, Códex llevó a cabo una campaña de apoyo a la librería que ha tenido buena respuesta por parte de sus clientes más fieles. "Nos hicieron reservas de libros y otros hicieron una entrega a cuenta en su ficha para adquirir artículos cuando volviéramos a abrir", explica. Con esta llamada de atención desde sus redes sociales y página web han podido captar lo suficiente como para pagar los gastos fijos. Ahora que los clientes están haciendo uso de esas compras por adelantado, la librería les está obsequiando con un libro de Ediciones Códex de regalo. "Queremos tener un detalle con todos aquellos que nos han ayudado", afirma Vicente Pina.
"Queremos hacer cosas con el público lector, pero no podemos tener más de una o dos personas dentro", se lamenta. Como todos, quieren comenzar cuanto antes con ese calendario de actividades que a menudo solía llenar la tienda. Así, considera que lo que se avecina "va a ser muy duro". A pesar del repunte de la actividad lectora en tiempos de confinamiento, algo que podría traducirse en nuevos clientes ahora, Vicente Pina se muestra escéptico con lo que vendrá. "No por el hecho de la venta de libros en sí, sino porque esta crisis económica será peor que la de 2008 porque afectará a todos los sectores, sobre todo al comercio hostelero y el turismo, que es el que nos trae público a los demás", explica.
Fahrenheit 451, en Alicante, no está exactamente abierta al público. En su interior trabaja Carlos Vera, uno de los socios, pero realiza sus labores a puerta cerrada organizando los pedidos que se han hecho a través de la página web y atendiendo con cita previa. "No estamos teniendo muchos clientes", lamenta. Ellos optaron por hacer uso de sus ahorros y paralizar los envíos a domicilio durante el confinamiento para no exponer al virus al personal de reparto, pero ahora empezarán a dar salida a esas reservas. "Vamos muy poco a poco, pero queremos ver en cualquier detalle positivo algo alentador, porque nuestro deseo es volver a hacer todo lo que veníamos haciendo y cumplir su función, que es ser un lugar de encuentro cultural".
Mientras sucede esa remontada, confían en la solidaridad. "El confinamiento ha supuesto una crisis económica para muchos, como nosotros, pero hay otros que, gracias al teletrabajo o al cobro de una pensión o prestación, han podido mantener sus ingresos e incluso ahorrar", afirma. Carlos Vera apela ahora a esas personas que han mantenido su poder adquisitivo. "Sería deseable que quien no se ha visto tan afectado y se lo puede permitir, ayude a los que estamos sufriendo más esta crisis, desde el punto de vista del consumo", describe. "Yo soy anticapitalista, pero el dinero es lo que mueve el mundo y además la economía está relacionada con la salud de muchas personas", apunta, haciendo ese llamamiento al consumo y colaborar así con el tejido empresarial de la provincia.
El autor de Fuente Librilla retrata con humor la vuelta de un treintañero bigotudo y escuálido a su pueblo en el interior de la Región de Murcia