de la vía pa'arriba / OPINIÓN

García-Ontiveros pierde la demanda

24/03/2022 - 

A falta de14 meses para las próximas elecciones locales, Ciudadanos ha vuelto a pedir mediante un comunicado que el concejal Eduardo García-Ontiveros dimita y “devuelva el acta de concejal para que se pueda conformar correctamente el grupo municipal de Ciudadanos en Elche liderado por la actual portavoz, Eva Crisol, puesto que la Justicia ha acreditado como totalmente ilegítima su actual usurpación del cargo”, señala el escrito. Ciudadanos obtuvo en Elche dos concejales en las últimas elecciones pero, al expulsar del partido a Ontiveros, solo queda una edil en la corporación que represente esta formación política.

Voy a hacer un resumen de cómo hemos llegado hasta aquí o al menos como lo viví yo. El 4 de abril de 2019, a mes y medio de las elecciones y cuando todos los partidos estaban ya inmersos en plena pre campaña electoral, Ciudadanos, desde Alicante envió por correo electrónico a algunos medios de comunicación, un listado en Excel con los candidatos y candidatas a la alcaldía designados en más de 50 municipios, donde todavía no habían formalizado sus alcaldables. Entre esas ciudades estaba Elche y cuando llegó el mail, a las siete y pico de la tarde, con curiosidad lo abrí y vi el nombre.

Contra todo pronóstico, se había optado por presentar como candidato a alcalde de Elche a un abogado ilicitano que hasta ese día nunca se había mencionado en ninguna quiniela. Eduardo García-Ontiveros.

El nombre era absolutamente inesperado para los periodistas pero también para él y como no, para la que hasta ese momento iba a ser la candidata a la alcaldía, Eva Crisol, que se enteró por mí de este cambio. Cuando en la redacción vimos el correo la llamé a ella y también a Ciudadanos en Alicante para confirmar que ese documento que me habían enviado era oficial. Así, por una periodista se enteró Crisol de que el candidato a la alcaldía sería García-Ontiveros y no ella como todo el mundo esperaba.

Al más puro estilo “Galdós”, las miserias de familia quedaron para dentro y ambos, hicieron campaña como número uno y número dos de la lista, junto con otros compañeros y acabaron obteniendo 8.950 votos, lo que supuso que consiguieran ser concejales.

Nada más empezar a organizar el grupo municipal, tuvieron el primer conflicto y el que ha acabado por ser la causa del pronunciamiento judicial que ahora comentamos; un “quítate tú para ponerme yo” acabó con la decisión de la Comisión de Régimen disciplinario de Ciudadanos de abrir expediente y suspender de militancia a Eduardo García-Ontiveros. (Fue una diferencia de opinión respecto a quién debía ser la asesora del grupo municipal, Ontiveros decía una persona y el partido optaba por otra). A partir de ese momento el edil, que ya había tomado posesión del acta de concejal y que la ley establece que son nominales, se convirtió en concejal no adscrito. Ciudadanos pasaba de esta manera de tener en Elche dos concejales a quedarse con uno. La formación intentó que se aplicara el pacto antitránsfuga, pero ese pacto cuenta con una definición tan interpretable que lo mismo da que sí que que no.

En medio de todo esto, García-Ontiveros recurrió a la justicia “por considerar que se habían vulnerado sus derechos fundamentales”. Y ese proceso es el que ha acabado con la sentencia del juzgado de primera instancia número 2 de Elche que desestima su denuncia. No es firme, claro. Podría recurrirse, otra cosa es que le queden ganas.

Tampoco creo que renuncie al acta de concejal, total, para lo que queda y con el panorama que hay fuera… En cualquier caso, lo que tengo claro es que esta historia, que no es nueva y que en Elche ha protagonizado habitualmente el Partido Popular varias décadas de finales del siglo pasado, aunque últimamente es Ciudadanos, primero con David Caballero y Juan Antonio Sempere, y luego con este caso que conllevó otras dimisiones y movimientos, quien se lleva la palma; esta historia, digo, evidencia algunos desajustes de la actividad política y su normativa.

Si el acta es personal e intransferible, ¿por qué es obligatorio presentarse bajo el paraguas de un partido o agrupación de electores? ¿Cómo se puede imponer desde un partido la disciplina de voto si el marco legal habla de voto indelegable y nominativo? ¿A quién representa un representante público al que no conocía nadie hasta que accede al cargo por el paraguas del partido? Es un tema no resuelto y que en otros países funciona de otro modo, no sé si para mejor o para peor.

Lo que tengo muy claro es que estamos a punto de volver a estos timbales con la cercanía del proceso pre electoral. Los que quieren estar o seguir en política andan ya planificando sus estrategias y buscando salir en la foto. Estoy deseándolo.

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