El primer AVE que llega a Elche / RAFA MOLINAELCHE. Tras casi una década después, ya que la primera previsión era que la Alta Velocidad llegara a Elche en 2012, la ciudad ya dispone de una parada de AVE en Matola, la primera estación electrificada de la tercera ciudad de la Comunitat Valenciana. Un pequeño ejemplo del déficit en inversiones e infraestructuras del que el regidor ilicitano aprovechó para reivindicar esta situación al ministro de Transportes, José Luis Ábalos. Dentro de las pocas novedades anunciadas, en un acto sin apenas medios y sin preguntas, el propio presidente Pedro Sánchez informó que el trayecto llegará a tener cuatro frecuencias por línea.
Aunque hay expectativas sobre todo por parte del Ayuntamiento con la llegada de la Alta Velocidad, que espera que sirva como motor para un impulso económico en la ciudad, va a tener que esperar. Por lo pronto, el propio Sánchez, que señalaba que la inauguración de este tramo "implica una mayor accesibilidad y optimización del tiempo, ahorrando una hora el viaje a Elche", y añadía que posteriormente estará prevista una frecuencia más por sentido, una tercera. Y que en el "escenario final" se prevén cuatro viajes por sentido. Algo que no se concretó más en ningún aspecto —no había preguntas y apenas casi medios por decisión gubernamental—, si serán cuatro frecuencias de forma indefinida o tan solo en periodo de pandemia.
Por lo pronto, es cierto que por el coronavirus habrá poca afluencia y demanda, pero en cualquier caso, cuatro viajes de ida y cuatro de vuelta son pocos en relación al tamaño de una ciudad como Elche. Aunque están lejos la decena de salidas de Valencia, y prácticamente el tren cada hora de Barcelona, en Alicante a pesar de la pandemia son unos 8. Más también en Albacete. En cualquier caso, según fuentes consultadas por este medio, se da por hecho que en cuanto la pandemia pase, la demanda empezará a crecer y se tendrán que habilitar más viajes. Cuatro frecuencias son pocas para una ciudad del tamaño de Elche.
Tal y como se ha venido contando estos días, la estación, ubicada en la pedanía ilicitana —aún sin señalizar— fruto de las disputas políticas por llegada del AVE a la provincia e incluso a Murcia, tendrá por ahora dos frecuencias por línea: un viaje a las 6:40 que llega a las 8:50 y otro a las 21 que llega a las 23:20. Dos horas y diez minutos y dos horas y 20 minutos respectivamente. Unos horarios prácticamente idénticos para la salida desde Madrid-Puerta de Atocha, con 2 horas y 20 minutos y 2 horas y 8 minutos; uno sale a las 6:55 y otro a las 19:55, respectivamente. Un horario bastante competitivo en comparación con el de Alicante, que tarda más de dos horas y media e incluso 2:45 si es un Alvia.
Por último, el alcalde Carlos González aprovechaba para hacer mención al "olvido inversor que viene de muy lejos por no ser capital" y recordaba que es necesario culminar en Elche la Ronda Sur, años pendiente, avanzar la conexión con el Cercanías, que este año solo tiene 5 millones en las cuentas generales de los 33,5 necesarios, y conectar la propia estación con el aeropuerto, de la que a priori se ha logrado mejorar la financiación con la actuación de Compromís. Comparó la llegada con otros hitos como las declaraciones Unesco, la creación de la UMH o la ampliación del aeropuerto. También la portavoz Esther Díez pedía más inversión y modernización del Cercanías, lamentando que la estación no tenga "la envergadura que merece Elche" y que parta con pocas frecuencias. Incidió también en esas mejoras en infraestructuras.
El otro regidor implicado, el oriolano Emilio Bascuñana, calificaba de "hito histórico para toda la comarca de la Vega Baja". Pero también aprovechaba para sacar su lista de actuaciones pendientes, obviamente la mejora de Cercanías —“tardamos en ir a Alicante 1 hora y cinco minutos mientras que en 2 estamos en Madrid", espetaba—, así como el tren que una el interior de la comarca con Orihuela Costa, Torrevieja y todo el litoral o el desdoble de la CV-95 y la CV-91 y la pasarela de Correntías. "Finalmente les he expuesto las mejoras necesarias que tenemos tanto en la N-332 como en la N-340, sin dejar a un lado el famoso tercer carril de la A7 o el peaje que sufrimos a diario de la AP7. En este sentido, el ministro de Transportes se ha comprometido a venir a Orihuela para tratar todos estos asuntos pendientes”.
