ALICANTE. Juan Carlos Ramírez, el empresario vasco que se hizo con las riendas del Alcoyano en otoño, en un momento en el que la entidad se dirigía irremediablemente hacia la suspensión de pagos, comparecía este viernes por primera vez ante los medios de la capital de l'Alcoià.
Ramírez recaló en la entidad de El Collao después de desvincularse jurídicamente del Hércules en verano (un año antes ya lo había hecho económicamente). Lo hizo de la mano de Miguel García-Hita, entonces accionista de referencia del Alcoyano con el 44% del capital social. El club blanquiazul vivía importantes tensiones de tesorería, hasta el punto de enfrentarse a un déficit presupuestario de 700.000 euros (además de a una deuda de 1,9 millones). Ramírez hizo una primera inyección de capital que, por ejemplo, permitió al Alcoyano ponerse al día con el cuerpo técnico de Vicente Parras (se arrastraba con él un deuda desde hacía varios meses), al tiempo que asegurar el cumplimiento de las obligaciones económicas más inmediatas (el pago de la nómina de todos los trabajadores, empezando por el del personal deportivo).
Este viernes el empresario recordaba que el club estaba "a un paso de la disolución" cuando llegó, pero "hoy se cumple con todos los pagos" regulares y reafirmaba su voluntad de que así siga siendo hasta el 30 de junio, no incrementándose la deuda de la entidad como consecuencia del presente ejercicio.
Mercado complicado
Además de dotar de músculo financiero al Alcoyano, Ramírez apuntaló la estructura organizativa con el nombramiento como 'general manager' de Francisco Martínez. Este director deportivo de profesión, de la máxima confianza del empresario y que pasó a relevar a José Luis González en lo alto del organigrama blanquiazul ha pilotado los movimientos del club en un mercado de fichajes de invierno en el que han dejado la entidad el lateral Fran Varela, los mediapuntas Víctor Revert y Pedro Sánchez y el delantero Raúl González, mientras que han llegado a la misma el lateral Rubén Lobato, el mediocentro Pierre Akono y el extremo Liberto Beltrán.
El Alcoyano ha cerrado la citada ventana de enero con dos licencias disponibles (que ahora puede aprovechar para incorporar a futbolistas en paro) y la asignatura pendiente de contratar a un '9'.
"Hay un vestuario comprometido [...] se han ido los futbolistas que considerábamos prescindibles", decía Ramírez, explicando a continuación que, a su juicio, se había mejorado la competencia en diferentes posiciones gracias a los citados refuerzos ("Hemos conseguido que cada puesto del equipo tenga dos jugadores") y que si no se había hecho lo propio con la de delantero centro era por "la guerra de precios que había en el mercado" y su negativa a "hipotecar" la entidad.
El empresario vasco se refería a la ventana de fichajes que se acaba de cerrar como "complicada" e insistía en que se corría el riesgo de "romper la armonía" reinante en el vestuario con la llegada de futbolistas por los precios que se pedían, disparando con ello la masa salarial.
Objetivo
"Nuestra liga comienza este domingo frente al Logroñés", decía Ramírez, advirtiendo que el objetivo de esta campaña es la permanencia y que una vez conseguida se podrá pensar en metas más altas de cara a la siguiente.
El nuevo hombre fuerte de El Collao se refería al técnico Vicente Parras como "ideal" para lograr la permanencia, de ahí que siga en el cargo pese a que el equipo ha conseguido con él solo 1 victoria en las últimas 15 jornadas. Es más, puntualizaba que "todos los movimientos" realizados en enero habían sido consensuados con el preparador alicantino.
Límite salarial
Por cierto, pese a que el Alcoyano no es uno de los 18 clubes que suscribió la ya famosa carta en la que se discrepa de la propuesta de la Real Federación Española de Fútbol para cambiar el modelo de gestión de la Primera Federación, Ramírez sí pedía públicamente que se implante un límite salarial: "Alguien tiene que poner cordura. No puede ser que el 70% de los clubes esté al borde de la disolución y sin embargo tire la casa por la ventana a la hora de fichar", sentenciaba.