ALICANTE. El relevo generacional en la empresa zapatera Pikolinos se ha realizado sin duda con la mercantil en la cresta de la ola. Su fundador y presidente histórico, Juan Perán Ramos, cedió los mandos a su hijo, Juan Manuel Perán, a principios del pasado verano, al cierre de un ejercicio en el que la cifra de negocio de la principal empresa del grupo, Pikolino's Intercontinental S.A., había aumentado más de un 15%.
Pikolino's Intercontinental cierra ejercicio el 30 de abril. Según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil, la firma ilicitana facturó en el ejercicio 2015/16 un total de 94.318.846 euros, frente a los 81.910.295 euros del año anterior. Es decir, un incremento del 15,15% en la cifra de negocio, tal como se destaca en el informe de gestión. El resultado del ejercicio también se disparó: la cuenta de ganancias y pérdidas refleja un beneficio neto de 6.725.072 euros (9.478.360 euros antes de impuestos), frente a los 4.183.730 euros del ejercicio 2014/15. Es decir, un aumento del 60% sobre el año anterior.
El incremento de las ventas fue uniforme en todos los mercados en los que opera la conocida firma zapatera, aunque de forma mucho más acusada en el extranjero que en territorio español. Así, en el mercado nacional se facturaron 36,12 millones, un 6,25% más que el año anterior. En cuanto a las exportaciones, alcanzaron la cifra de 58,2 millones de euros, un 21,5% más que el año anterior. Del total, 21,82 millones de euros se vendieron a países de la Unión Europea, y el resto (36,37 millones) a países extracomunitarios.
El último informe de gestión firmado por Juan Perán como administrador único de la sociedad (el próximo ya corresponderá a su hijo y sucesor al frente de la firma) considera que "los resultados obtenidos durante el ejercicio animan a seguir en la línea de una política de amortizar las inversiones existentes, obteniendo beneficios de las actividades de explotación, manteniendo un equilibrio adecuado de la situación financiera y patrimonial de la empresa". En cuanto a la incidencia de la situación económica global en la actividad de la firma, el informe admite que "podría reducir las expectativas de crecimiento", aunque al mismo tiempo defiende que "la situación financiera y el posicionamiento que la sociedad ocupa en el mercado actuarán como factores mitigantes del impacto de los posibles efectos negativos".
Por otra parte, respecto a las previsiones para el ejercicio en curso, que se cierra el próximo mes de abril, el fundador de Pikolinos considera en su informe que "la trayectoria de la sociedad y la situación del sector hace esperar que la empresa mantenga y consolide su posición en los mercados y siga una línea de expansión en volumen de negocios que la anime a acometer nuevos proyectos de inversión", aunque eso sí, "de cuantía inferior a los realizados en ejercicios anteriores". Entre las inversiones a realizar, Perán Ramos apuesta por la investigación y desarrollo. "Se espera intensificar" la labor en este campo, "ya que las preferencias de los consumidores son cambiantes y hay que adaptar los productos existentes a las nuevas exigencias que los consumidores demandan".
A pesar de obtener un notable incremento del beneficio, Pikolinos decidió destinarlo íntegramente a reservas voluntarias, tal como ya había hecho en 2015. De esta manera, no se repartió dividendo a cuenta alguno con cargo al resultado del año. No obstante, en los últimos cinco años la firma ha distribuido 6,5 millones de euros en dividendos, según se recoge en la memoria, entre sus accionistas (el 90% de las acciones está en manos de la sociedad dominante Cardasi S.A., cuya presidencia ocupó Juan Manuel Perán en noviembre, y el otro 10% es de Molicopi S.L., que sigue presidida por su padre).
Tal como desveló Alicante Plaza el 1 de noviembre, el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme) publicaba el cese de Perán Ramos como administrador único de Cardasi S.A., la razón social del Grupo Pikolinos, y el cambio del órgano de administración, de administrador único a consejo. Del mismo modo, se hacía eco del nombramiento de Juan Manuel Perán Bazán como presidente de dicho consejo de administración, del cual forman parte sus dos hermanas, Rosa Ana y Carolina Perán Bazán, además de su madre, Rosario Bazán, y el propio fundador de la empresa.
De esta forma, el Grupo Pikolinos abandonaba la fórmula del administrador único, encarnado durante años por su fundador, y pasaba a regirse por un consejo de administración con Juan Manuel como presidente, su hermana Rosa Ana como vicepresidenta y el resto de la familia como consejeros. El relevo generacional, en cualquier caso, se había producido de facto el pasado mes de julio, cuando Perán lo comunicó a los empleados y presentó a su hijo como el nuevo presidente (el fundador de la firma queda como 'presidente honorario').