ALMORADÍ. Tres elementos parecían escenificar ayer la situación más dramática que ha vivido en los últimos tiempos la Vega Baja y en particular Almoradí. Lluvia, políticos y la UME (Unidad Militar de Emergencias) se citaban este lunes, sin premeditarlo, en lo que se denominó la “zona cero” de las inundaciones de septiembre de 2019. Coincidían los tres elementos en esta efeméride en el punto de la mota del río que se rompió hace dos años, pero con un carácter bien distinto. La lluvia era apenas insignificante, nada que ver con los 400 litros por metro cuadrado acumulados del 12 al 14 de septiembre de hace dos años. La leve llovizna caída este lunes en Almoradí simplemente ambientaba un –mal- recuerdo. El segundo elemento, la UME, llegaba para iniciar maniobras e instrucción en materia de inundaciones. En el mismo lugar donde hace dos años desempeñaban labores de emergencia y salvamento. Y el tercer elemento, los políticos. El president de la Generalitat, Ximo Puig, visitaba este punto fatídico para Almoradí y la comarca. Es la tercera vez que lo hace, siempre acompañado por la alcaldesa del municipio, María Gómez. La primera vez fue para comprobar las obras de taponamiento en los días de la Dana después de que se rompiera el muro de contención del río. La segunda, por estas fechas, el año pasado, donde aprovechó para presentar las conclusiones de las medidas a adoptar en el marco del Plan Vega Renhace. Unas infraestructuras que viajan a dos marchas muy diferenciadas. Las de perfil bajo y reparaciones o se han ejecutado o están en proceso. Pero las de mayor envergadura, las que se han detectado como herramientas para minimizar próximas inundaciones, todavía siguen bajo estudio.
Las soluciones ya están sobre la mesa. Algunas incluso desde después de la última gran inundación en 1987, como la canalización y laminación de la rambla de Abanilla, la construcción de un bypass en el río o el incremento del cauce. Con la creación del Plan Vega Renhace se ha reactivado la premura para llevar a cabo esas y otras infraestructuras necesarias para la comarca. También se creó una comisión especial en Les Corts para identificar causas y soluciones, cuyo dictamen se concluyó hace unos meses.
El Consell ha venido anunciado distintas partidas. Para los presupuestos de este año, de los más de 150 millones consignados para la comarca, 27 corresponden para obras e infraestructuras relacionadas directamente en el plano contra inundaciones. El verano del año pasado, la Generalitat recibió una inyección de 118 millones de euros de fondos europeos para hacer frente a los daños de la Dana. Este lunes Puig anunciaba en Almoradí que el Consell presentará seis proyectos a Europa para obtener financiación que sumarían los 700 millones de euros. De manera muy genérica informaba que se destinarían a actuaciones en la desembocadura y en el entorno del cauce del río Segura.
Uno de los últimos anuncios lo hizo en julio en materia de obras de prevención de inundaciones con la aprobación de 16 millones de euros en ayudas directas a los Ayuntamientos para la ejecución de sistemas urbanos de drenaje y minimización de inundaciones. Los proyectos ya están elaborados por cada municipio. Una vez que cada uno dé el visto bueno a recibir esas ayudas, se transferiría la cuantía específica. También se han concluido los planes de emergencia de cada municipio.
Las conclusiones del Plan Vega Renhace se aglutinaban en 28 actuaciones, diferenciadas por temática, grado de urgencia y administración competente. En cuanto aquellas que son estrictamente necesarias para minimizar las consecuencias de futuras inundaciones se encuentra la permeabilización de infraestructuras viarias, como la AP-7 o la N-332 –competencia estatal, autonómica y local. También la creación de corredor hidráulico verde entorno al cauce del río como sistema de encauzamiento de grandes avenidas de agua. Otra de ellas es la creación de islas “polder”, un sistema para evitar que las fuertes lluvias aneguen los núcleos urbanos. Y espacios o parcelas de inundación. Algunas de ellas están catalogadas de prioridad Muy Alta, a lo que se le asociaba el periodo 2020-2021 para llevar a cabo las actuaciones.
Puig justificaba el retraso en que todas estas cuestiones requiere un detallado estudio técnico, cosa que según asegura se está llevando a cabo. Estas soluciones buscan que el remedio que requiere un municipio no perjudique a otro.
La alcaldesa de Almoradí, María Gómez, aprovechaba la visita de Puig para insistirle en la necesidad de que, entre otras infraestructuras, el Consell adjudique uno de los tramos del colector de aguas fluviales para que puedan continuar con las obras como administración local. En declaraciones a los medios ha denunciado que no se han llevado a cabo obras importantes como en la que atañe a la rambla de Abanilla. La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) ha ejecutado distintas obras en este punto, pero quedan pendientes otras de mayor envergadura, como la laminación de la rambla. También ha ejecutado la limpieza del cauce en algunos puntos, aunque quedan pendientes otros.
Se marchaban los políticos de la mota del río tras una visita de algo menos de una hora, y la UME iniciaba la preparación de una de las cinco jornadas de maniobras. El teniente, Jefe de Sección Zapadores del Tercer Batallón de Intervención en Emergencias de la UME, Roberto Pérez, regresaba al mismo punto que hace dos años. Una de las cosas que más le ha sorprendido es ver lo diferente que está la zona. “Esas inundaciones fueron un momento muy delicado. Pocas veces se había visto una cosa igual” recuerda. El trabajo de la UME fue clave para rescatar a muchas personas en toda la comarca y evitar daños mayores. Vuelven dos años después para seguir con el constante trabajo de instrucción intensiva, en este momento, en materia de inundación.
En Orihuela también han recordado el segundo aniversario de las inundaciones. El bipartito lo ha hecho por separado. Mientras ediles de Ciudadanos se desplazaban a la pedanía de El Badén, el Partido Popular ha hecho un recorrido por varias pedanías, como El Escorratel, Camino Viejo de Callosa y la Media Legua. El alcalde, Emilio Bascuñana, ha reclamado que se ejecuten las obras necesarias para evitar episodios como los de hace dos años.
“Desde el Ayuntamiento de Orihuela no hemos dejado de reclamar esas inversiones necesarias tanto al Ministerio, como a la Confederación Hidrográfica del Segura, como a la propia Generalitat Valenciana. Son actuaciones que tienen que hacerse inmediatamente, aunque somos conscientes de los farragosos que son los trámites de proyectos, de impactos ambientales y demás, creo que han tenido tiempo suficiente para darnos una solución”, manifestaba rodeado de vecinos.