ALICANTE. José Sepulcre y varios accionistas de referencia han inyectado en los últimos 40 días unos 600.000 euros a las arcas del Elche, permitiendo que este cumpla con sus obligaciones económicas.
El último empujón a la tesorería del club franjiverde llegó la semana pasada y gracias a él se pudo afrontar el pago del IVA del primer trimestre y de las retenciones practicadas a trabajadores y colaboradores a cuenta de IRPF.
Según el Elche, todo y la jornada económica decretada para los encuentros ante Mallorca y Hércules, para cumplir con el fisco se requirió también una ayuda externa de unos 100.000 euros, cantidad que si la sumamos a los más de 220.000 aportados para el pago de la primera cuota del convenio singular suscrito precisamente con Hacienda, los 180.000 euros para abonar las nóminas de marzo de la primera plantilla y otros 100.000 para gastos corrientes del pasado mes, nos llevan a que el auxilio económico prestado por 'Pepe y amigos' alcanza los 600.000 euros. Y así tendrá que seguir siendo hasta la segunda quincena de mayo cuando, salvo sorpresón mayúsculo, el Elche diputará la primera ronda del 'play-off', volviendo a ingresar dinero, en ese caso por la venta de entradas de cara al partido de la misma que se dispute en el Martínez Valero.
Esa primera eliminatoria está contemplada en el capítulo de ingresos del presupuesto para la presente temporada, aprobado por los accionistas en enero, y que reflejaba ya un déficit de más de más de 630.000 euros, si bien el apoyo financiero que finalmente el club requeriría finalmente sería de casi el triple (1,5 millones de euros, de los que hay que descontar ya los 600.000 aportados en las últimas semanas) de no jugar la segunda y tercera eliminatoria del 'play-off' (de hacerlo el déficit previsto sería infinitamente inferior).
Este auxilio económico de José Sepulcre y otros accionistas se articula por medio de préstamos participativos y quedó recogido en el ya famoso 'comfort letter' presentado en su día al Instituto Valenciano de Finanzas, en el marco de la subasta de la deuda de la Fundación, finalmente declarada quebrada por el banco del Consell.