VALÈNCIA. La lluvia de ceses, no renovaciones o dimisiones en la primera fila cultural de la Generalitat Valenciana tras la llegada de Vicente Barrera (Vox) a la Vicepresidencia Primera y Conselleria de Cultura y Deporte ha sido una constante, cambiando casi por completo la fotografía de gestores en los principales centros y organismos públicos. En su mayoría han sido descabezados o están a la espera de renovar su dirección, una situación que dibuja un escenario curioso, pues su oferta se sigue sustentando en la programación heredada, aquella diseñada meses atrás, mientras no se acaba de concretar su futuro por lo que respecta al nuevo proyecto. La falta de relevo, con procesos de selección atascados o pendientes de concretar, y de pistas por lo que respecta al programa cultural del partido de Santiago Abascal y del Partido Popular para la Comunitat Valenciana mantiene unos centros culturales con un futuro inmediato que se nutre de lo hecho pero con un largo plazo cargado de incógnitas.
El caso más reciente nos lleva a un Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) que encara sus primeros días tras la dimisión de Nuria Enguita. El museo, que presentó su programación de 2024 el pasado mes de diciembre, se enfrenta a unos meses de incertidumbre por lo que respecta a su liderazgo artístico, pues tras la salida de Enguita desde Cultura no han aclarado ni cómo ni cuándo se va a solventar el vacío en la dirección. Por lo pronto, el programa expositivo de este curso está asegurado, una batería de propuestas en las que el sello de Enguita está muy presente no solo como directora sino, también, como comisaria de un buen puñado de proyectos que previsiblemente la mantendrán vinculada al centro a lo largo de todo el año.
La primera cita llegará en apenas unos días, siendo el 15 de marzo cuando abra sus puertas en la subsede de Alcoi la exposición Josep Renau: hacer el arte operativo. Diseñar el porvenir, comisariada por Nuria Enguita y Ramón Escrivá, una revisión de su larga y compleja trayectoria artística a través de una selección de más de ciento cincuenta obras realizados por Renau durante su etapa republicana, durante el largo exilio en México y en la antigua República Democrática Alemana. Después de verano, ya en noviembre, se desplegará en el museo una muestra en torno a la figura de la artista franco-libanesa Simone Fattal, que este año recibirá el Premio Internacional Julio González, un proyecto que, en este caso, es comisariado por la ya exdirectora del IVAM junto a Rafael Barber Cortell. Ese mismo mes también se inaugurará un proyecto que une la obra de Senga Nengudi y Maren Hassinger, que ha diseñado Enguita junto a Lucía Aspesi.
La marcha de Enguita coincide, además, con la celebración del 35 aniversario del museo, para lo que, entre otras acciones, se ha querido poner el foco en la relectura de la propia colección del museo. Hace unos días, en este contexto, se inauguraba la exposición Escenas de la colección del IVAM: hacer paisaje, comisariada junto a Sonia Martínez, directora adjunta y actualmente máxima autoridad del museo tras la dimisión de Enguita y ante la falta de gerente, plaza pendiente de cubrir desde verano y cuyo proceso de selección, tal y como desveló este diario, ha sufrido un nuevo retraso en los últimos días. Esta muestra forma parte del paraguas ‘Escenas de la colección’, con las que el museo pretende poner en valor sus fondos, un proyecto que tendrá una segunda parte en mayo bajo el lema Latencias, también bajo la coordinación de Enguita y Martínez.
Si la programación del IVAM se presentó en diciembre, a la del Consorci de Museus le costó más llegar. Tras el cese de su ya exgerente José Luis Pérez Pont, el organismo se enfrentó a una polémica transición que todavía no ha concluido, una transformación que tiene que ver con su estructura interna y con su contenido. Por lo que respecta a la primera parte, es Nicolás Bugeda quien ha sido elegido internamente por Cultura para ocupar la gerencia, mientras que la dirección artística se separará en otra plaza que próximamente saldrá a concurso, tal y como se anunció en 2023. ¿Cuándo? Todavía no se ha aclarado. Entre una cosa y la otra, el historiador del arte Vicente Samper lidera la parte artística como director en funciones, a la espera de que Conselleria ponga en marcha un concurso que no termina de arrancar y que promete devolver la estabilidad al organismo.
A la espera de que se convoque el proceso, el Consorci, cuyo principal campo de acción es el Centre del Carme, desveló ya entrado 2024 y a golpe de nota de prensa, esquivando la habitual presentación a medios de comunicación, su ‘menú’ expositivo, que se nutre principalmente de proyectos de convocatorias públicas impulsados durante la etapa de Pérez Pont, proyectos pendientes que, presumiblemente, comprometerán parte de la programación incluso una vez pasado este año. A este programa se ha sumado algún proyecto de nuevo cuño, como una gran exposición en colaboración con la red de galerías de arte contemporáneo en el marco de Abierto València. En cualquier caso, y hasta que sea elegido el nuevo director artístico, el organismo mantiene la incógnita sobre el futuro de su programación.
