ALICANTE. El presidente del Hércules, Juan Carlos Ramírez, se reunía este lunes con una treintena de peñistas para trasladarles los detalles de la negociación que mantiene el club con la Agencia Tributaria para dar salida de manera ordenada a su deuda.
Por espacio de una hora, en la sala de prensa del estadio José Rico Pérez, el empresario vasco desgranaba ante los aficionados los pormenores no solo su última propuesta de pago al fisco, también los planes que tiene de cara al futuro para capitalizar la entidad y confeccionar un proyecto deportivo de garantías, si se salva el escollo de la deuda con Hacienda.
Ramírez no puso paños calientes y reiteró a los representantes de la Asociación Herculanos y la peñas Pericana de Alcoy, Guerreras Herculanas, Herculanos del Turia, Sergio Fernández y Curva Sur que la postura del fisco y en particular de la directora general de Recaudación, Soledad García, está poniendo en serio riesgo la viabilidad del club.
El empresario insistía en que no puede mejorar su oferta y que, si la Agencia Tributaria no la acepta, el consejo dimitirá en bloque y la solicitud de liquidación voluntaria del Hércules será el siguiente paso a dar por quien le suceda.
Entre los aficionados, que valoran llevar a cabo algún tipo de movilización, hay bastante desconcierto: por un lado, no entienden que el fisco se oponga a cobrar dos millones de euros y corra el riesgo de no cobrar nada, pero, por el otro, también se preguntan si realmente no aparecerá una solución en el último momento en la forma de pago o aval millonario como ha venido ocurriendo hasta la fecha en otras situaciones límite que ha vivido la entidad. Ramírez, que respondió a sus numerosas preguntas, hizo mucho hincapié en que la ciudad ha de ser consciente (considera que no lo es) de que el Hércules puede desaparecer en cuestión de días y que en el momento en que se solicite judicialmente la liquidación no habrá vuelta atrás.