Pensar Alicante. Una tarea que llevo algunos años proponiéndome. Los libros siguen siendo un instrumento privilegiado, un aliado sólido que nos asiste a la hora de analizar, comprender y relanzar la ciudad.
Hoy os voy a proponer la lectura de un texto relativamente reciente, que opino que merece ser de nuevo traído entre nosotros, los amantes de la Terreta. Se trata de “Alicante especulación”, un escrito de Manuel Alcaraz Ramos, editado por ECU en el año 2005. He podido comprobar que esta obra aún se puede comprar, aún circula, puede entrar en juego.
Para cualquier alicantino mínimamente atento a nuestras cosas cívicas, Manuel Alcaraz necesita poca presentación. Político de largo recorrido y trayectoria, fue conseller de transparencia del primer gobierno del Botànic desde 2015 a 2019. Actualmente ha vuelto a las aulas de la UA, donde sigue enseñando derecho constitucional.
En este artículo quiero centrarme, más que en la dilatada carrera de Alcaraz, en su libro sobre Alicante arriba mencionado. En apenas unas 235 páginas el autor nos ofrece una reflexión muy completa sobre nuestra capital. Es “Alicante especulación” uno de esos textos que, muchos meses después de haber sido leído, extiende su eco en nuestras memorias y nos sigue interpelando.
Exploremos un poco su contenido, ¿qué nos dice de Alicante Alcaraz Ramos en esta obra? En primer lugar, el título es interesante y polisémico, llama la atención.
Obviamente uno piensa en la especulación inmobiliaria, en ese Alicante lamentablemente salvaje, que se mueve al son de la música que tocan los más despiadados promotores.
Sin embargo, la metáfora nos indica también que estamos ante un texto espejo, ante un “espéculo”, que trata de reflejar la imagen de Alicante que se nos proyecta para dilucidar qué tiene de real en última instancia.
Alicante es una ciudad orgullosa, que oculta sus miserias desplegando un mito, un relato reluciente. Frente a una narración que canta en exceso nuestras virtudes, nuestro autor propone ser crítico con el discurso hegemónico y desmontarlo para permitir otra mirada, para ir más allá del “millor-terretisme” autosatisfecho.
En Alicante toda la economía se ha basado recientemente en la explotación económica de nuestro clima y territorio. Esta forma de exprimir la ciudad ha causado desigualdades notables.
Alicante es una ciudad amnésica, ha olvidado su pasado. La urbe ha crecido demasiado y los nuevos barrios ya no ven al centro como un lugar importante, que recuerda la historia de Alicante y nos da pistas para reconstruir el significado de elementos como el puerto o el castillo, yendo más allá de la postal o de la foto fugaz de Instragram.
El turismo es la nueva religión de los alicantinos, el nuevo Dios pagano que nos debe llevar a sacrificar todo. Alicante es una ciudad aislada, que se relaciona poco con l’Alacantí y con las otras villas importantes de la provincia. Una mezcla de desidia, pasividad y falta de ideas es la causa de esta carencia de liderazgo de nuestra capital ensimismada.
No quiero dar la impresión, en esta breve reseña, de que “Alicante especulación” es un texto negativo, aunque la mayor parte de sus páginas ciertamente se dedican a desmontar el relato hegemónico en el que se basa nuestra superficial visión del “Alicante feliz”.
Al final del escrito, en el capítulo denominado “riesgos y oportunidades”, se nos ofrecen muchas recetas para mejorar Alicante; planes e ideas para conseguir el renacimiento de la ciudad y propuestas para alumbrar un nuevo alicantinismo.
Animaos, amigos, a leer este excelente “Alicante especulación”. En este libro podréis encontrar muchos planes y proyectos. Vale la pena tener siempre en mente a un alicantino como Manuel Alcaraz Ramos. Estamos, sin duda, ante un ciudadano que piensa y ama a su Alicante.
Sigamos. Comprender para estimar. Adelante Alicante.
Antonio Adsuar es fundador del proyecto-blog www.alicantinismo.com