El Institut Valencià de Cultura, del que depende la oferta cultural de artes escénicas, cine y música de una decena espacios públicos y otros tantos festivales, ha vivido un terremoto que ha acabado con el cambio de sus cuatro principales dirigentes. Su programación fue la primera que se puso en duda por parte del equipo de la Conselleria: “El Principal tiene que analizar, revisar, meditar y, con ello, avanzar en lo que se ha hecho hasta el momento [...] En cuestión de programación, el Principal tiene que ser uno de los referentes más importantes, y ese es uno de nuestros grandes objetivos para el futuro curso 2024”, dijo Sergio Arlandis, director general de Cultura, cuando presentó la propuesta del IVC para el Teatre Principal de València ‘a medias’ (cuando normalmente se hacía para toda la temporada).
La que parecía que sería la última programación diseñada por Roberto García, finalmente se ha alargado también durante el primer trimestre del año, tal y como adelantó este diario. Lo mismo ha ocurrido con audiovisuales y música, donde el nuevo gobierno no ha cambiado, hasta ahora, nada de lo programado por sus responsables, con propuestas como un homenaje a Vicent Andrés Estellés, una figura en las antípodas culturales de lo que quiere representar Vox.
Abel Guarinos, que se esperaba que se mantuviera al frente del Institut Valencià de Cultura, era el principal garante de que, sin sus directores adjuntos, se hicieran efectivas las programaciones diseñadas por el equipo que ha gestionado los espacios en tiempos del Botànic. Pero días después de la propuesta de María José Mora, María Fuster y Joan Cerveró como futuros directores adjuntos, la Conselleria anunciaba el cese también del principal responsable del ente los últimos ocho años. Hasta que se haga efectivo el cambio total, y con el margen de aterrizaje, no se espera que se note la huella de los nuevos gestores hasta el próximo curso.
Lo único que se ha podido saber por ahora de cuáles son los planes de Cultura para estos espacios fue una pincelada que dio Paula Añó, Secretaria autonómica de Cultura y Deporte, en una entrevista en La 8 Mediterráneo: “Queremos recuperar el teatro clásico, también queremos traer grandes conciertos, queremos darle un impulso a la danza, no solo a la danza contemporánea, sino también la danza flamenca. En este sentido, estamos abordando una serie de cambio en el Institut Valencià de Cultura […] que acabarán de definir las nuevas prioridades”.
Vicente Barrera también apuntó al que entiende que será el cambio de rumbo en las programaciones: “Si usted ve la programación del IVC, mucha de ella ha sido politizada durante todos estos años. No creemos que sea justo, lógico ni asumible que con el dinero de todos se haga política y se intente colonizar conciencias. Nosotros creemos que la cultura, cuando además está pagada con dinero público, no tiene que ser un medio político. Y esto es lo que se ha hecho desde estas tres direcciones artísticas o hemos entendido que se ha hecho. Queremos ir hacia una cultura blanca, donde no sea un arma de colonización de conciencias y de adoctrinamiento político. Eso es lo que vamos a hacer y es nuestra responsabilidad”. Por ahora aún no se conoce en qué se materializará esto.
Tampoco en Castelló se conoce el rumbo que tomarán los principales espacios culturales de la ciudad, como son el Teatre Principal, el Auditorio, el EACC y el Museu de Belles Arts. Conselleria sigue sin designar un coordinador artístico para los diferentes centros, si bien el pasado 12 de febrero Barrera declaró que el nombre de la persona que ocupará el puesto como delegado territorial del IVC en Castellón se sabrá en "10 o 15 días", con lo que debería estar a punto de resolverse. Ahora bien, la persona que se incorpore al puesto, ¿con qué proyecto cultura lo hará? Los centros despedirán la actual programación en marzo y, a partir de aquí, poco más se sabe. Aunque, hay varias incógnitas por resolver.
Por un lado, el Ayuntamiento de Castelló, con María España al frente de Cultura, hizo saber a Conselleria su deseo programar en el Teatre Principal "una oferta plurar" que pudiera compaginarse con la diseñada por el IVC. Cabe recordar que Alfonso Ribés optó en su llegada, en 2019, por trasladar la programación amateur y correspondiente a escuelas e institutos al Teatre del Raval y apostar únicamente por una agenda profesional. Y es que, representantes de la Associació d'Empreses d'Arts Escèniques del País Valencià (Avetid) mostraron su malestar en repetidas ocasiones al considerar que la inclusión de iniciativas no profesionales "colapsaba" la cartelera del espacio. Sin embargo, el PP busca volver a "recuperar" el uso del Principal para "todos los castellonenses. Un cambio que se desconoce si Vox respalda, o no.
Así mismo, el EACC afronta, por su parte, una doble transición con la salida de Carles Ángel Saurí, como director artístico, por decisión de la conselleria. El centro inaugurará el próximo 23 de marzo dos exposiciones simultáneas, a cargo de Pilar Beltrán (Filtracions) y Nicoleta Moise (Reclicnar la imatge, torçar el gest), las cuales comisaria el mismo Saurí, quien terminará además con estas su trabajo en el centro. Tras ello, el espacio estrenará oficialmente una nueva etapa con Lorenza Barboni como nueva directora. Una etapa de la que todavía no se conoce sus líneas programísticas.
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