El edificio de la estación de La Marina de Alicante.ALICANTE. La apuesta emprendida por la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Transportes para resucitar el complejo de edificios que albergaron los antiguos talleres de Ferrocarrils de la Generalitat (FGV) en la estación de La Marina de Alicante comienza a tener un calendario definido. Salvo contratiempo en la fase de licitación, las obras para rehabilitar y acondicionar ese conjunto de instalaciones deberían comenzar a finales de 2023 para que ese conjunto de edificaciones pueda volver a tener un uso público y queden abiertas al acceso de la ciudadanía. Al menos, la mayoría de ellas, ya que la nave más próxima al edificio de la estación actual quedará reservada para la ubicación de oficinas anexas a las necesidades de la propia estación con el fin de que pueda albergar dependencias del servicio de control de la red de tranvía metropolitano (Tram).
De este modo, fuentes del departamento autonómico consultadas por Alicante Plaza precisaron que los edificios situados junto al borde del paseo marítimo acogerán otros usos de carácter cultural, entre los que se incluye la posibilidad de que se habilite un espacio museístico sobre la historia del funcionamiento del tranvía en la ciudad, en el que se mostrarían los trenes aún conservados del antiguo Limón Exprés. El resto de posibles usos deben definirse junto al proyecto de rehabilitación que ahora se encuentra en su última fase de redacción, en el que se procura que todas las naves que conforman el complejo quedarán conservadas, al tratarse de inmuebles recogidos en el catálogo de protecciones de la ciudad, aprobado provisionalmente por el pleno del Ayuntamiento en septiembre de 2020.
La redacción de ese proyecto -adjudicada a una UTE compuesta por CPS Infraestructuras Movilidad y Medio Ambiente, S.L., Tomas Llavador Arquitectos E Ingenieros, S.L. e Ibim Building Twice, S.L.- quedará completada antes de que concluya este año, según las mismas fuentes. El importe definitivo de la rehabilitación dependerá, precisamente, de ese proyecto. Solo esa planificación ya supone un primer desembolso de 483.034,95 euros (impuestos incluidos).
El objetivo prioritario, además de conservar ese complejo de naves, es permitir un acceso permeable que facilite los desplazamientos peatonales para los ciudadanos desde el paseo marítimo, de modo que los usos públicos que se acaben implantando (entre los que tendrían cabida los servicios lúdicos y la hostelería) actúen como punto de vertebración de todo el frente litoral, en el tránsito hacia la avenida de Villajoyosa. Con ello, se encajaría la pieza encargada de dar continuidad a otros elementos preexistentes en primera línea de la fachada marítima como el Parque del Mar, Casa del Mediterráneo, el puerto deportivo y La Explanada, la playa de El Postiguet y, en un futuro, el complejo de La Británica, que el Ayuntamiento de Alicante también plantea convertir en un centro cultural.
Además, se pretende consolidar y ampliar las instalaciones actuales de FGV para la gestión y explotación de la red del TRAM d'Alacant como sede representativa en el entorno de la estación de La Marina. De hecho, según fuentes consultadas, se baraja dedicar uno de esos edificios vacantes para resituar las instalaciones del centro de control de la red. Se trataría de destinar uno de los cinco inmuebles al completo a ese fin ante la necesidad de dar cabida a los nuevos recursos que resultarán imprescindibles para organizar la ampliación y creación de nuevas líneas, ahora en fase de planificación, como el ramal hasta el Hospital de San Juan, del que ahora se está resolviendo las alegaciones presentadas al estudio de alternativas de trazado, o los futuros servicios anunciados para conectar con los barrios de Alicante en los que ahora no existe cobertura, como los de La Florida o Divina Pastora.
