ALICANTE. Los primeros datos captados por los sonómetros instalados por la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Alicante en las calles del Casco Antiguo y Centro Tradicional confirman las percepciones expuestas de forma reiterada por los residentes (incluso con mediciones propias): existe un exceso de ruido susceptible de dificultar el descanso nocturno. Al menos, en un día clave para el sector del ocio como la jornada del sábado.
Una simple mirada a los gráficos de esos registros, ya publicados a través de la página web municipal, permite constatar que, durante el pasado 17 de junio, los nueve primeros medidores que ya están en funcionamiento (la red llegará a estar conformada por 15 puntos de control en total) registraron niveles que prácticamente doblan el umbral límite establecido en la Ley Valenciana de Prevención Contra la Contaminación Acústica para el horario nocturno. Para las zonas residenciales, esa regulación determina una horquilla de entre 55 decibelios en horario diurno y de 45 en horario nocturno. Para las zonas terciarias, la franja tolerada se amplía desde los 65 por el día hasta los 55 por la noche. En los nueve gráficos ya publicados se rebasa con creces esos límites hasta situarse en determinadas horas en picos de 82 y 86 decibelios.
El edil de Medio Ambiente, Víctor Domínguez (Guanyar), ya advirtió este lunes que los datos debían interpretarse por ahora con ciertas reservas, al coincidir la entrada en funcionamiento de los medidores con el inicio de las fiestas de Fogueres, en las que existe más actividad y concentración de personas en la calle. Con todo, no es menos cierto que los medidores que, a priori, podrían captar niveles en mayor medida asociados a las fiestas no están todavía en funcionamiento, ya que no se ha completado su proceso de calibración para garantizar un correcto funcionamiento. Se trata de los tres instalados en distintas localizaciones de la calle Castaños, el de la calle Gerona y los de las plazas de Gabriel Miró y Portal de Elche.
El gráfico del primer punto de control, la Plaza de las Flores-Mercado Central, para esa jornada del sábado 17 refleja una situación razonablemente ajustada a los parámetros legales hasta las 14:00 horas, con un registro de 82,6 decibelios. El nivel cae poco después y vuelve a subir a las 22:00 horas hasta los 76,8.
En el segundo punto de control, en la calle López Torregrosa, también se registra una situación más o menos estable hasta las 18:00 horas, cuando se alcanzan los 72,8 decibelios. Ese nivel se mantiene hasta las 20:00 horas y, después, cae de forma gradual.
Los valores para la Plaza de San Cristóbal son altos desde el inicio de la jornada. A las 00:00 horas, se llega a los 74,6 decibelios. Los niveles descienden paulatinamente a partir de esa hora y vuelven a ascender a las 16:00 hasta llegar a los 79,6 decibelios, primero, y hasta los 83,1, a las 21 horas.
En la calle Labradores con San Pascual la evolución es muy similar. La jornada del sábado se inicia con un nivel de 76,7 decibelios que se mantiene hasta la 1:00. Los niveles se desploman hasta los 45 decibelios y vuelven a subir progresivamente hasta alcanzar los 71,5 a las 23:00.
En la calle San Rafael, los registros son más bajos prácticamente durante todo el día, aunque se producen dos picos: uno a las 12:00 con 68,4 decibelios y otro, a las 23:00, de 72,2.
En la Plaza de Quijano, sólo se constata un pico especialmente acusado a las 2:00 horas, cuando se alcanzan los 83,6 decibelios. El resto de la jornada transcurre próximo a los parámetros legales hasta las 19:00 horas, cuando el registro llega a 71,2.
En la calle Virgen de Belén, el ruido alcanza su máximo a las 2:00 horas, con 86,6 decibelios. Después, los niveles se aminoran hasta llegar a las 22:00 y situarse en 76,8.
En la calle Montengón, el nivel máximo se registra a la 1:00, con 73,4 decibelios. El resto de la jornada transcurre con niveles bajos hasta las 22:00, con otro pico de 65,3.
Y, por último, en la calle San Pascual con calle Tarifa, se vuelve a reproducir el parámetro de dos picos asociados al horario nocturno: 76,3 a las 2:00 horas y 72,5 a las 19:00.
Como viene informando Alicante Plaza, los datos captados se someterán a evaluación en la mesa del ruido a los seis meses de la entrada en funcionamiento de la red de medidores. El objetivo es analizar e interpretar esos registros para evaluar si resulta necesario tomar medidas y qué tipo de soluciones podrían ser las más adecuadas. Según Medio Ambiente, en ningún caso se trata de perseguir a una actividad económica como la asociada al ocio o la restauración y los registros no servirán para imponer sanciones.
Con todo, el sector del ocio, agrupado en la asociación Alroa, ya ha mostrado sus recelos a la puesta en funcionamiento del sistema al considerar que se pone el foco en una actividad en concreto, cuando debería abordarse un enfoque global, que tenga en cuenta otros factores como el tráfico que se registra en diversos puntos de la ciudad.