ALICANTE. Dramaturgo, intérprete, artista plástico... en definitiva, amante del arte y la cultura en casi todas sus disciplinas, Roberto Mira se ha venido expresando desde su juventud de múltiples formas. Todavía recuerda sus visitas al Palacio Provincial cuando era solo un niño y paseaba por unas salas en las que soñaba con exponer algún día. Ese recuerdo, unido al cariño y el apoyo recibido este jueves, durante la presentación de su obra en ese mismo lugar, hicieron que no pudiese contener las lágrimas. El artista muestra así al público de la ciudad de Alicante y de la provincia su último trabajo: Onirismo metafísico. Un delirio colorista plasmado en acrílicos y meticulosos dibujos que se podrá ver hasta el 15 de febrero.
Sus últimas piezas son recientes, creadas durante este último año. Una pintura en gran formato que se ha convertido en la imagen de referencia de este proyecto, además de tres dibujos. Cuatro obras que se han añadido a una colección que el artista viene trabajando desde hace cinco. Un periodo en el que Roberto Mira ha ido dando rienda suelta a su imaginación e introduciéndose en un profundo sueño en el que bucea e identifica elementos y figuras que plasma después de forma abstracta en sus lienzos y papeles. "Algunos dirían que son fondos marinos, mientras que para otros pueden ser elementos propios de otro planeta o espacio, pero la realidad es que puede ser todo aquello que el público pueda proyectar en el cuadro a través de su sensibilidad", explica Mira.
"Me encanta sumergirme en lo onírico y metafísico, sin catalogar nada"
Estas extrañas figuras de enorme belleza son propias de otro mundo, de otra realidad que es además visceral y que arranca sus emociones y sentimientos desde lo más profundo de su ser, haciéndolas explícitas, aunque abstractas, para convertirse en algo material y que perdura en el tiempo. "Me encanta sumergirme en lo onírico y lo metafísico, sin una base que me obligue a catalogar nada de ninguna forma", afirma el artista. De esta forma, Roberto Mira crea un canal directo entre la realidad y la fantasía que lleva al público a ese mismo plano en el que puede, al igual que el autor, desarrollar los pensamientos más descabellados que guarda su mente e incluso, quizá, vislumbrar algo que todavía no había descubierto.
Esta exposición, con piezas renovadas y cuatro nuevas incorporaciones, es la muestra con la que el artista inauguró la sala que lleva su propio nombre en el Centro Cultural de Sant Joan d'Alacant, el edificio donde también se ubica la biblioteca y el archivo municipal. Una colección, por tanto, muy especial para él y que deseaba compartir de nuevo. "Hicimos la inauguración con esta colección, a la que le he añadido ahora cuatro obras más que el público de Alicante todavía no conocía, así que tenía ilusión de que se viera este último trabajo", reconoce. Unos cuadros en los que, quien visite esta exposición, no podrá apreciar la firma del autor, aunque sí podrá hacerlo en los dibujos. "El fondo es tan importante como la propia figura protagonista, así que la firma desvirtuaría ese espacio indefinido en el que se tratan de ubicar estas composiciones", explica Mira.
"Para mí, lo que hago siempre es novedoso, aunque se haya hecho"
El artista alicantino trabaja así mediante colecciones temáticas. "Termino una colección cuando siento que he creado un cierto número de obras con las que me he estimulado, pero después dejo un espacio de vacío para no saturarme ni copiarme a mí mismo", explica. "Corto radicalmente cuando me encuentro satisfecho con lo que he podido aportar a esa colección en ese momento y a partir de ahí dejo ese espacio vacuo para que mi mente genere otras posibilidades", describe. Cuando las encuentra es cuando vuelve a disfrutar de esa parte creativa. "De esa forma, para mí lo que hago siempre es novedoso, aunque lo que esté haciendo es algo que ya se haya hecho", destaca el pintor. Una metodología permite ver en su retrospectiva una gran variedad de temáticas y características que la siembran de originalidad. "La gente a veces se sorprende cuando de repente ve una exposición mía en blanco y negro, con lo que pueden pensar que no es propio de mí, pero es así porque en esa época es lo que ha demandado mi sensibilidad creativa", aclara.
Roberto Mira es natural de Alicante, pero a los siete años se trasladó a vivir a Sant Joan d'Alcant con su familia, donde permanece actualmente. "Para mí San Juan es quien me ha apoyado siempre, desde que empecé a pintar hasta que empecé a hacer teatro, porque siempre me acoge", explica. "No estoy recogiendo ahora nada especial, porque siempre lo he ido recogiendo puntualmente", añade. Es afortunado porque, en vida, tiene la suerte de poder ver el agradecimiento de su pueblo y de su público, que le ha puesto su nombre a una calle y a una sala de exposiciones. "Es una enorme satisfacción y lo agradezco, siempre emociona, pero no me considero lo suficientemente mayor como para recibir homenajes; todavía puedo dar mucho más de mí; no creo que esto sea el colofón a mi labor", sentencia.