CALLOSA D'EN SARRIÀ. El PSOE de Callosa d'en Sarrià ha intentado un nuevo acercamiento con el grupo municipal de Compromís, pero las posturas siguen enrocadas y nada hace presagiar que vayan a alcanzar un acuerdo entre las dos partes en un tiempo inmediato. Por el momento, el PP sigue gobernando en la localidad en minoría, con cinco concejales, mientras que los dos partidos en la oposición están con cuatro ediles cada uno.
Los socialistas proponen un gobierno a dos, en el que la alcaldía sería para los socialistas durante toda la legislatura y crearían la figura de vicealcaldía para sus socios pretendidos. Además, delegarían en Compromís las competencias de Educación, Archivo Municipal, Residentes Extranjeros, Nuestros Mayores, Sanidad, Agricultura, Juventud, Turismo, Escena Urbana, Licencias Menores y Servicios Técnicos Municipales.
De haber cerrado el pacto, los socialistas proponían quedarse con Cultura y Fiestas, Igualdad, Deporte, Seguridad Ciudadana, Servicios Sociales, Proyectos y Desarrollo Urbano, Patrimonio y Actividades Económicas.
Al mismo tiempo, los socialistas reconocer un acercamiento entre las dos partes: "Tras unos meses, hubo una aproximación de los dos partidos para acordar las delegaciones supramunicipales que aprueba el pleno, entre las que destaca la Mancomunidad de Servicios Sociales con carácter, personal y presupuesto propio (como un pequeño Ayuntamiento) y que cedimos a que la representante fuese de Compromís sin el chantaje de 2+2 también para la Mancomunidad".
Sin embargo, desde Compromís señalaron a Alicante Plaza que se remiten al pacto del Botànic, en el que su partido pide que sean dos años para cada uno ya que consiguieron el mismo número de concejales.
El PSOE, por su parte, destaca que en esta ocasión las tornas han cambiado y ellos les han superado en votos, por lo que les toca hacerse con el gobierno, ya que en la anterior legislatura fueron ellos los que cedieron entregándoles el sillón. Pero en esa ocasión, los socialistas tenían un regidor menos. El partido de tenis continúa, con los responsables de Compromís recordándoles que además, a un año y medio de que terminara el mandato, rompieron el pacto y les dificultaron la gestión del municipio, con problemas para aprobar el presupuesto municipal.
Lo cierto es que el gran problema deriva de esta decisión. Un cisma que terminó por romper del todo las relaciones entre los dos partidos que habían conseguido devolverle a los socialistas parte de la tarta del Consistorio después de dos años en la oposición y con el PP gobernando.
"Llegado este punto, consideramos que no es buena idea pactar oposición. Se pacta para gobernar, no para bloquear o para torcer la voluntad del que gobierna. La postura del PSOE, una vez descartada por Compromis la posibilidad de un gobierno progresista, es hacer una oposición al PP constructiva, sin vetos ni prejuicios, apoyando aquello que esté consensuado y trabajar para que la gestión de este gobierno sea transparente y acorde con los intereses de nuestro pueblo", concluyen desde el PSOE que lidera Mari Carmen Mascaró.