Normalmente soy muy prudente e imparcial y sobre todo leal, pero ahora que en nuestro partido tod@s l@s afiliad@s tenemos la oportunidad de elegir a nuestr@ presidente Nacional y después de ver pasar a tod@s l@s candidat@s por mi provincia, quiero contar lo que pienso, valoro y decido.
Parto de la base ante todo de mi admiración por tod@s ell@s y tod@s merecen un gran respeto por mi parte.
Voy a empezar por el que más cerca me pilla, José Manuel García-Margallo, dejando a parte que el Partido Popular está en proceso de regeneración, no sé si un señor de 70 y pico años por sabio que sea es la imagen que necesita nuestro partido en estos momentos, pero como decía, dejando esto a otro lado, no se puede iniciar una candidatura a un congreso por rencor a otra persona, una candidatura que se fundamenta para que no este otra compañera ya pierde cualquier valor. Margallo descartado.
Seguiré con María Dolores de Cospedal, una señora con mayúsculas, merecida y reconocida labor como presidenta de Castilla La Mancha y secretaria general del PP durante más de 10 años, dando la cara en los peores momentos, cuando algunos se aprovechaban del partido ella tenía que salir a poner su rostro y desgastarse. Todo ello ha erosionado su imagen en exceso, pero al margen del desgaste, creo que alguien que ha sido numero 2 del Partido Popular de España durante 10 años y 12 años de presidenta del Partido en Castilla La Mancha es momento de dejar paso. Aunque lo que ha hecho que la descartara definitivamente en la carrera al partido, ha sido su lema de campaña, #primeroelPP, yo creo que el PP no es lo primero, es importante, pero lo primero para mi es España y las personas que viven en nuestro país y después el PP.
Ahora el dilema, primero al que más cariño le tengo, Pablo Casado, quizás por haber compartido mas tiempo con él o por ser como el dice medio Ilicitano. Y segundo Soraya, la mujer que desde 2012 ha estado currando a muerte por sacar a España del pozo donde Zapatero y el PSOE la dejaron.
Sin tener en cuenta historietas del master y estudios de Pablo, que no sé si han deteriorado su imagen o por lo menos lo han intentado, yo confío en él, quien le conoce y conversa en una mesa a su lado se da cuenta de sobra de su capacidad y sus conocimientos. Casado es el futuro del PP, y porque digo futuro, porque creo que no es su momento, por una sencilla razón y muy fácil de entender, necesita gestionar, alguien que no ha gestionado a mi modo de ver y entender la política no puede ser de golpe candidato a gobernar un país. Los Sánchez y los Rivera que no han gobernado ni un ayuntamiento ponen en riesgo a todo una nación como España, la imagen, las gafas de sol, las fotos y que te digan lo que quieres oír en cada momento esta muy bien, pero creo que los detalles de cara a la galería no caben en la política.
Por ello creo que Pablo para ser el candidato perfecto del Partido Popular, que algún día lo será, tiene que pasar por un ejecutivo antes. Para mí, mi país España es lo más importante y por ello mirar a la presidencia del PP no es solo mirar al partido, sino mirar al próximo Presidente o Presidenta del Gobierno y por eso me decanto en las primarias por una mujer que ha sido vicepresidenta, no por cuotas de mujeres como gastan otros partidos sino por su valía, valía que demostró de portavoz en la oposición, valía que ha demostrado como vicepresidenta del Gobierno, valía que ha demostrado sacando a España del desastre socialista que dejaron a España arrasada en 2011. Soraya cumple todos los requisitos, es del 71, una nueva generación pero con experiencia, una imagen impoluta y una credibilidad indispensable, LaVice es la mejor opción para España y para el Partido Popular.
Y no quisiera acabar sin decir algo que siento y que creo que hace más grande a este partido, el PP, y es que tengo grandes amig@s en todas las candidaturas, y pase lo que pase en este proceso, ante todo, seguirán siendo mis amig@s.
Raúl Dalmau es secretario electoral de la dirección provincial del PP de Alicante.
La exvicepresidenta del Gobierno entró en política en el año 2000 de la mano de quien siempre le otorgó su máxima confianza