A propósito de las últimas noticias sobre la propuesta de sustituir el lecho de hormigón por vegetación en el cauce del río - rambla Vinalopó a su paso por la ciudad de Elche, la Comisión de Urbanismo del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, como responsables en obras de defensa hidráulicas, quiere trasladar a la sociedad ilicitana las siguientes cuestiones técnicas y reflexiones.
Como es conocido, el Vinalopó se enmarca en el ámbito de la Confederación Hidrográfica del Júcar. Este organismo, dentro de sus planes de actuación, actualmente el Plan Hidrológico de Cuenca 2020 - 2027, no tiene prevista ninguna actuación con el objeto indicado anteriormente.
Así mismo, en el caso de cauces en tramos urbanos, las competencias recaen en la Generalitat Valenciana, por lo que debería ser la administración regional quien aprobase la actuación propuesta.
Cabe recordar que cualquier intervención en un cauce debe responder prioritariamente a la protección tanto de personas como de bienes, procurando en la medida de lo posible su regeneración y recuperación.
Una actuación en el cauce como la que se ha propuesto, si bien incorpora aspectos positivos como el aumento de la superficie cubierta por especies vegetales, como contrapartida afecta directamente a la capacidad hidráulica de la sección actual del cauce.
Así, sustituir un canal con revestimiento de hormigón por otro vegetado implica que la sección del cauce debería, al menos, triplicar la actual para mantener su capacidad hidráulica ante crecidas.
Ante esa situación, las alternativas son básicamente dos: aumentar la sección del cauce a, al menos, el triple de la actual, lo cual resulta muy complejo dada su estrechez en este tramo urbano, o bien dejar que, en caso de una crecida, el agua inunde libremente las zonas circundantes asumiendo las posibles consecuencias en términos de pérdidas materiales y humanas. Este es un aspecto crucial que la sociedad ilicitana debe valorar para la toma de decisiones.
Añadido a lo anterior, también se deberían analizar cuestiones relacionadas con la salubridad. El caudal de agua que circula por el cauce del Vinalopó, desgraciadamente, es bajo y de muy baja calidad. Eso significa que, ante una actuación como la propuesta, el agua quedaría estancada en diversos puntos, generando con ello zonas de proliferación de mosquitos, entre otros, tal y como ya ocurre, por ejemplo, en la zona próxima al puente del Bimilenario durante el verano.
También se han de considerar los costes de mantenimiento. En la actualidad, se reducen a limpiar varias veces al año el canal por el que circula el agua. Por contra, un cauce con vegetación requiere de un aumento de las labores de mantenimiento, por ejemplo, para retirar restos que puedan obstruir, en caso de crecida, otras partes del cauce como podría ser el puente de Barrachina y evitar desbordamientos.
Nuestro colectivo quiere hacer reflexionar a la sociedad ilicitana aportando para ello la información anterior. En ese objetivo común de recuperar ríos y ayudar a reducir los impactos negativos generados por la actividad humana sobre el medio ambiente, debemos procurar un equilibrio en el que la seguridad de las personas y la salubridad son fundamentales.
Son autores de este artículo Andrés Rico Mora; Manuel Romero Rincón; Santiago Folgueral Moreno y Armando Ortuño Padilla, todos ellos, miembros de la Comisión de Urbanismo del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Alicante.