ALICANTE. El empresario alicantino de origen vasco Juan Carlos Ramírez ha decidido desprenderse del que era considerado su principal negocio en la provincia, la red de concesionarios Toyota que gestionaba a través de su empresa Medimotors. La sorprendente noticia, confirmada por el entorno del empresario, llega justo cuando Ramírez está intentando poner en pie un nuevo modelo de negocio en el centro comercial Panoramis, cuya concesión se adjudicó en subasta judicial tras la quiebra de Marina de Poniente.
Según ha podido saber Alicante Plaza, la transacción se ha cerrado esta misma semana, cuando se han perfilado los últimos flecos y se ha firmado el contrato ante notario. El importe de la operación no ha trascendido, pero sí la identidad del comprador: un grupo empresarial que ya posee varios concesionarios de Toyota en varias provincias, vinculado a la familia de empresarios riojana con ramificaciones en varios sectores de actividad. En este sentido, cabe recordar que el propio Ramírez es originario de Bilbao.
Fuera del acuerdo quedan, según estas fuentes, los concesionarios que la propia Medimotors explota en Mallorca, a donde Ramírez viaja con frecuencia por negocios. En las islas, la empresa del alicantino cuenta con unas instalaciones principales en Palma y otras secundarias en Manacor. En la provincia de Alicante, Medimotors explotaba los concesionarios oficiales de Toyota en la capital, Elche, Torrevieja, Orihuela, Benidorm y Dénia. Estos concesionarios son los que Ramírez ha vendido esta semana al grupo vasco.
El conocido empresario, expresidente del Hércules y socio de Enrique Ortiz en el club blanquiazul, se hizo recientemente con la concesión del centro comercial Panoramis por la quiebra de Marina de Poniente, precisamente liderada por el controvertido constructor alicantino. Ramírez, como adelantó este diario, ha creado una nueva sociedad, Digital Corner, a la que ha traspasado la concesión que se adjudicó con Medimotors, e intenta reconvertir el edificio hacia un modelo de oficinas y eventos. Para ello, intenta cerrar un acuerdo con la firma que explota los cines para asumirlos directamente, un paso clave para este cambio.
Ramírez incluso ofreció al Consell la posibilidad de instalar en el edificio una subsede del Distrito Digital que impulsa en Alicante la Sociedad Proyectos Temáticos (SPTCV), pero finalmente la empresa que dirige Antonio Rodes descartó el emplazamiento como sede permanente del proyecto por la fuerte inversión que requería su reforma, en un activo además que no es propiedad de la Administración, sino que está afectado por una concesión portuaria.