ALICANTE. El bipartito de Alicante da el primer paso para implantar la declaración de Zona Acústica Saturada (ZAS) en las calles del Centro Tradicional y el Casco Antiguo. El concejal de Medio Ambiente, el popular Manuel Villar, ha firmado este viernes el decreto por el que se inicia el expediente para implantar una batería de medidas todavía por concretar que se considere adecuado incluir en la ZAS con el propósito de reducir los niveles de ruido que los residentes asocian a la actividad hostelera y a los locales de ocio concentrados en ambos barrios.
Fuentes municipales han informado a través de un comunicado que Villar -el encargado de la coordinación del expediente- ha solicitado a cada una de las áreas implicadas la aportación dela documentación correspondiente para su desarrollo. Villar ha explicado que "para la coordinación de estos trabajos se propone la creación de una mesa de trabajo en la que participen los servicios de Medio Ambiente, Urbanismo, Ocupación de Vía Pública, Comercio, Seguridad y Asesoría Jurídica para que desarrollen los trabajos necesarios para la tramitación y documentación del expediente de Zona ZAS y eleve los informes necesarios para la toma de decisiones por parte del Ayuntamiento de Alicante", añade el comunicado.
En esta línea, el comunicado incide en que el equipo de Gobierno (PP y Cs) anunció el pasado mes de noviembre el impulso a "una serie de medidas correctoras del ruido en el que ya trabajaban los técnicos municipales para adelantar los trabajos para la declaración de una Zona ZAS en el Centro Tradicional, que ahora se amplia al Casco Antiguo".
Con el inicio del expediente administrativo se da el paso para el cumplimiento de la sentencia dictada por el Juzgado de los Contencioso número 4, "al margen deque se haya decidido recurrir ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana por recomendación de la Asesoría Jurídica municipal", concluye el comunicado.
Eso sí, por el momento se desconoce cuando podría acordarse formalmente esa declaración ni qué tipo de medidas comprenderá de forma definitiva, más allá de las ya anunciadas durante la celebración del juicio por el contencioso vecinal, como la revisión de las licencias de los establecimientos, la reducción del porcentaje de ocupación de los veladores, una nueva regulación horaria y el aumento de la vigilancia policial.